Capítulo 14

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Con los primeros rayos de luz me despierto y veo a Jack que sigue dormido y no puedo evitar sentirme relajada. Eso hace que me sienta culpable, no puedo relajarme, mis padres han muerto.

Pienso en la pesadilla y hay algo que me reconcome, por ahora todo lo que pasaba estaba siendo real. ¿Existe Robert? Y si es así, ¿qué puedo hacer? ¿qué debo hacer?

-Jack -susurro-, tenemos que movernos. No podemos quedarnos todo el día aquí.

Maculla algo entre dientes y se gira y me abraza esbozando una sonrisa.

-Alison... Duérmete un ratito más.

-No podemos, me encantaría pero no se puede.

-Bueno, me muevo pero con una condición.- Dice todo esto con los ojos todavía cerrados.- Bésame.

-¿Que te qué?- Creo que mis ojos se van a salir de sus órbitas.

Sin saber cómo responder a su gesto en el que se acerca lentamente a mí y junta nuestros labios me muestro tensa. Pero conforme me voy sintiendo más cómoda voy poniendo en práctica lo que sé gracias a anteriores romances.

Siento como la habitación arde a nuestro alrededor, únicamente estamos nosotros. Empiezo a desabrochar su camisa y es cuando me doy cuenta de que esto se está desmadrando.

-Ya puedes moverte.- Digo dando un brinco hacia atrás y alejándome un poco.

-Sí, creo que sí.- Dice con una sonrisa victoriosa y yo no puedo hacer más que poner los ojos en blanco.

...

Caminamos en silencio y me gusta así porque puedo pensar.

No entiendo por qué no puedo parar de pensar en Robert, ¿me he enamorado de un personaje ficticio? No lo sé, pero tengo que averiguar si existe; siendo así ¿qué haré?.

Nos acercamos a la estacion de tren por la tarde y veo el mismo tren de mis sueños. Las cajas están en el mismo orden pero cambia una cosa.

-Robert...- Susurro. Miro a Jack y por su expresión sé que no me ha oído.- Quédate aquí, vuelvo en breve.

Antes de que pueda replicar me acerco a Robert por detrás, ¿qué voy a decirle? Una vez que estoy lo suficientemente cerca intento captar su atención.

-Chist, Robert, chist.- Digo bajito cerca de su oído.

Se gira y me mira con sus brillantes ojos verdes abiertos como platos.

-Existes.- Logra articular. Eso me sorprende, cómo sabe de mi existencia.

-¿Me conoces?

-Te parecerá raro, pero anoche soñé contigo y fue tan real. ¿Te llamas Alison?

-Sí. Y tu Robert. No tenemos mucho tiempo y necesito hablar contigo. ¿Te fías de una desconocida que has visto en sueños y me sigues?

Asiente lentamente y yo le agarro por la muñeca y lo arrastro hasta donde está Jack, que lo mira fulminante.

-Y este quién es.- Pregunta despectivo.

-Eso mismo podria preguntar yo.- Los dos se lanzan miradas asesinas. En otra situación me habría reído.

-Jack, Robert. Robert, Jack.

Ambos se vuelven a lanzar otra mirada y no puedo evitar rodar los ojos.

-Robert, necesito que respondas a mis preguntas. ¿Existe Niki?

-Sí, claro que exist...

-¿Existen las gemelas y Esther?- Le corto.

-Sí.

-¿Y existen John y Estefan?

-Alto, alto, alto. ¿Cómo sabes sus nombres?

-Joder Robert no hay tiempo para explicar esta situación tan rara. Además, tengo-Jack me mira y recapacito-, perdón, tenemos que sacarlas de allí. Si algo sé es que la vida allí no es buena, tu padre no es bueno y tú lo sabes. Ayúdame a darles la libertad que se merecen, ayúdame a ayudarte. ¿Lo harás?

Me mira un instante a los ojos y responde sin vacilar.

-Lo haré.

Nota de la escritora:
Bueno, es la segunda vez que escribi el capítulo porque como escribo desde el móvil he sido tan torpe de salir sin guardar, un aplauso para mi.

Espero que os guste.

Besos♥

Una pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora