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Atem Sennen, un joven de 20 años, cuyo sueño desde pequeño es convertirse en un gran médico para que su padre pueda estar orgulloso de él, regresó del extranjero después de 5 largos años que sirvieron para su educación.
Pero cuando el ayudante de su padre lo llamó para comunicarle que estaba grave de salud y que pronto llegaría el día de su penosa muerte, Atem tuvo que suspender sus estudios y partir a Domino inmediatamente para verlo. Y cumplir... Su última voluntad.
Cuando llegó a su mansión...
—Joven, Atem. Es un gusto tenerlo por aquí nuevamente.
—Hola, Mahad. ¿Cómo está mi padre? — Preguntó el tricolor tratando de mantener la calma.
—Mm... No podría decirle que está bien, sino le estaría diciendo una gran mentira, joven.
—Ya veo. Iré a verlo ahora mismo.
—De acuerdo, él lo está esperando en su recámara.
El tricolor con mirada decaída y de apariencia exhausta por el extenso viaje, caminó hasta detenerse en la puerta del cuarto de su progenitor. Mejoró su postura y empezó a tocar levemente.
—Adelante. —Escuchó decir por el otro lado.
Al oír aquello, se aproximó a girar la perilla y empujar la puerta, para lograr entrar a esa habitación.
—Atem... — Pronunció el padre de éste.
—Tranquilo, recuerda que no debes exaltarte mucho.
—Tienes razón... Lo siento, hijo. Por hacerte venir hasta aquí, desde tan lejos. — Dijo con voz áspera.
—No te preocupes. Además yo también quería verte, padre.
Un gran silencio entre ellos se formó.
—Atem... Quiero pedirte un favor — Habló el Sr. Sennen.
— ¿De qué se trata?
—Si llegara el día de mí... Muerte. Mi más grande deseo es que tú te encargues del viñedo y la empresa. Me refiero... A que busques alguna otra empresa vitivinícola y se conviertan en socios, para que así los ingresos puedan elevarse. Sí me entiendes... ¿Verdad, hijo?
—Claro padre, sí eso es lo que quieres. Lo cumpliré.
—Gracias... No sabes cuanta satisfacción me das, al escucharte...
—Debes descansar un poco. Me retiraré para que puedas hacerlo a gusto.
—Está bien.
Cierto tricolor se disponía a irse hacia la misma habitación de cuando era niño. Al entrar, los recuerdos y momentos agradables que pasaba allí inundaron su mente, hasta que Mahad lo interrumpió...
— ¿Está todo bien, joven Atem? — Cuestionó.
—Desgraciadamente... No lo está.
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En la mansión Mutou...
La señora de la casa saltó del susto, pues escuchó que alguien tocaba muy fuerte la puerta y se dirigió hacia ella para abrirla, exaltándose inmediatamente al ver a su hija en un estado muy débil...
— ¡Yugi! ¿Qué te ha sucedido, mi pequeña? Ven, pasa o te resfriarás — Dijo acariciando su mejilla y ayudándola a entrar. — Estás muy pálida... Dime, ¿Qué te pasó? ¿Por qué el joven Halakti no vino contigo?
Cuestionó mientras la abrazaba muy confundida para consolarla, pues la tricolor había empezado a llorar repentinamente.
—Todo... Fue una mentira. — Habló entre sollozos abrazando muy fuerte a su madre.
— ¿Pero qué, hija? — Continuó insistiendo la Señora Mutou.
—Yami... Él no me quiere. Nunca lo hizo...
— ¿Cómo estás tan segura? ¿Él lo dijo?
— ¿Qué está pasando aquí?... ¿¡Yugi!? — Se acercó el padre de la mencionada. — ¿Por qué estás llorando?
—Les suplico que no se preocupen. Yo... — No consiguió terminar su oración, pues había sufrido un desmayo y cayó en los brazos de sus padres, quienes no dudaron ni un segundo al llamar al médico.
— ¿Qué fue lo que dijo Yugi? — Preguntó el Señor Mutou algo exaltado.
—Dijo que el joven Halakti no la quiere, que todo fue una mentira... No entiendo por qué lo dijo. Pero cuando se recupere hablaremos muy seriamente sobre esto.
—De acuerdo. Yo sí estoy seguro de algo, y es que si Yugi lo aprueba, iré con un abogado para que se encargue de realizar los trámites para el divorcio de estos jóvenes. No permitiré que alguien juegue con los sentimientos de mi más grande tesoro en la vida.
Ambos asintieron a lo susodicho.
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En la residencia de los Halakti, a esas mismas horas de la noche...
Yami intentaba cerrar los ojos, pero la angustia que traía no lo dejaba tranquilo.
Iba a ser padre. Ese era su único pensamiento.
POV.YAMI
¿Qué puedo hacer?... Un hijo... Esto solo complicará más las cosas. Empeorará mi situación... ¡Maldita sea! ¿En qué demonios estaba pensando cuando me acosté con Anzu?
Si mi padre se entera, está más que dicho que me asesinará. Y Yugi... Yugi se irá de mi lado...
¡No! Eso no. Jamás.
No permitiré que Yugi se aleje de mí por esa estupidez.
No quiero perderla.
Madre... Ayúdame. No tienes idea de cuánto te necesito en estos instantes... Me urgen tus sabios consejos... Tú sabrías qué hacer... ¿Por qué?...
¿Por qué te fuiste?
Por favor ayúdame a saber elegir...
¿Qué debo hacer?
Deseo quedarme con Yugi. Pero a la vez no quiero abandonar a Anzu y a mi hijo. Ellos no son culpables de nada... Pero por mi cobardía e irresponsabilidad hago sufrir a las personas importantes para mí.
¿Por qué soy así Dios?...
Me detesto.
Soy un ser despreciable.
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¿Mi Perdición? Es Amarte
Fanfic♥Yugi Mutou... De un completo desconocido, pasaste a ser un gran amigo. De un gran amigo, empezaste a salir conmigo. De salir conmigo, quise vivir contigo. De vivir contigo, fue el peor error que he cometido. ♥Yami Halakti... Cuando te...