Kyubi
-¿Qué tengo que hacer? -esa palabras retumbaron en mis oídos.
-No lo aras -me arrepentí de haber mencionado aquello- ni lo sueñes.
-Tienes razón, yo envejeceré mientras tú te conservas igual que hoy -la mire a aquellos bellos ojos verdes que reflejaban una fuerte determinación- si no lo haces por tí hazlo por mí, no quiero convertirme en una carga.
-Yo jamás te vería como una carga -baje mi cabeza hasta su altura- además, el cautiverio podría dañar a tan hermoso ser, y eso no tiene perdón.
-Por favor... no quiero alejarme de tu lado jamás -una lagrima rodó por su mejilla- lo soportare... por favor...
-Aria entiende lo que me pides -dije tratando de hacerla entrar en razón- si algún día algo me pasa y muero, tú también lo aras, los años que no te alcanzaron a causa del contrato, te convertirán en polvo.
-¡Eres un tonto! -su grito me sobresalto- si tu no estas a mi lado es mejor morir -cada una de esas lagrimas me desgarraba por dentro- creí que ya te lo había demostrado –sus brazos se cruzaron sobe su pecho, mirándome fijamente y dijo algo que me cambiaría la vida- además, no me ha bajado...
-¿He? –No podía articular ninguna palabra, de hecho no era capaz de procesar- perdón cariño ¿Qué dijiste?
-Dije, que no me ha bajado este mes ¿sabes lo que eso significa? –Solo abría y cerraba la boca como un pez fuera del agua- Kyubi, di algo, puede que solo sea un retrasó normal o puede que...
-¡Voy a ser padre! –mi grito de felicidad sobrepaso por mucho el estruendo de la cascada, saltaba y gritaba en torno a una muy confundida Aria- no lo puedo creer voy a ser padre, ¿Cómo cre... -el leve carraspeo de mi compañera detuvo en seco mi festejo.
-¿Eso quiere decir que gane? –su sonrisa de victoria me hizo caer en cuenta de lo que estaba pasando.
-Tu ganas -dije con un suspiro- pero te lo advierto luego de que el contrato haya sido cerrado tu vida me pertenecerá por completo –dije acercándome a su rostro hasta casi tocarlo con la punta de mi asicó- cada vez que rechaces una de mis órdenes, intentes marcharte o dañarme sufrirás mucho dolor.
-No creo que vayas a darme algún tipo de orden que quiera rechazar, jamás te abandonare y ni pensar lo tercero –"creo que me he vuelto a enamorar" pensé algo asombrado, está dispuesta a dejar su libertada atrás por mí, solo por mí.
-Lo aremos, mañana por la noche cuando la luna este en su punto más alto -me agacho para que ella se suba a mi espalda- por el momento vamos a dormir, espero que no te moleste mojarte un poco.
-Claro que no me molesta moj...-comencé a saltar sobre las piedra antes de que ella pudiera terminar y atravesé la cascada- dijiste un poco, estoy completamente empapada.
-Dijiste que no te molestaba -ella se bajó de un salto y yo sacudí mi pelaje mojándola aún más.
-hueles a perro mojado -la mire algo molesto, ella me sonrió y estornudo- el karma.
-Te vas a enfermar -recupere mi forma humana y me acerque a ella por detrás- ven aquí y quítate esa ropa mojada.
-No te me acerques hueles mal -la tome por los hombros y la voltee para besar aquellos labios que me volvían loco, solo note algo de resistencia al principio que luego se esfumo a medida que profundizaba mi beso, nos separamos por la falta de aire- te dije que olías mal y estas mojado.
-Igual que tú y yo no me quejo -la bese para luego cargarla y llevarla hasta la cama- todo lo contrario, me encanta tu olor -la bese en el cuello- me encantaría acertero hoy, pero tienes que dormir -ella intento salir de cama pero yo la sujete por la cintura.
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El zorro de las nueve colas
De TodoUna historia conmovedora acerca de una joven chica que vive sola en un bosque apartada de todos, con un oscuro pasado que solo su amigo de cuatro patas conoce. Debido a los giros del destino y a su amabilidad, ayuda a un zorro enorme, haciendo que p...