Seamos algo

11

Me pongo una camiseta de Harry bajo a preparar el desayuno. El se está duchando así que tengo tiempo. Me recojo el pelo en un topo alto y abro la nevera para ver que puedo cocinar. Acabo decidiéndome por un par de huevos fritos, bacon a la plancha y café. Pongo la radio mientras cocino y empiezo a bailar al ritmo de la música. A los diez minutos ya lo tengo todo listo y lo sirvo en dos platos.

-Si que estás de buen humor -dice Harry detrás de mi.

Paro de bailar y me ruborizo, pero no puedo quitarme esa tonta sonrisa de la cara. Se acerca a mi y me rodea con los brazos, me da un beso en la nuca y un escalofrío me recorre el cuerpo, me giro y le beso en los labios.

-El desayuno está listo -digo.

Él coge los platos y los lleva a la mesa. Me siento enfrente de él.

-Esto está buenisimo -dice y toma un sorbo de café.

-Gracias -No puedo parar de mirarle.

El desayuno transcurre entre risas.

-No quiero que te vayas -dice finalmente.

-Mis padres se estarán preguntando donde estoy.

-Porfavor, quédate el fin de semana -suplica.

Acaba convenciéndome, la verdad es que no me quiero separar de su lado.

-Tengo una idea -digo.

-¿Qué? -parece emocionado.

-Llamaré a mis padres y les diré que me quedo en casa de Julia todo el fin de semana.

-Lista, guapa… ¿Tienes algo más? -dice riéndose.

-Todo lo que quieras -le miro a los ojos desafiándole.

-Me he dado cuenta de que no llevas nada debajo de esa camiseta…

Pongo los ojos como platos y noto que la sangre me sube a las mejillas. Se rie.

-Bueno y dejando las bromas a un lado ¿Estás bien? Quiero decir, por lo de ayer.

-Me duele un poco, pero estoy bien.

Me levanto y busco mi teléfono móvil.

-Será mejor que llame a mis padres -le saco la lengua mientras subo las escaleras y el se rie.

Me siento en la cama con las piernas cruzadas y marco el número de mi madre.

-Si, mamá, con Julia… Si, sus padres están de acuerdo… Es para hacer un trabajo… Siempre te quejas de que no salgo… Julia me deja la ropa, si solo son dos días, tranquila… Vale, nos vemos el Domingo, te quiero.

Después de mucho discutir la convezco y cuelgo. Tengo que llamar a Julia para que me cubra.

-¿EN CASA DE HARRY? -Pregunta eufórica.

-Shh, no chilles, si en su casa, solo necesito que me cubras.

-Pero, ¿cómo ha pasado? Quiero decir, ayer por la mañana estabas tan mal y hoy… ¡CUENTAMELO TODO!

-Ya te lo contaré el Lunes, si llama mi madre invéntate lo que sea, que me estoy duchando o cualquier cosa.

-Si, si tranquila… ¿Te dolio?

-¡Julia! Hablamos el Lunes.

-Está bien, adiós. -Noto su sonrisa al otro lado de la linea.

-Adiós.

Cuando bajo veo a Harry en el sofá. Me siento junto a él y me acurruco a su lado. Me besa la cabeza y cierro los ojos. Cuando estoy con él todos los problemas desaparecen.

-Todo arreglado, me quedo aquí el fin de semana.

-Te quiero tanto.

-Y yo a ti. Has cambiado toda mi vida.

Apoyo la cabeza en sus piernas y le miro a los ojos.

-¿Cuando fue tu primera vez? -Pregunto.

Parece sorprendido pero sonrie.

-Tenía 17 años, con una chica de mi instituto, fue horrible.

-Igual de horrible que la mia -me rio

-No te lo puedes ni imaginar -él también se rie.

-Ha sido perfecto.

-Contigo ha sido diferente.

-Oh, lo siento -bajo la mirada.

-No, no, quiero decir, ha sido mejor, con las otras fue solo sexo supongo, pero tu, contigo he sentido algo más.

Me siento aliviada y esa sonrisa vuelve a aparecer en mi rostro.

-¿Porqué te gusto?

-¿De verdad me estás preguntando eso?

-Lo digo enserio, ¿Porqué?

-¿Y porqué te gusto yo?

-Es diferente, tu eres guapo, alto, simpático, dibujas bien… Además, no cambies de tema.

-Está bien, eres guapa, tu personalidad,  toda tu, eres diferente a las demás.

-¿Y eso es bueno?

-¿No te lo he demostrado ya?

-Vale, pero no soy guapa, no digas tonterías y mi cuerpo, es horrible.

-¿Estas ciega? Eres la chica más guapa que he visto en mi vida.

-Si, claro.

-Eres jodidamente preciosa y tienes buen gusto musical -añade entre risas.

Me rio y le beso, me quita la camiseta, se tumba encima mio y todo vuelve a ser increible.

Por la noche pide pizza, cenamos en el sofá y no paramos de hablar, de reirnos y de besarnos.

-Creo que este es el mejor fin de semana de mi vida -le confieso.

-Lo mismo digo.

Cuando acabamos nos quedamos acurrucados en el sofá viendo una película, pero no me puedo concentrar estando entre sus brazos. Le paso la mano por encima del pantalón y él se queda quieto, le acaricio justo encima de su miembro y noto como su erección va creciendo, no dice nada, bajo del sofá y me arrodillo enfrente suyo, me mira con los ojos muy abiertos. Le bajo un poco los pantalones y él me ayuda a quitárselos, se los saco por los tobillos. Le vuelvo a pasar la mano pero esta vez por encima de los bóxers, lo noto duro, excitado, le quito los bóxers y le cojo el pene, está durisimo, lo acaricio, subo y bajo la mano en un ritmo constante, noto sus ojos pegados a mi, cuando tengo el valor suficiente le paso la lengua por la punta y veo que cierra los ojos, lo vuelvo a hacer y esta vez me lo meto en la boca, lo chupo suavemente, me lo meto todo en la boca y vuelvo a la punta otra vez, noto su excitación en su respiración acelerada y en los sonidos provenientes de lo mas profundo de su garganta. Sigo pasando mi lengua por su largo miembro.

-Voy a correrme, para -susurra.

Pero no le hago caso, cierra de nuevo los ojos y me lo vuelvo a meter hasta el fondo de la boca, vuelve a gemir y sigo haciendo lo mismo, succionando y chupando. Me agarra del pelo sujetándome la cabeza y llega al límite, grita y noto un líquido caliente en mi boca, bajando por mi garganta, me lo trago. Me aparto un poco y me paso la lengua por los labios, cuando levanto la mirada veo sus ojos clavados en mi.

-Dios _____, eres... eres increible.

Una sonrisa triunfal aparece en mi cara y me levanto de un salto, me siento a su lado y me besa.

-Ven aquí -Dice mientras me sujeta por las caderas y me sienta encima suyo.

Me quita la ropa y esta vez yo tengo el control, encima de él.