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Todo parecía haber mejorado, Julia y yo pasábamos el día juntas y no podía parar de pensar en Harry, pero en el fondo sabía que no era verdad, llevaba tiempo sin hacerlo pero volví a hacerlo, vomité. Cuando Julia se iba con Álex y yo me quedaba sola, esos momentos eran los peores, además llevaba una semana sin ver a Harry y no podía parar de pensar en él, no verle me dolía, hasta el punto de no poder soportarlo, era débil y lo sabía pero no podía aguantar yo sola. En casa todo se volvió más díficil, me pasaba el día discutiendo con mis padres y llorando sola en la oscuridad de mi habitación. Solo podía olvidarme del mundo con la música a todo volumen sonando en mi cabeza. No podía dejar que Julia supiera lo que me pasaba, no quería que se volviera a preocupar por mi, me sentía como un estorbo.

Es viernes, Julia tiene una cita con Álex pero yo no puedo quedarme más encerrada en esas cuatro paredes, ya no me quedan lágrimas. Mis padres están viendo la tele, bien, no se darán cuenta de que he salido -pienso-. Salgo a la calle y camino unos minutos bajo el oscuro cielo, al rato me siento en un banco, me noto las mejillas frias y la cabeza pesada, el dolor de cabeza es insoportable, me pongo los auriculares y empiezo a pensar a ritmo de Coldplay, en el instituto, en mi familia, en Harry... Cuando ya no me queda nada con lo que comerme la cabeza me doy cuenta de que no he cenado, pero no tengo hambre. Empiezo a llorar, todos los sentimientos acumulados salen y no puedo parar, son sollozos, sollozos llenos de dolor y sufrimiento, ¿Quién dijo que la adolescencia era la mejor parte de la vida?

Diviso los faros de un coche a lo lejos, no les muestro importancia hasta que el coche aparca enfrente de la casa de Harry es él, es su Audi rojo.

No puede verme así, no quiero verle -Pienso mientras intento calmarme, pero es imposible- Me tapo la boca con la mano de la sudadera e intento silenciarme, pero todo empeora cuando sale del coche y lo veo, está más guapo que nunca -o eso creo- Alomejor es que llevo demasiado sin verlo, alomejor lo había olvidado -ojalá-.

Me ve. Fija sus ojos en mi y pone cara de preocuoación -una mezcla de dolor y tristeza- se horroriza cuando me ve y empieza a correr hacia mi.

No quiero -pienso- Vete -Pero no puedo hablar, las lagrimas me lo impiden-.

Cuando está cerca grita mi nombre.

-¡_____! ¿______ QUÉ TE PASA?

Al oir su voz me siento mucho peor y empiezo a llorar desconsoladamente -Me tapo la cara con las mangas- No quiero que me vea así.

Él se sienta a mi lado y me mece en sus brazos, ahogo los sollozos en su pecho y pronto se convierten en gemidos. Me acaricia el pelo suavemente y me susurra:

-Tranquila, estoy aquí, ____ no llores porfavor, no puedo verte así.

Esas palabras me hacen llorar aún más.

Cuando porfin paro, han pasado minutos, horas, aunque entre los brazos de Harry parecen segundos. Él no dice nada, sigue acariciándome el pelo y protegiéndome con sus brazos, parezco un bebé, pero no quiero separarme de él, de su calor, de su olor...

-Lo siento -susurro-.

-Shh, todo está bien tranquila.

Pasamos así un buen rato más, acabo sentándome en su regazo y le miro a los ojos, a esos profundos ojos.

-No soporto verte así, dime que te pasa.

-No lo sé -cierro los ojos, he parado de llorar pero los noto hinchados-.

En ese momento me doy cuenta de que es de noche, de que las estrellas han salido y la luna nos ilumina.

Algo cambia en el ambiente, entre nosotros, los ojos de Harry parecen electrizados y el corazón me va a mil, él también lo nota. Abro ligeramente los labios y él acerca su cabeza a la mia, noto su aliento cerca mio y nuetros labios se juntan.

Ojalá pudiera parar el tiempo, justo aquí justo en este momento.

Seamos algoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora