No se te ha notado que quieres pasar el máximo de tiempo conmigo

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Salimos de clase cinco minutos más temprano de lo habitual. Mi cabeza está a punto de explotar después de tener la mayoría de clases fuertes. Además, no dejo de pensar en lo último que ha dicho sobre que ya estaba preparada para la clase, ¿será que piensa que he ejercitado bien memoria de buena mañana?

Una vez a la calle se pone a mi lado y andamos en un silencio que, al menos para mí, se me hace incómodo. Giramos a la esquina y seguimos hacia delante donde me vuelvo a mirar el escaparate de siempre y giramos a la derecha.

-Podríamos quedar más a menudo- dice mirando hacia delante sin apartar la vista para volverla hacia mí.

-Supongo que sí- sonrío tímidamente.

-¿Sabes? No tenía previsto que este año nos hiciéramos tanto- me echo a reír.

-Pero si has sido tú quien ha hecho que hablemos tanto.

-Sí, pero podrías haber pasado de mí- yo no soy como tú, aunque podría haberlo hecho igualmente.

-Supongo que tienes razón- digo simplemente.

-¿Esta tarde estás libre?- me encojo de hombros.

-Tengo que estudiar, mañana pasado tenemos examen.

-¿Puedo venir a estudiar contigo?

-¡Pero si no haces francés!- digo riendo.

-Verdad- dice sabiendo que lo he pillado, y siento deciros que no he podido desperdiciar MÍ momento.

-No se te ha notado que quieres pasar el máximo de tiempo conmigo ni nada- digo con una risa cálida y se pone rojo como un tomate.

-Directamente, sí, tienes razón- mis ojos se abren como platos.

-Vaya, no me esperaba eso de ti- sonríe.

-Soy una caja de sorpresas.

-Bienvenido al club- me observa de hace rato y me pone negra- ¿paras de mirarme?

-¿Te molesta?

-No, me enamora, si te parece- se encoge de hombros.

-Nunca se sabe.

-Pues ya te lo digo yo que no.

-Me lo apunto entonces- niego con la cabeza sonriendo.

-Estás fatal.

-Estoy contigo- frunzo el ceño.

-¿Y la relación que hay entre estas dos cosas?

-La que querría tener contigo- freno delante de mi casa con la mente en blanco.

-¿He oído bien?

-¿Por qué te extraña tanto?- no lo sé, déjame que piense... ¿puede ser porque pasabas de mí olímpicamente?

-Porque no me lo esperaba- asiente con la cabeza.

-¿Te paso a buscar mañana?- me encojo de hombros.

-Si te hace ilusión...- sonreímos los dos.

-A la misma hora de siempre, no tardes- me guiña un ojo y se va.

Entro en casa y esta vez no hay nadie. Claro, me dijeron que se irían a comer juntos para celebrar... bueno en realidad no celebraban nada.

Me hago un bocata normal de lo primero que pillo que me gusta y me siento en el sofá con los pies encima de la mesita como hago cada vez que no está mi madre para regañarme que los quite de ahí.

Enciendo la tele y ni me molesto en mirar si hacen alguna cosa en algún canal, directamente pongo Netflix y decido poner una película que parece que no está mal.


 Son las siete cuando mis padres entran por la puerta principal y bajo las escaleras y me cruzo de brazos dando golpecitos inquietos con la punta del pie al suelo.

-Como que antes de las seis, ¿eh?

-Bueno... un poco más tarde.

-¡Una hora más tarde!- exclamo yo de la misma manera que hace mi madre.

-Mamá... por favor, no me castigues, he salido con mi marido porque hacia mucho tiempo que no íbamos los dos solos- niego con la cabeza.

-¡A tu habitación ahora mismo!- mi madre sube las escaleras y subo yo rápidamente y me tiro en su cama- ¿cómo ha ido?

-Muy bien, la comida perfecta y hacia un día estupendo.

-Quitando que continuamos siendo invierno...

-Hija, ¿a todo le tienes que poner una pega?

-Yo no...- cierro la boca y hago cara pensativa- está bien, ¿y qué pasa?

-Tú sabrás, es cosa tuya- me guiña un ojo y me tapo con el cojín toda la cara.

-¡Venga, mamá!

-¡Venga, hija!- me quito el cojín de la cara.

-No puede ser.

-Sí, sí puede ser, tu hermano acaba de llegar y se va a llevar una buena bronca- frunzo el ceño, ¿por qué siempre me pierdo?

Necesidad de ti. *Reescrito*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora