Historias Cortas||Shawn Mendes Y Tú.

Tropezón no es caída.

Corrí como nunca antes había corrido en toda mi puta vida dejando a mi mejor amiga atrás.

Corría porque mi ídolo, Shawn Peter Raul Mendes, por fin se había dignado a venir a mi ciudad. Corría porque mi ídolo estaba dentro de aquel auto negro que lo conducía a su hotel. Corría porque como la estúpida que soy había perdido la dirección del hotel en donde se encontraba Shawn.

Perdí de vista el auto y con el se fue mi dignidad. La gente me veía raro.

-Necesito unos pulmones nuevos- dijo mi mejor amiga Sophi. Respiraba como si hubiera corrido una maratón de 500 km.

-Soy unja estúpida- me agarré la cabeza con ambas manos y me recargue en una pared.

-Estaría genial si tuvieras en cuenta esa técnica en clases de Gimnasia- ignoró por completo mi comentario y se recargó en la pared junto a mi.

Luego de recuperar el aliento comenzamos a caminar mientras yo me maldecía a mi misma por no ser más rápida. Sophi solo me escuchaba y de vez en cuando reía de las idioteces que yo decía.

Paramos en un quiosco (supongo que ya saben lo que es un quiosco) ya que Sophi quería comprar agua. Yo me quedé afuera, había demasiada gente allí dentro.

A unos metros de mi, un chico encapuchado bajaba de un auto blanco. Con él llevaba alrededor de 10 guitarras. Comencé a acercarme, no tengo idea de porque.

El chico tropezó con una de sus guitarras y cayó encima de ellas. Me acerqué a ayudarlo.

-¿Estás bien?- lo tomé del brazo y lo ayudé a levantarse.

-No, me doblé el tobillo-. aún no lograba verle la cara.

-¿Quieres que te ayude?

-Si, por favor. Llévame ahí dentro- señaló la entrada de un hotel.

-Las guitarras, ¿las dejarás ahí en el medio de la calle?

-No- pude notar que sus pómulos se elevaron, de seguro había sonreído -mis amigos van a traerlas por mi- me limité a asentir.

Lo llevé dentro del hotel y lo senté en un lujoso sillón.

-¿No eres de aquí, verdad?- me encontraba admirando el lujoso lugar.

-No, solo vengo a dar un concierto aquí- me giré de una forma brusca. El chico sacó su capucha y continuó sobándose el tobillo.

No podía creer lo que mis ojos veían. No me caí de culo porque quería conservar la poca dignidad que me quedaba.

-¿Shawn?- aún no me creo que lo haya dicho con esa tranquilidad.

-¿Me conoces?

-Si- las palabras no salían de mi boca.

-Hey! Yo te recuerdo, eres la chica que corría detrás del auto- oh mierda.

-Si, soy yo- desgraciadamente -dime que no me viste chocarme con el cesto de basura.

-Lo vi todo- rió.

-No es gracioso- dije.

-Perdón- dijo levantando ambas manos a la altura de su pecho.

-¿También me viste caer de rodillas?

-Si. Perdón que pregunte, pero, ¿estaba rico el suelo?

-Riquísimo, no te das una idea-. ambos reímos.

Había olvidado por completo a mi mejor amiga, de seguro estaba gritando por la calle mi nombre, créanme que es capaz.

-Realmente me encantó pasar el tiempo contigo, pero debo ir a buscar a mi amiga.

-Oh.

-¿Puedo abrazarte?

-Claro- lo abracé.

-Gracias por no echarme a patadas- él sonrió.

-Sabes que jamás haría eso. Gracias a ti por ayudarme a caminar, si fuera por mis amigos todavía estaría en el piso. ¿Vendrás esta noche al concierto?

-Por supuesto.

-¿Quieres que te dedique una canción?

-Like this, si no es mucho pedir- no podía creer lo que estaba sucediendo.

-Me parece genial. Espero encontrarte en el público esta noche.

-Me aseguraré de qué lo hagas.

Esa noche fue el concierto. Shawn me dedicó "Like This", realmente no esperaba que lo hiciera. Pensé que lo olvidaría pero no lo hiso.

Tengo el mejor ídolo del puto mundo!

Y por si se preguntan que hacía Shawn en un auto blanco cuando 2 minutos antes estaba en uno negro, solo voy a decirles una cosa, Magia Gilinsky.