Una pesadilla

Epílogo

Ahora que la historia está terminada, si alguien quiere que le dedique un capítulo (que no esté dedicado ya), únicamente tiene que decirlo en un comentario

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-Jack-

-No debí dejarte allí, los amigos no se abandonan...
¿Por qué tienes que estar muerta? ¿Qué hago yo sin ti?
Alison, vuelve por favor...

-Por mucho que llores se ha ido. Únicamente podemos dejarla marchar en paz.- Escucho la voz de Robert a mi espalda.

-Tú apenas la conocías, no sabes apenas nada sobre ella. ¡Déjame llorar tranquilo!

-Llora si quieres, pero no vas a solucionar nada. Grítame si te sientes mejor, pero yo también he perdido una parte de mí.- Y con esas palabras veo que se le escapa una pequeña lágrima. Sí, él también la quería.- ¿Vas a hablar en el funeral? Eres él que más la conocía.

-Supongo que sí.

...

No somos más de veinte personas, pero sé que ella odia la hipocresía y que si hubiese personas que no la querían en vida aquí, me escupiría.

Cuando todos se tranquilizan un poco me pongo en pie y camino hacia el micro. Me aclaro la garganta y tomo aire.

-Alison, estés donde estés no te has ido. Siempre estarás aquí. Siempre te veré en los prados y bosques por los que corríamos cuando éramos pequeños. Siempre te veré en el azul del cielo, pues es tu color favorito. Siempre sentiré tu presencia al oler las violetas, pues son tus flores favoritas.
>Si piensas que nos olvidaremos de ti, te equivocas. No hay nada que pueda hacer que olvide a mi mejor amiga. Las palabras no son lo mío y hay tanto que me gustaría decir sobre ti, tantas cosas que me habría gustado decirte.-Dejo escapar un suspiro y sigo- Me habría gustado decirte que me encanta la arruguita que te sale en la nariz cuando ríes; que no hay nada mejor que tu sonrisa cuando estoy triste; que odio a tu grupo favorito de música pero que siempre lo he escuchado para que no te enfadases conmigo; que cuando teníamos diez años y fuímos a la boda de mi hermano, el vestido que llevabas era precioso, pero te dije que parecías una piñata porque me daba vergüenza decir que eras la niña más guapa del lugar; y me habría gustado decirte lo mucho que te amo y que jamás podría encontrar a otra chica que te elimine de mi mente.
>Por favor, no nos olvides tú a nosotros. No dejes que me olvide del color exacto de tu ojos con el paso del tiempo ni del sonido de tu risa. Quiero soñarte cada noche y pensarte cada mañana.

Y dicho esto me alejo del micro y veo las caras de todos que han vuelto a llorar. Miro a Robert que se hace el fuerte y con un gesto de cabeza me indica que ya me puedo sentar.

Me dirijo a mi asiento y lloro. Lloro porque la he perdido y nunca más volverá por mucho que la recuerde.

Seis años después...

-Robert-

Suena la puta alarma y me despierto mal diciendo. Me dirijo al baño y me miro en el espejo.
Llevo la misma ropa de ayer, soy un desastre.

Después de darme una ducha voy hacia la cocina y antes de entrar huelo a tortitas.

-Buenos días. Te he puesto un vaso de agua y una aspirina en la encimera. Eres un desastre.

Como siempre Jack me cuida y a la vez se mete conmigo.

Es interesante cómo decidimos vivir juntos.
Tras lamentarnos durante meses nos dimos cuenta de que en compañía del otro nuestra pena era menor, nos entendíamos. Dejamos a un lado nuestras diferencias y nos hicimos hermanos.

-¿Alguno sabe quién es el chico que está desnudo en mi cama?-Escucho decir a John a mi espalda.

Me giro y lo veo con cara de confusión mezclada con cara de recién levantado. Fue muy raro cuando me dijo que era gay, al principio pensé que bromeaba y luego simplemente me reí porque en realidad resultaba demasiado obvio; por lo visto era el único que no lo sabía.

-¿Qué has hecho Jonny?¿Otra conquista?-Le digo con tono divertido.

-Eso parece.

Escucho la risa de Jack desde la cocina, siempre la misma conversación.

-John, hace tiempo tú eras el que se metía conmigo y ahora cada semana hay un chico nuevo en tu cama.

-¡Yo no tengo la culpa! Tú eres el que me hace ir de fiesta y me emborracha.

-Eso huele a escusa.- Bromea Jack y las mejillas de John se sonrojan todavía más.

-¡Imbéciles!-Y dicho esto se marcha a su habitación y se encierra en ella.

Entro en la cocina y miro a Jack. Al poco empezamos a reír.

-Esta tarde voy a ir al cementerio ¿quieres venir?-Me dice un poco más serio.

-Sí, claro.

Porque no te podemos olvidar Alison y vamos a verte todos los meses juntos... Y sé que Jack va todas las semanas, pero él no sabe que lo sé.

-Anda, vamos a desayunar.- Le digo sonriendo y eso le saca de sus pensamientos y él también sonríe.

 Nota de la escritora:

Muchas gracias a todos, simplemente quiero daros la gracia por aguantar hasta aquí y espero que hayáis disfrutado esto tanto como yo.

Os quiero~