Capítulo 17

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Después de 3 meses...

Tras luchar por su confianza me la he acabado ganando, creo que fue decisivo el día en el que Esther había tenido un accidente y vino toda ensangrentada. Esa pequeña es adorable y cuando la vi llorando simplemente hice lo que mi instinto maternal me dijo que debía hacer...

*Flash back*

Hace calor, demasiado calor. Este verano está siendo abrasador.
Me dirijo a la ventana y la abro con la fe de que el aire que entre sea fresco, pero no es así. Me quedo en ropa interior y empiezo a notar que hace menos calor.

Estoy sola en la habitación, como siempre. Las chicas siguen sin fiarse de mí y hay otras que no me tragan. Suspiro y me echo en la cama.

Duermo hasta que unos sollozos me despiertan. Abro los ojos y me encuentro a Esther en su cama toda cubierta de barro.

-Ey pequeña, ¿qué ocurre?

-¡Ahora no quiero hablar!-Grita entre sollozos.

Me pongo una bata y me acerco a ella. La levanto con cuidado y miro su cara de porcelana ahora toda cubierta de arañazos y sangre que no quiere coagularse.

La meto en la bañera y le quito el sucio vestido y le lavo el pelo. Una vez limpia curo sus heridas y le ayudo a vestirse aunque no necesite mi ayuda.

Una vez terminada me mira dulce, pero enseguida empieza a llorar y se me cae el alma a los pies. La abrazo y sin saber por qué, yo también empiezo a llorar y eso hace que ella me mire sin saber. Es tan estúpido que dejo de llorar para empezar a reír y ella también ríe.

Cuando llegan las demás nos encuentran de rodillas en el suelo riendo pero con la cara roja e inflamada por las lágrimas. Ellas también empiezan a reír.

*Fin del flash back*

Unos días después ya era parte del grupo y les conté el plan. Les expliqué todo mi sueño y los motivos que tuve para venir aquí. Les costó asimilarlo pero... mejor un plan suicida que seguir aquí.

Y por eso mismo nos encontramos en el muelle. Robert está comprobando que todas las motos funciona.

Robarlas ha sido muy fácil... Tal vez demasiado.
Todo está silencioso.
No hay nadie a la vista.
Estamos solos.

Y es entonces cuando lo entiendo.

-¡Todo es una emboscada! ¡Montaos! ¡Tenemos que salir de aquí ya!

-¿Qué dices Alison?-Pregunta irritado Jack.

-¡Ahora!

Los ojos de Robert se encuentran con los míos y asienten.

-Todos a las motos.-Dice él con voz serena.

En cuanto nos estamos montando empiezan a sonar las sirenas y los guardias empiezan a parecer.

El pánico se apodera de mí y empiezan a llover balas. Todos están montados menos yo.

-¡Salid sin mí! En breve os alcanzo.

Y dicho esto salen sin vacilar excepto Robert y Jack que me miran y asienten.

En este momento pegan el tiro de gracia hacia Robert.
Justo en este momento entiendo mi pesadilla. Todos los que quieres morirán para salvarte y la única forma de salvarlos es muriendo tú.

Me interpongo entre la bala y él y en cuanto impacta con mi cuerpo se que ha reventado un órgano vital. Pero yo también tengo un AS en la manga y antes de caer al suelo presiono el detonador. Sólo Jack lo sabía pues el fue quien me ayudó a rodear toda la mansión de explosivos.

Todo salta por los aires y cuando mi cabeza golpea el suelo yo ya estoy muerta.

Y esta vez de verdad. Ya no es un sueño.

Una pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora