Capítulo 18: Su Merecido

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Me ato los cordones y me dispongo a bajar los escalones de mi cabaña para dirigirme donde están todas las demás.
- ¡Hola!- Saludo al llegar.
- Hola Jess, ¿Cómo llevas lo del castigo?- Me pregunta Beth.
- Lo que te ha hecho Piper es una putada.- Añade Harriet.
- Zorra...- Dice indignada Lucy mirando hacia donde está ella.
Piper se dirige hacia nosotras con aires de suficiencia junto a la directora del campamento, Suzie.
Se paran justo en frente de mi y por la mirada oscura de la directora puedo imaginarme que no está pensando nada bueno.
- ¿No estará tramando unirse a las actividades de hoy, ¿No, señorita Vince?- Me suelta con un tono muy directo y cargado.
- Bueno, he acabado de limpiar el baño, así que sí.- Contesto sin pelos en la lengua.
Ella cambia la expresión de molesta a cabreada en pocos segundos y Piper suelta una risita.
- De eso nada. Robar es algo muy grabe y más si es a la directora. Usted queda permanentemente castigada hasta que yo lo diga.
- ¿No era este el campamento de la diversión? Pues menuda mierda, ya puede esperarse una mala recomendación de mi parte. Tengo contactos.- Contra ataco colocándome en mi lugar.
- Ya lo creo que los tiene, pero yo también, nada más ni nada menos que a su padre.
- Genial. Llámelo. Que me saque de este infierno.- Me cargo de odio al recordar como me metieron contra mi voluntad en este sitio de muerte. No debería estar aquí, este no es mi sitio.- Ni si quiera tiene pruebas de que de verdad lo haya hecho yo sola y que ella no hubiera tenido nada que hacer, ha preferido creer a una guarra mentirosa sin escuchar a nadie más.- Inquieto refiriéndome a la zorra de Piper.
- ¡Oh! ¿Perdona? Yo no he hecho nada, zorra mentirosa y ladrona.- Me responde señalandome con el dedo.
- Perdona, pero a mi nadie me señala mona, es una falta de respeto. ¿No te ha enseñado modales tu dueño? Perra.
- ¿¡Cómo!? Serás Puta te ju-
Piper se calla antes de acabar la frase ya que Suzie le pone la mano en la boca antes de que suelte cualquier gilipollez más por esa sucia boca.
- Un insulto más y se quedan sin fiesta, las dos.- Se dirige a Piper, yo ya no tenía así que me da igual.- Señorita Vince, he encontrado a Joe Joe en su cama, gracias a la señorita Piper que me guió hasta su paradero. ¿Algo que decir en su defensa?
Me quedo muda, es imposible que haya encontrado a el estúpido peluche encima de mi cama, lo escondí para que nadie lo encontrara y después devolverlo. ¿Quién pudo encontrarlo y dejarlo en mi cama para incriminarme? Nadie, es imposible.
- Ya veo que no. Señorita Vince, vaya al comedor, tenemos hambre y alguien tendrá que servir los platos de la comida,¿no? Además, se pasará el resto de la tarde limpiando y preparando la cena, junto a la señorita Popin, la cocinera.

La cocina huele a especias y a carne recién sacada de un animal muerto. Los olores se mezclan y son muy fuertes, por poco vomito nada más entrar. Veo el delantal blanco que me corresponde colgado encima de un perchero y me lo pongo, me va algo grande, pero perfecto para no mancharme la ropa. Me recojo el pelo en un moño y me dispongo a sacar las bandejas para los "comensales". 
- Hola, hola, hola. Soy la Sra. Popin. Tu debes de ser la conflictiva que venía a ayudarme hoy...- Me dice una mujer gordita, con el pelo rojo mal teñido y envuelto en una redecilla, la cara llena de berrugas y marcas y los labios finos y mal pintados de color rojo.
- Em, ¿Supongo?- Digo algo compleja, me ha sorprendido, no la había visto al entrar.
- Bien, bien novata. Te lo explicaré. Menú de hoy: crema de verduras y chuletas de cordero, flan de postre. Ñam, ñam.- Dice leyendo una carta que hay sobre una mesa metálica. Está loca.
- ¿Hay que prepararlo?- Pregunto.
- Ui, no no, ya lo he preparado yo. Sólo lo leía por ti. Tu trabajo consiste en colocar la comida en las bandejas del aparador y servirles a los campistas cuando se acerquen deslizando sus bandejitas metálicas sobre la barra. ¿Sí?
- Eh, sí.
- Bien, bien, bien. ¡Voy a por la comida!
Me siento en un taburete a esperar a que venga con la comida de hoy. Es la 1 y es cierto que hay hambre, ¿cuando comeré yo?
- ¡Ui! Se me olvidaba. Debes poner una cesta de fruta al final para aquellos que sean intolerantes a la lactosa o no prefieran flan.- Dice saliendo por la puerta de la cocina y entrando al comedor donde estoy yo sentada justo en frente del aparador.
Hago exactamente lo que me pide mientras ella limpia el aparador y las mesas del comedor. Juntas, colocamos los vasos y los cubiertos y hablamos sobre su vida. Es muy animada y el hecho de que esté loca se resta importancia.
Cuando por fin todos entran para comer, les sirvo uno a uno. A algunos les cuesta mirarme a los ojos y a otros se les escapan risitas y murmullos. Supongo que por la red que me ha obligado a ponerme la cocinera en la cabeza.
- Hola Jess...- Me saludan algunos, como Beth o Lucy, pero otros sólo me miran, directamente a los ojos. Uno es Dylan, que su mirada es más bien de comprensión y de pena. La otra es Piper, que se ríe de mi. Debería haberla escupido en el plato.

La directora me obligó a comer con la cocinera en la cocina, que se quedó toda la hora viendo telenovelas en una pequeña tele. Sólo pensaba en volver a ser libre y regresar con...
¿Con? No, los odio a todos... Para Jess.

Acabo de limpiar toda la cocina y me voy a mi cuarto a descansar, estoy rebentada. A las 7 debo volver para preparar la cena y no me hace nada de gracia. Menuda mierda de reto.
Estirada sobre el colchón empiezo a pensar en todo. Como he acabado aquí, lo que me estoy perdiendo allí y como debo de afrontar esto. Tienen razón. Por mucho que me resista y me queje no voy a volver... Y si consigo que me expulsen seguramente mi padre me metería en un internado. He hecho "amigas", es cierto... Y bueno, hay chicos... Que no están mal. Sólo necesito integrarme, tampoco está tan mal... ¿No? Pero siempre están esas estúpidas excepciones. Se la pienso devolver a Piper.

Me peino, me maquillo y voy radiante a la cena, con un vestido blanco de flores de gasa de tirantes y unas manoletinas. La Sra. Popin me alaga y me cuenta que cuando era joven tenía un tipín. Decido no decirle que me da un poco bastante igual y me dispongo a preparar el menú de esta noche: espaguetis y salchichas a la plancha. Ui, Mouse de chocolate de postre.
Son prácticamente las 9 cuando empiezan a entrar todos. Algunos si se percatan de mi look y otros no le prestan atención. No entiendo porque.
- Chicos, por favor, prestad atención. Me gustaría anunciar que la más deseada fiesta de bienvenida será este sábado día 7 de Julio.- Anuncia la directora levantándose de su sitio y todos chillan y aplauden entusiasmados.
La fiesta... A la que no voy a poder asistir. Estamos a lunes 2.
Saber que no voy a poder ir me cabrea y dejo las pinzas de servir las salchichas de mala manera sobre la bandeja del aparador.
- Jope, que palo ¿no? Bueno, eso es lo que tiene ser una vulgar ladrona...- Me restriega Piper con asco a la cara.
- Cállate, sabes de sobra que fue idea tuya todo esto.
- Yo no lo llevé a cabo.
- Pero si no hubiera sido por ti, sí hubieras dicho un reto como los que decían los demás, yo no estaría aquí. Pero... Eso es lo que querías, joderme. ¿Verdad?
Piper traga saliva y entrecierra los ojos.
- Por Dylan.- Digo al fin con una sonrisa malévola.- Eres una cutre y una puta celosa de mierda. Te diré una cosa bonita, él nunca te querrá.
- Y ¿eso por qué?- Pregunta roja de la ira.
- Porque eres una zorra mal criada y estúpida.- Suelto y ella se rebota de tal manera que coge un puño de espaguetis y me los lanza sobre el vestido.
La mato.
Todo el mundo se sorprende y se quedan mudos. Me dispongo a coger otro puño de espaguetis para lanzárselo a la cara y hacer una ensalada de pasta en su cara...
- ¡No, Jess!- Me para Dylan antes de que haga nada.
- ¿¡Qué es esto!?- Grita Suzie acercándose a nosotras. Piper está callada y traga saliva. Pero yo no me permito callar la boca.
- Le... He dicho que no podía darle otra ración porque si no no quedaría para los demás y me ha... tirado los espaguetis encima. Cree que por trabajar aquí soy menos que ella...- Digo apenada y casi se me saltan las lágrimas. De mentira.
- ¿¡COOOMO!?- Grita la Sra. Popin.- ¡Yo llevo años aquí y siempre he sido una respetada cocinera! He trabajado para las estrellas más brillantes de Hollywood en el programa: Quién cocina a mi estrella.- Se explica. A esta señora se le pira mucho.
- ¿¡Piper!?- Inquiere Suzie muy cabreada girándose lentamente hacia ella.
- Yo no pienso eso, miente.- Se medio defiende.
- No miente, siempre desprestigia al resto.- Me apoya Beth.
- Es verdad.- Añade Lucy.
Piper me mira y yo le devuelvo la mirada con una sonrisa.
Se te acabó el juego, capulla.
- Está bien. Se acabó. Esto es un campamento que fonamenta la amistad y el trabajo en equipo. Vosotras nunca podréis con eso. Piper, Jessica. Quedáis fuera de la fiesta de bienvenida.- Dice y todos se sorprenden y murmuran por lo bajo.

A mi me da igual el hecho de no ir. Ya no iba a asistir por su culpa. Pero a ella le han castigado sólo con eso. No lo veo justo. Aquí hay un Puto favoritismo que no me gusta nada.

- Joder, que pena ¿No?- Me escupe Piper.- Tampoco iba a asistir. Me iba a ir a la ciudad de fiesta... ¡Ui! ¡Qué torpe!- Exclama tirando a posta la bandeja de espaguetis al suelo.- Recógelo, basura.- Me suelta y se va caminando con aires de superioridad por la puerta.
Aquí sólo hay una diva de verdad, Piper.

UNA DIVA EN EL CAMPAMENTO #PGP2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora