Ojalá con solo eso se reconstruyera un corazón partido en un millón

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-¡Noelia!- me lanzo sobe sus brazos y nos estamos así un buen rato.

-Ya querías perderme de vista, ¿eh?

-Si fuera eso, no te hubiera llamado- nos echamos a reír.

-¿Qué tal todo?

-Supongo que siguiendo- frunzo el ceño.

-¿Qué es lo que ha pasado?

-Tenemos mucha tarde por delante, no avancemos las cosas- me guiña un ojo y empezamos a andar dando un paseo.

-Tienes que ir a ver a Rafa.

-Bruno...- empiezo a decir.

-Sí, ya lo sé, discutisteis y la cosa no acabó bien, lo sé, pero igualmente, sé que te necesita.

-No... no creo que sea buena idea.

-Noelia, hazme caso por una vez en tu vida, tampoco hace falta que vayas hoy mismo o mañana, pero tienes que ir a su casa a verle.

-Está bien, iré, pero... ¿podrás acompañarme?

-Sé que somos mejores amigos y todo eso, pero no puedo hacer esto por ti- abro la boca como una O.

-¿Por qué no?

-Tú ve, y cuando vayas, lo sabrás y lo entenderás.

-Y también supongo que tiene que contarme algo y como es de lógica, soy la última en enterarme, ¿verdad?- sonríe enseñando todos sus dientes.

-Xi.

-La hemos bien armado.

-No puedes enfadarte con él, entiende que discutisteis y lo bloqueaste por todos los sitios posibles- hago morros aunque no le doy la razón (sí, la tiene, ¿y qué?)- por eso no te lo ha contado.

-¿Y qué se supone que tengo que decir yo a esto?

-Nada, solo callar y hacerme caso- niego con la cabeza.

-Me indigno- me cruzo de brazos y me paro en medio de la cera donde unas cuantas personas no les hace mucha gracia que lo haga.

-Venga niña pequeña, vamos a comprarnos una crepe de Nutella, que nos hace falta- me pongo a saltar mientras llego a él y andamos de nuevo uno al lado del otro.

Nos sentamos en un banco con nuestras crepes en las manos comiendo como dos gordos que somos.

-¿Y qué hay del amor de tu vida?

-Ni me hables de él- digo con la boca medio llena.

-¿Por?- frunce su ceño y chasqueo la lengua.

Empiezo a explicarle todo, sin saltarme ningún detalle, cosa que lo disfruta como nadie.

-Y yo pensando que seria un amor bonito sin tanta pasión- concluyo con una risa.

-Es mejor así, para dos sosos cursis que son como dos pasmarotes pánfilos juntos, ya hay demasiados- niego con la cabeza con una sonrisa permanente en mis labios.

-Aunque no me acabo de fiar de él.

-Normal- esta vez soy yo la que frunce el ceño.

-¿Por qué lo dices?

-Porque es el amor de tu vida el cual ha estado pasando de ti durante muchos años, ahora que ha cambiado todo tanto, hace sospechar.

-¿Sabes algo?- meto un trozo más grande que los otros y lo devoro mientras miro con desespero a mi mejor amigo.

-No, si lo supiese, sería el primero en decírtelo, pero él mismo te lo dijo, tú misma no lo desearás, ¿no?- se me entristece las facciones de la cara sin que pueda hacer nada al respeto.

Necesidad de ti. *Reescrito*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora