Parte 4

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Zorro

Ya es de mañana y la tormenta ha amainado, ahora solo queda la tierra mojada y la chica herida que dormía profundamente arropada con mis colas sin dar señales de despertarse, las preguntas en torno a ella me consumían el pensamiento ¿quien le abra echo esas heridas y por que? ¿porque me ayudo? ¿de donde salio? ¿cual es su nombre?

-Mmm... Duele... No... Papa...

Su voz me saco de mi trance, lleve mi vista a ella y la mire mas atentamente, el corte en su mejilla también es reciente ¿se lo habrá hecho su padre? ¿porque lo menciona dormida? quiero que despierte de una vez para pode saciar estas estas dudas que no me dejan descansar ¿tal vez ella sepa algo de la persona que me ayudo?  estos pensamientos se fueron apagando a medida que el sueño ganaba terreno y poco a poco me dormí.

Pude sentir levantaba una de mis colas y luego como se arrastraba sigilosamente para poder escapar, debo de admitir que si no tuviera el sueño tan liviano esta chica hubiera logrado su cometido. Abrí uno de mis ojos para observarla, estaba apoyada contra la pared he intentaba ponerse en pie mientras mordía su labio inferior en un intento de contener sus gemidos de dolor. Con rapidez, que me deja sorprendido, me levanto y con mis fauces la tomo de sus ropas sin dañarla, levantándola como si fuera una pluma.

Mientras regresábamos al lugar en el que estábamos previamente, ella se retorcía con ímpetu, buscando liberarse de mi agarre, pero le fue imposible. La llevo hasta donde estábamos, me vuelvo a recostar y la coloco en vuelta entre mis patas envolviéndola mis colas para que el frió no la afectase.

Ella seguía moviéndose intentando salir pero la retenía con facilidad sujetándola con una cola, mientras que con las otra la envolvía. Paso un rato en el que ella no dejo de luchar para zafarse hasta que me canse de la situación.

-No te dejare ir, así que cálmate y descansa un poco ¿si? -dije con tono calmado, lo ultimo que necesitaba era que se asustara y comenzara a gritar.

-¿Que quieres de mi? -pregunto una vez que se tranquilizo.

-Que te calmes -contesto con los ojos cerrados.

-¡Dime que quieres! -que carácter tiene esta niña.

-Solo quiero que respondas algunas de mis preguntas -eleve mi cabeza por encima de ella para poder verla mejor.

-¿Que clase de preguntas? -pregunto de manera cortante.

-¿Cual es tu nombre? -por esa pregunta inicie mi interrogatorio.

-Aria

-¿De donde vienes? 

-De mi casa -eso no me lo esperaba.

-Muy graciosa, ¿quien te hizo esas heridas?

-No es de tu incumbencia criatura -dijo con recelo, se ve que es desconfiada.

-Tengo nombre y no soy ninguna criatura, soy un zorro mágico el ultimo de mi especie dije elevando mi cabeza aun mas en señal de orgullo.

-Así, ¿cual es tu nombre?

-Nunca podrías pronunciar mi nombre -mentira.

-Muy bien entones te llamare Kyubi -otra cosa que no me esperaba por parte de ella, esta chica nunca deja de asombrarme.

-Continuarías llamándome zorro, solo que en otro idioma ¡que original! -me burle un poco de ella, la verdad es que el nombre me gustaba.

-Entonces te llamare secuestrador, ¿le parece bien señor secuestrador? -mis orejas se movieron hacia atrás en una clara señal de disgusto.

El zorro de las nueve colasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora