¿Mi Perdición? Es Amarte

¿Sorpresa?

¡Holi, mis niñas! :3

Les traigo el quinto capítulo,

Espero les agrade. Bueno, sin más...

¡A leer!

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Y las cuatro semanas que faltaban para el cumpleaños de la Oji-Amatista, habían pasado muy rápido, solo se esperaba un día más para aquel festejo, pero además, ambos padres esperaban ansiosos, la propuesta de matrimonio que Yami le pediría a Yugi.

Mientras tanto...

Anzu iba con dirección a la casa de su "Mejor Amiga" Yugi. ¿Razón? Pues no tenía cosa mejor que hacer en ese momento de su vida, Yami se encontraba en la empresa y ella requería de alguien con quien pasar su tiempo. 

De pronto dos brazos rodearon su cintura y la atrajeron hacia él.

— ¿Eh?, ¿Qué quieres Yusei? — Preguntó enojada, zafándose del agarre del mencionado.

—Te quiero a ti. — Dijo sosteniendo nuevamente a la castaña.

—Pero yo a ti, No — Contestó con gesto serio intentando irse, pero fue detenida por el Peli-Azabache y la obligó a que lo mirase fijamente, sosteniendo su mentón.

—Sé que te sigo gustando y que solo estás con Halakti por su dinero — Se cruzó de brazos.

—Te equivocas, yo lo amo...

—¿Enserio? Por favor, muy bien sabes que si yo tuviera los mismos recursos que ese idiota, tú ahora estarías en mis brazos — Dijo esbozando una sonrisa pícara.

—Pero gracias a tu suerte, no los tienes, además yo vivo muy feliz al lado de Yami.

—Sí, claro. Por lo que yo recuerdo, desde que empezaron su relación, ustedes eran inseparables, pero, ¿Qué está pasando para que estén muy distanciados? — Cuestionó para luego levantar una ceja sin borrar la sonrisa de su rostro.

— ¿Y eso qué? Él ha empezado a trabajar en la empresa de su padre, por eso ya no podemos salir a menudo como lo hacíamos antes – Aclaró con cierta molestia.

—Pues me parece que ya no siente el mismo afecto que te tenía. Bueno, haré que estés conmigo otra vez, porque presiento que aún me sigues amando como yo a ti.

— ¿Seguro? — Preguntó desafiante la Oji-Azul. Lo que él había dicho era cierto, pero Anzu no quería admitirlo, por ahora.

—Muy Seguro — Dijo para luego guiñarle el ojo a la castaña e irse. 

Ésta frunció el ceño y se volteó para encaminar a la mansión Mutou.

Empresa Halakti...

Yami se encontraba archivando algunos documentos en su oficina, estaba más que estresado por muchas razones. En primera, mañana propondría matrimonio a una joven que solo siente lástima por ella. En segunda, su padre atormentándolo todos los días con asuntos de la empresa o cómo aumentar su economía y en tercera, una novia que comenzó a estar inmensamente celosa por cada chica que se le acercaba.