Capítulo 15

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Una vez Robert se decide a ayudarnos siento que esto puede funcionar, que podemos solucionarlo todo, que podemos sacarlas.

Pero hay que hacer un plan para que todo resulte. Tras comerme la cabeza durante lo que me parecen horas se me ocurre un plan suicida en el que pueden ocurrir mil cosas mal pero es la forma de llegar hasta allí sin que Jack ni Robert se pongan en peligro.

Por lo que Robert me ha dicho no volverán hasta que no me encuentren, por eso Robert va a fingir ser mi captor y Jack se va a infiltrar mientras que yo tendré que ir atada y con un comportamiento ejemplar, de ese modo creerán que soy tranquila y que no intentaré escapar y ese será su primer error. Una vez que este allí tendré que conseguir escapar de la isla en unas motos acuáticas que me ha verificado que también están allí. Si eso sale mal tendré que matar al jefe, pero ese es un dato que puedo omitir a no ser que sea necesario usarlo.

Les cuento mi plan y se ven reacios a que me entregue pero tras hacerles ver que es la única opción, acceden a regañadientes.

-Vale, Jack. Voy a darte un traje, no puedes ir así vestido.- Dice Robert mirándolo de arriba a bajo.

-¿Qué le pasa a mi ropa niño pijo?

-No juegues con fuego que te quemas.- Y dicho esto se aleja para entrar al tren a por ropa.

Jack me mira durante un rato y se que está pensando en lo poco que le gusta esto, en lo que odia a Robert pero que jamás me dejaría sola sabiendo que corro peligro. Y ahora si que lo corro y para qué mentir, estoy muy asustada.

-Alison, no tienes que ser una heroína.

-No quiero serlo, pero si no hago esto nunca tendré la conciencia tranquila.

En esto llega Robert con la ropa para Jack y éste se aleja para cambiarse con los puños apretados por tener que dejarnos solos.

-Sigo sin creer que seas real.- Susurra él muy bajito después de asegurarse que no hay nadie cerca.

-Sí, yo tampoco me creo que tú lo seas, en definitivas cuentas el sueño era muy raro y...

-No es por el sueño- Me corta-. Cuando me desperté esta mañana di por hecho que todo era un sueño por ti, porque no podía existir una chica tan condenadamente perfecta. Porque era mejor eso que admitir que me había enamorado de la chica que se metió en mis sueños.

-Oh Robert, no sabes lo que dices.

-No Alison, nunca he estado tan seguro de algo y ahora lo estoy. Te amo sin conocerte, es una locura pero te amo y si algo te pasa moriré de pena.

-No... Esto no tendría que ser así...

-Dime que tú no sientes nada, dímelo y no te insistiré más. Pero en el que no sea así me harás feliz como nunca he podido ser.

Le miro a los ojos. Sus ojos, tan reales como sus labios. Sus labios que encajan perfectamente con los míos. Mis labios que se han lanzado a por los suyos y ahora se mueven sobre los suyos a la desesperada. Su lengua entra en juego y la mía se le une. No sé dónde empieza el y dónde termino yo. Y así estamos hasta que alguien carraspéa y nos separamos dando un bote y veo a Jack con cara de fastidio.

-Bueno, proseguimos con el plan, ¿o no?

-Sí, claro.- Digo yo rápidamente intentando disimular mi respiración entrecortada.

...

Tras hacer todo el paripé me encuentro en un compartimento, atada de pies y manos. No tengo miedo, pero estar sola me intimida.

Oigo que alguien pica a la puerta y después veo aparecer los cabellos rubios de Robert y su cara divertida al cerrar la puerta me dice que va a hacer alguno de sus comentarios.

-Estar atada es una forma muy buena de provocar. Te ves bien sexy así.

-Sigue recorriendo de esa forma mi cuerpo con tus ojos y rezarás porque no me suelte.

Se acerca hacia mí y se agacha a mi altura dejando así pocos centímetros entre nosotros. Se me eriza la piel al poder oler el aroma de su piel, y cuando habla lo hace tan cerca de mi oído que parece una caricia.

-Eres tan jodidamente sensual que no sé como me resisto a no besarte ahora mismo. No sé que me haces, pero te haría mía si de mí dependiese, pero a la vez quiero que sea tan perfecto para que tú sepas lo especial que eres. Joder, ¿Qué me has hecho?

-No te resistas, bésame pues yo no llego.

Al principio pone cara de confusíon pero no tarda mucho en reaccionar y lanzarse a por mis labios. Es un beso dulce, con sabor a mentolado. Cierro los ojos y me imagino que estamos en su jardín de violetas, que estamos tumbados en el suelo y que somos libres.
Se separa y besa mi mejilla.

-Me tengo que ir. Jack ha insistido en que tiene que entrar a verte.

-Vale.

Me sonríe de lado y se aleja. Se va y otra vez estoy sola con mis pensamientos hasta que entra Jack. Él se acerca rápidamente y me acuna la cara entre sus manos. ¿Qué es lo que veo en sus ojos? ¿Miedo?

-Alison, ¿qué es esto que me oprime el pecho? Nunca he sentido que te perdía hasta ahora, no te alejes de mi lado.

Se aporeda de mi boca y yo le correspondo. Está cargado de pasión. Jack sabe a coñac, ha tenido que estar bebiendo por mi culpa.

Cuando termina de besarme se separa de mí, me lanza una mirada triste y se marcha dejándome con la cabeza hecha un lío.

Jack siempre me ha gustado y decididamente cuando lo beso siento que la habitación se caldea.
Pero Robert hace que se me nuble la vista, su simple presencia hace que mi respiración se acelere, que mi corazón palpite más rápido y la carne se me ponga de gallina. ¿Por qué tiene que hacerme sentir como si fuese especial? ¿Por qué hace que sienta que no existe mujer alguna en el planeta con mirarme a los ojos?

Nota de la escritora:

Y aquí otro capítulo. ¿Qué os ha parecido? Parece que los chicos no se llevan muy bien, ¿alguno se llevará a la dama?
¿Conseguirán hacer el rescate?

Besitos y votad y comentad si os ha gustado.

Una pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora