IV- LA OTRA YO

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La luna se encontraba en su punto más alto, había poca nubosidad y los grillos recitaban una melodía hipnotizante, entre la tranquilidad que el bosque emanaba me encontraba yo, con un pánico extraño y aplastante; con violencia y con desenfreno me deslizaba entre los arbustos más voluminosos y con agilidad casi sobrenatural rodeaba las ramas de los árboles más pequeños y bajos, no lograba recordar la razón del porque huía tan deprisa, pero los sentimientos dentro de mí me obligaban a continuar, como hilos que mueve un titiritero.

A lo lejos, pude observar un par de ojos furtivos y brillantes que reflejaban la luz de la luna con ferocidad, su silueta se perdía entre la inmensidad de la vegetación y me perseguía con ansias, maltratando la hermosa flora a su paso.

El bosque parecía extenderse hasta la infinidad, pero cada vez me sentía más sofocada, mi cabello se adhería a mi cara con brusquedad debido al sudor y algunas lágrimas que habían atestiguado mi huida, estaba ciertamente exhausta así que me detuve en seco, mi respiración era intranquila, casi ineficiente así que me tomó un poco de tiempo volver a la normalidad. Pude observar un poco mejor el panorama mientras esperaba a que mi persecutor llegara. La luna reflejaba de forma exquisita las flores que brotaban de los inmensos arbustos que se extendían hasta opacar el cielo nocturno.

Frente a mí se encontraba un bello paraje lleno de árboles con ramas hermosamente construidas, arbustos con flores exóticas tal vez inexistentes en la realidad y en medio de todo aquello una silueta pequeña y maltratada me miraba con odio y con desdén. Era un poco más pequeña que yo y llevaba la ropa rasgada y llena de lodo, su cabello le cubría gran parte del rostro y solo dejaba entre ver unos ojos color almendra que aún y con el relejo de la luna presente en ellos se notaban opacos y vacíos, tan carentes de vida.

Atine a acercarme a ella lentamente, aún y que estuve huyendo de ella no me inspiraba ninguna sensación de temor, su respiración se notaba violenta y entrecortada quizá por el intenso recorrido que habíamos hecho o por la incomodidad en general, yo decidí aproximarme lenta y constantemente pero a medida que lo hacía se podía notar como su alteración iba incrementando, me detuve un momento frente a ella, estábamos muy cerca así que podía notar las pequeñas hojas incrustadas entre sus cabellos y con el riesgo de sonar demente incluso se veía linda desde esa perspectiva. Pude notar que su cabello estaba lleno de lodo y no era negro como lo había pensado sino de un tono que por la oscuridad solo puedo definir como cobrizo oscuro.

En un intento por desvelar todas mis dudas retire rápidamente el cabello que le cubría gran parte del rostro y fue ahí cuando dos grandes zumbidos me atacaron por sorpresa. El primero fue el hecho de ver que era completamente idéntica a mí a excepción de una cicatriz que le nacía desde un punto alto del rostro y le traspasaba el ojo derecho, no tuve mucho tiempo para analizar nuestro parecido cuando el segundo impacto llegó, un grito ensordecedor proveniente de ella que me hizo caer de lleno hasta el suelo; era penetrante, estrepitoso y rechinante, y aunque intentaba cubrir mis oídos seguía escuchándolo claramente.

— ¡BASTA! — grité con exasperación en la inútil búsqueda de detener aquella locura— mantuve los ojos cerrados con tal fuerza que me dolía gran parte del rostro. El grito martilleante se transformó en un silencio casi palpable en el aire, pesado y conflictivo así que con miedo abrí los ojos lentamente.

Las cortinas danzaban a merced del fuerte y fresco viento que se colaba por el ventanal de mi habitación y tal y como en el sueño la luna estaba alta, las sabanas de mi cama se sentían frías, casi invernales y me encontraba extrañamente empapada en sudor. Nada a mi alrededor se encontraba fuera de lugar, incluso mi móvil seguía conectado como yo lo había dejado. La noche se sentía tranquila, pero me quede perpleja mirando a la nada. Estaba realmente asustada.

Me puse de pie para cerrar el ventanal y al bajarme de la cama pude notar que el piso estaba tibio, era chocante dado que todo lo demás estaba envuelto en un frío extenuante. Ya frente al ventanal me quede un rato viendo la casa de enfrente, era grande y oscura y aunque sabía qué hace un tiempo que estaba siendo rentada nunca vi ninguna luz encendida o escuche a alguna persona saliendo de ahí y en general la casa daba mala impresión por la noche.

El bosque que se encontraba detrás de las casas del barrio era casi igual de intenso que el de mi sueño, pero en el ya no había tanta vegetación pues habían rociado herbicidas para controlar a los insectos que vivían en los arbustos más frondosos. Era una lástima en realidad porque ahí solíamos jugar de chicos los niños del barrio. Sin darle mayor importancia me dispuse a dormir por fin, sacudiendo un poco la cabeza para alejar todas esas ideas extrañas de mí.

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Hola queridos extraterrestres, aquí su alienígena de confianza 7u7

Pues primero que nada muchas gracias por leer hasta aquí, sé que es desconcertante que este todo el rato cambiando la historia, pero creo que es para mejor y de esta forma lo entenderemos y disfrutaremos todos mucho más!

🙋Quiero decirte que te amo con todo mi corazón de otaku y que dejo un pedazo de mi alma en cada capítulo para que puedas leerlos y te agradecería que siguieras junto a mí en este recorrido

🌼🎉Recientemente llegamos a las ¡¡390 lecturas! !y aunque parezcan pocas yo estoy super emocionada porque nunca creí que ninguna persona llegaría a leerse todos los capítulos, incluso cuando no estaban tan bien escritos, así que muchas gracias por eso.

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💜 Dale mucho amor a mi bebe y gracias de nuevo UwU 💜

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