Capitulo 4

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"mente sana en cuerpo sano"

Todo se veía borroso y opaco, y un dolor de cabeza horrible no la dejaba pensar, cuando Hermione Granger abrió los ojos, se sentía rara al parecer estaba frente a un espejo, aunque no seguía sus movimientos.

- Auch!...qué diablos – decía el cuerpo de Hermione – Granger! Qué diablos me hiciste.

- Ah!...Que pasa aquí – gritaba el cuerpo de Draco – no puede ser...no es imposible – decía con horror.

- Cállate Granger...es obvio que intercambiamos cuerpos...no grites...hay que encontrar una solución – decía Draco examinando su cuerpo, más bien el de Hermione.

- No me toques!...o no te toques! – decía ella al verlo.

- No hay mucho de todos modos – decía Draco muy calmado.

- Malfoy cuando dijo que volvería el Profesor? – dijo ella calmándose.

- El lunes en la mañana –

- Bien primero debemos limpiar este desastre –

- No sería mejor si tú lo limpiaras? –

- Malfoy...no empecemos...si seguimos así no ganaremos nada si no problemas...así que mientras esto dure – dijo señalándose y señalándolo – debemos cooperar – dijo extendiendo la mano - ¿tregua?-

- Está bien...pero ni creas que voy a darte la mano – dijo él con indiferencia.

- Pero es tu mano – dijo aguantando la risa. Draco le dio la mano no muy convencido – siento que estoy haciendo un pacto con el diablo – dijo ella con una risa.

- Muy graciosa Granger – "me veo muy raro sonriendo" pensó.

- Bien limpiemos esto – ella levanto su varita – fregoteo!...- pero nada cambio – ash!...dame mi varita – él se la dio sin decir nada – Fregoteo! – así empezaron ambos a limpiar con sus propias varitas hasta que dejaron el lugar impecable.

- y ahora que hacemos sabelotodo? - dijo él acomodándose el cabello "como convives con esto Granger" pensó.

- Malfoy creo que deberíamos actuar normal...es decir que yo soy Malfoy – dijo muy asustada estremeciéndose – eso no es nada bueno –

- Como te atreves!...créeme que ser la sabelotodo de Granger no es una Bendición – dijo sínicamente.

- Bien Granger creo que deberíamos cambiarnos...somos un asco – dijo imitando a Malfoy.

- Si mi amo – se rio él – lo que usted desee mi señor...se oye tan gracioso con tu voz – no podía parar, él camino por los pasillos con una sonrisa.

- Muy gracioso Granger – dijo ella frustrada, caminando tras sí misma.

Al llegar a su torre ambos por costumbre subieron a sus propias habitaciones, por lo cual volvieron abajo.

- ¿Dónde guardas tu ropa? – dijo ella muy cansada.

- En la cómoda tercer cajón...no toques nada Malfoy! – la amenazó.

- En el ropero...no toques nada – subió rápidamente las escaleras.

Ambos entraron en la habitación del otro, cada uno veía impresionado el cuarto del otro, ya que ambos eran tan diferentes, tan opuestos, ellos eran como el bien y el mal, la luz y la oscuridad, pero eso logra que estando juntos se complementen, porque él la necesita y ella lo necesita a él aunque ahora no lo sepan. Ambos ingresaron a un pedazo del mundo del otro, a él le impresiono la calidez del dormitorio de ella, a ella le sorprendió el orden de la habitación de él. Ambos perdieron bastante tiempo analizando los cuartos por lo que ambos se vistieron rápido y salieron lo más rápido posible.

Los guardianes del castilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora