Parte 19

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Kyubi

-¿Qué tengo que hacer? -esa palabras retumbaron en mis oídos.

-No lo aras -me arrepentí de haber mencionado aquello- ni lo sueñes.

-Tienes razón, yo envejeceré mientras tú te conservas igual que hoy -la mire a aquellos bellos ojos verdes que reflejaban una fuerte determinación- si no lo haces por tí hazlo por mí, no quiero convertirme en una carga.

-Yo jamás te vería como una carga -baje mi cabeza hasta su altura- además, el cautiverio podría dañar a tan hermoso ser, y eso no tiene perdón.

-Por favor... no quiero alejarme de tu lado jamás -una lagrima rodó por su mejilla- lo soportare... por favor...

-Aria entiende lo que me pides -dije tratando de hacerla entrar en razón- si algún día algo me pasa y muero, tú también lo aras, los años que no te alcanzaron a causa del contrato, te convertirán en polvo.

-¡Eres un tonto! -su grito me sobresalto- si tu no estas a mi lado es mejor morir -cada una de esas lagrimas me desgarraba por dentro- creí que ya te lo había demostrado –sus brazos se cruzaron sobe su pecho, mirándome fijamente y dijo algo que me cambiaría la vida- además, no me ha bajado...

-¿He? –No podía articular ninguna palabra, de hecho no era capaz de procesar- perdón cariño ¿Qué dijiste?

-Dije, que no me ha bajado este mes ¿sabes lo que eso significa? –Solo abría y cerraba la boca como un pez fuera del agua- Kyubi, di algo, puede que solo sea un retrasó normal o puede que...

-¡Voy a ser padre! –mi grito de felicidad sobrepaso por mucho el estruendo de la cascada, saltaba y gritaba en torno a una muy confundida Aria- no lo puedo creer voy a ser padre, ¿Cómo cre... -el leve carraspeo de mi compañera detuvo en seco mi festejo.

-¿Eso quiere decir que gane? –su sonrisa de victoria me hizo caer en cuenta de lo que estaba pasando.

-Tu ganas -dije con un suspiro- pero te lo advierto luego de que el contrato haya sido cerrado tu vida me pertenecerá por completo –dije acercándome a su rostro hasta casi tocarlo con la punta de mi asicó- cada vez que rechaces una de mis órdenes, intentes marcharte o dañarme sufrirás mucho dolor.

-No creo que vayas a darme algún tipo de orden que quiera rechazar, jamás te abandonare y ni pensar lo tercero –"creo que me he vuelto a enamorar" pensé algo asombrado, está dispuesta a dejar su libertada atrás por mí, solo por mí.

-Lo aremos, mañana por la noche cuando la luna este en su punto más alto -me agacho para que ella se suba a mi espalda- por el momento vamos a dormir, espero que no te moleste mojarte un poco.

-Claro que no me molesta moj...-comencé a saltar sobre las piedra antes de que ella pudiera terminar y atravesé la cascada- dijiste un poco, estoy completamente empapada.

-Dijiste que no te molestaba -ella se bajó de un salto y yo sacudí mi pelaje mojándola aún más.

-hueles a perro mojado -la mire algo molesto, ella me sonrió y estornudo- el karma.

-Te vas a enfermar -recupere mi forma humana y me acerque a ella por detrás- ven aquí y quítate esa ropa mojada.

-No te me acerques hueles mal -la tome por los hombros y la voltee para besar aquellos labios que me volvían loco, solo note algo de resistencia al principio que luego se esfumo a medida que profundizaba mi beso, nos separamos por la falta de aire- te dije que olías mal y estas mojado.

-Igual que tú y yo no me quejo -la bese para luego cargarla y llevarla hasta la cama- todo lo contrario, me encanta tu olor -la bese en el cuello- me encantaría acertero hoy, pero tienes que dormir -ella intento salir de cama pero yo la sujete por la cintura.

El zorro de las nueve colasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora