Al rato vuelve, pero por la expresión de su rostro parece bastante triste.
-¿Qué te ocurre?- Le pregunto
-Lo siento. Tienes razón ¡Soy un monstruo!
-No te preocupes. Hay algunos que nacen con estrellas y otros que nacen estrellados.
-¿En serio?
-Claro que sí. Además, supongo que odias esto tanto como yo.- Asiente lentamente.
Me sonríe, aunque de pronto pone una cara seria.
-El amigo que me has mencionado antes, era muy importante para ti, ¿No?
-Sí.- Miento, era más que importante.
-¿Era tu novio?- Dice con cierto tono pillín.
-No.- Seguramente estaré colorada.
-¿Lo fue alguna vez?- Insiste.
-No, nunca.
-¿Y eso? ¿Nunca sentiste nada más que amistad por él?
-Sentir, sentir, sí.
-¿Y qué pasó?
-Pues que no funcionaría. Mis padres no se llevaban bien con los suyos.
-Pero… ¿Te quería o no?
-En realidad eso no lo sé. Solo sé que antes de morir me pidió un beso.
Se hace un silencio entre nosotros y no puedo evitar recordar su muerte. Siento puñaladas en el corazón porque sé que es culpa mía.
-Anda no pienses en eso. Y ya hemos llegado a la estación, en un abrir y cerrar de ojos llegaremos a una cárcel invisible para el resto del mundo.- Dice en tono sombrío.
-¿Invisible?
-Nadie sabe de su existencia.
Nota de la escritora:
Y hasta aquí este capítulo. Bueno, muchas gracias a todos los que votáis por la historia, eso anima mucho. Un besote!!
ESTÁS LEYENDO
Una pesadilla
ActionEstando sumergida en mis sueños, empiezo a escuchar gritos… De quién serán… Pronto empiezo a distinguir las voces… ¡Son de mis padres! Corro hacia el comedor y sigilosamente me asomo. Entonces entiendo porque gritaban. Mi madre está llorando y mi p...