Capitulo 14

103 5 0
                                    

"Te odio"

Tras ver los juramentos que se hicieron Orión y Sirie mutuamente, Draco y Hermione se vieron arrastrados por el ya conocido remolino, Draco trato de agarrar a Hermione pero se encontraba demasiado lejos, ¿Cuándo se había alejado? Y ¿estaba llorando? Se pregunto, pero cuando ambos estuvieron apunto de unir sus manos, el remolino los trago y ambos cayeron en lugares diferentes.

Hermione miro a su alrededor pero no encontró al rubio por ningún lado, se lamento por su torpeza, ella se había alejado del él, al ver la escena quiso abrazarlo y no, eso no debía pasar, ella no podía abrazarlo así como así, suspiro frustrada y se levanto de el lugar en donde había caído, se dio cuenta que se encontraba en el mismo lugar, busco al rubio por todos lados, pero no lo encontró "seguramente cayó en otro lugar" pensó deprimida, vio a Sirie ella parecía preocupada, el lugar se veía diferente de noche, por el techo ingresaba una luz azulada que llenaba el lugar haciéndolo parecer algo de otro mundo, las luciérnagas que paseaban por allí y por allá, era un hermoso espectáculo natural.

- ¿Por qué no llegas? – decía Sirie con un nudo en la garganta, entonces Hermione se dio cuenta, Sirie esperaba fugarse con Orión - ¿será que te paso algo? – decía Sirie caminando de un extremo a otro de la cueva – que hago... - al parecer hablaba consigo misma, Hermione la vio morderse las uñas de preocupación, vio como Sirie se sentaba solo para ponerse de pie, al parecer ya no aguantaba más la espera ya que decidió levantarse y salir de la cueva, Hermione se limito a seguirla con un mal presentimiento.

- No Sirie! – le grito Hermione, sin conseguir detenerla, Sirie ya se encontraba subiendo las escaleras mientras llevaba una pequeña maleta

Sirie siguió caminando, cuando llego a una carretera por la cual pasaba una carrosa llevada por unos caballos se detuvo a su lado.

- Necesita que la lleven señorita? – le dijo un apuesto joven, no debía tener más de veinticinco, pelo castaño y desordenado.

- Eh? – pregunto Sirie hacía tiempo que no hablaba con nadie que no fuera Orión – me llevaría al pueblo – le pidió con cortesía.

- Claro suba! – el cochero salto al suelo y la llevo a la parte trasera de la carrosa, allí se encontraban otras personas, seguramente con el mismo destino de Sirie "el pueblo".

- Gracias – le dijo ella subiendo y sentándose al lado de una chiquilla de pelo castaño que la veía con tremendo odio.

- Sarah se educada – le dijo el joven a la chiquilla.

- hola – dijo Sarah, aun con resentimiento.

- Perdónala soy Stephen – dijo el joven ofreciéndole la mano, Sirie se la estrecho rápidamente.

- Sirie – respondio ella con una sonrisa.

- Es un placer Sirie – dijo Stephen subiendo al frente y reanudando la marcha del carruaje. Hermione que había subido apenas, se encontraba viendo a todas las personas, Sarah la Hermana de Stephen no dejaba de mirar mal a Sirie, al principio no lo entendió, pero tras ver bien a Sirie, noto que ella vestía un hermoso vestido de seda, claro Sarah era pobre y seguramente odiaba a los ricos. El carruaje llego al pueblo y todos se bajaron menos Sarah.

- Muchas gracias – les dijo Sirie despidiéndose.

- Eh! No nos has pagado – le grito Sarah, Sirie se giro y los miro apenada.

- Esto...yo no tengo dinero – dijo deprimida.

- Y crees que te vamos a creer...si vistes de ceda – se seguía quejando Sarah ganándose una mala mirada de su hermano.

- Basta Sarah nosotros no cobramos – Stephen regaño a su hermana – discúlpala...que tengas suerte – le dijo a Sirie, mientras se llevaba a su hermana.

Los guardianes del castilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora