"El último adiós"
Le dolía, le dolía horrores, su sien palpitaba constantemente impidiéndole pensar con claridad, ¿qué había sucedido?, si no lo recordaba todo parecía muy confuso, empezó a abrir sus ojos lo único que vio fue una mancha negra y borrosa que se acercaba a él.
- Estas bien? – le pregunto una voz que él conocía, lo tranquilizaba de alguna manera, esa voz femenina le daba paz, quien era? – soy Hermione – le dijo la sombra, al parecer lo había dicho en voz alta, Hermione bonito nombre, muy bonito.
- Crees que este delirando – hablo una voz masculina molesta, como me molestaba su voz – sabes que estás diciéndolo todo en voz alta verdad Malfoy – le dijo la voz molesta, él no entendía nada de lo que sucedía, sus fuerzas se doblegaron y cayo desmayado otra vez con todo su mundo tiñéndose de negro.
- Malfoy! – grito Hermione al ver al rubio desmayarse, llevaba tres días dormido, se sintió muy feliz al ver que reaccionaba, pero había vuelto a desmayarse, tenía las mejillas un poco sonrojadas gracias a los comentarios inocentes de Malfoy, sintió un escalofrió al darse cuenta que había asociado a Malfoy con inocente lo cual parecía una paradoja, volviendo a la realidad salió en busca de la enfermera – Harry puedes vigilarlo? – le pregunto a su amigo que se encontraba allí también.
- Está bien – le respondió de mala gana, aunque Malfoy no era completamente malo como creía eso no significaba que le cayera bien, sobre todo si llamaba a su amiga por el nombre, se le hacía raro la relación que había entre ellos, aunque su amiga negara todas sus insinuaciones, aun no estaba convencido algo se traían esos dos y lo averiguaría, no permitiría que Malfoy se burlara de ella, y menos ahora que Dumbledore no estaba, aquel pensamiento ocasiono una profunda tristeza que lo embargo por todo su ser. Hermione regreso bastante rápido junto con Madame Pomfrey que examino al rubio, a Harry lo inquietaba más el hecho de que su amiga se viera preocupada por Malfoy.
- ¿Qué pasa por qué me vez así? – le pregunto la castaña preocupada.
- No nada...- dijo Harry con una cara de pena. Hermione sabía que mentía y más después de lo que había pasado, todo sucedió demasiado rápido y solo en un minuto fue que todo acabo tan desastrosamente...
Draco se removió inconscientemente, otra vez había casi despertado, pero aun no podía abrir los ojos, pero aun así lo intento primero con uno, a pesar de sus esfuerzos so lo noto todo muy borroso, pero algo en aquel montón de bruma tenía sentido, reconoció la silueta de ella, si reconoció a Hermione, y al hacerlo fue como si se destapara lo que sea que había estado obstruyendo sus recuerdos y todo se le vino como en una avalancha...
El no lo entendía que estaba ocurriendo, todo él plan se había ido por la borda, todo simplemente ya no podía controlarlo.
- Por favor – dijo lo más claro que pudo Dumbledore, pero lo miro a los ojos, aquel anciano lo miraba a él y antes de saber qué rayos quería, sus labios se movieron en un silencioso aviso "tus padres están a salvo" eso fue lo que entendió, quizá estaba equivocado pero eso fue lo que entendía, eso significaba que ya no estaban en manos de Voldemort, pero por qué el director le decía eso?.
- Avada Kedavra! – dijo Snape sin algún sentimiento aparente, dándole de lleno en el pecho, el director cayo irremediablemente por el vacío creado por las escaleras, cayó hasta que su vieja y sabia apariencia fue desapareciendo mientras caía hasta quedar en una profunda y oscura negrura...el director caía en frente de sus ojos, mientras su tía invocaba con una risa loca la marca tenebrosa en medio del cielo.
- Lo mato! – llego corriendo, era Harry Potter, el muy imbécil venia a una habitación repleta de Mortifagos y sin ningún refuerzo, es que acaso ese tonto no entendía lo importante que era su pellejo?.
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Los guardianes del castillo
RomanceBienvenidos a mi primer fic! Hermione Granger y Draco Malfoy se ven envueltos en diversos conflictos y con la ayuda de unos inesperados colaboradores tendrán la difícil misión de acabar con el mal.