Ivy Baskerville (Iniss226)

454 31 23
                                    

¡Chicos! Aquí con otra entrevista entretenida e interesante, esta vez a la ganadora del ¡1er. lugar del concurso "Cupido a la orden"! :D

1. ¿Cómo fue que te inspiraste para crear tu relato "Desde las sombras"?

En realidad no pensaba hacer el relato. Estaba escribiendo el capítulo trece de mi historia principal y tuve la necesidad de incluir el diálogo:

"—¿A qué le temes?
—A lo incontrolable."

Pero no encajaba con ese momento del relato, aunque estaba hablando de los personajes que quería que tuvieran esa conversación. Lo dejé como "diálogo pendiente", abrí el correo para distraerme hasta que se me ocurriera cómo darle un lugar, y vi el concurso. Automáticamente se me ocurrió la historia completa (el principio, el final, las razones, las expresiones, el ambiente). Busqué información sobre Kladno y algunas imágenes para hacerme bien con el escenario (coincido con Umberto Eco cuando dice que Praga es una ciudad mágica, pero preferí buscar una cercana porque es muy usada y sentí que iba a quitarle lo "diferente"). Y empecé a escribir.

2. Y, ¿tienes planeada, en algún futuro continuarla o dejarla con el final que ya tiene?

Planeo dejarla en su lugar, así como está. Puede que algún día haga un conjunto de relatos utilizando el mismo tipo de narración y de extensión similar. Por lo pronto, mi mejor proyecto para "Desde las sombras" es escribirla a mano en los bordes de un anotador artesanal que quiero regalarle a mi hermana por su cumpleaños. Adoro regalarle cosas que nadie más puede tener.

3. ¿Cuál es tu género preferido, y por qué?

Me resulta difícil tener un género preferido, pero el suspenso puede complementar cualquier relato, y nunca está de más. Incluso puede manejarse de diferentes maneras y eso habla mucho de las capacidades del autor de mantener el misterio. Me gustan mucho las policiales, pero más que nada cuando incorporan cuestiones médicas (soy una fanática empedernida de Robin Cook). Sin embargo, prefiero escribir sobre fantasía y cosas sobrenaturales. También me interesa mucho la ciencia-ficción (tengo un par de proyectos a futuro). Como ven, no puedo encasillarme en un género ni para leer ni para escribir. Simplemente tiene que contar una buena historia, y tiene que hacerlo de la mejor manera posible.

4. ¿Cómo fue que comenzaste a escribir?

Entre los catorce y los dieciséis escribía relatos de una página, más por desahogarme que por vocación. En esa época intenté probar de todo: compraba porcelana para hacer figuras y adornos, pero no tenía la paciencia suficiente, y pintaba con acrílicos en tablas de madera, con las que después hacía cajas (todavía las tengo). Había probado la danza, pero mi academia cerró y yo no quería otra. Mis deseos de aprender a tocar un instrumento tuvieron que esperar, y recién ahora puedo hacerlo. En aquel momento ya tenía definido que quería seguir en el camino de la ciencia, pero necesitaba algo artístico para complementar. Entre los dieciséis y los diecisiete me nació hacer una historia como regalo para dos amigas (en la que sigo trabajando), y después de eso las ideas comenzaron a llover. Es el proyecto más serio que tengo hasta ahora, y espero que sea lo menos serio que haga de ahora en adelante.

5. ¿Nos puedes decir algunas cosas que has aprendido como escritora?

No como “escritora”, que es un título muy grande para alguien que todavía se queda sin palabras con frecuencia, pero sí puedo decir lo que aprendí como aficionada. En primer lugar, nunca hay que basar un personaje en alguien de la vida real (a menos que sea estrictamente necesario). Las personas tienen secretos que pueden no gustarnos, y no vale la pena sacrificar un proyecto por una similitud. En segundo lugar, aprendí a no desechar ideas. Si algo no encaja, se pospone, se pone en pausa, pero no se abandona. Para el escritor no puede existir la papelera, sino el cajón de “pendientes” (y qué mejor ejemplo que lo que me pasó a mí con este diálogo que no tenía lugar). También aprendí a no hacer un personaje malo o bueno “porque sí”. Todo tiene una razón. Las personas las tenemos, y a veces pueden parecer lógicas o irracionales según quién las mire, pero son razones al fin y al cabo. Todo tiene que tener su justificación. Otra cosa que aprendí es a ser dueña y señora de mi creación. Con esto quiero decir que los escenarios tienen sus planos, los personajes tienen características reales, las mascotas tienen hábitos propios. Armar una historia es armar un mundo, y uno no puede limitarse a hablar de un único punto. ¿Hay una casa? ¿Cómo es? ¿Cómo está decorada? ¿Hay algo importante que la hace diferente de las demás casas? La descripción es lo que le dice al lector que está en nuestro mundo, no en el suyo, porque impedimos en parte que imagine aquello a lo que está acostumbrado. Y creo que mi mayor aprendizaje en este corto tiempo fue descubrir que las palabras tienen que tener belleza. La literatura es el sexto arte, lo que significa que tiene que movilizar a quienes están en contacto con ella (tanto leyendo como escribiendo). Si las palabras tienen fuerza y belleza, los primeros pasos del camino están dados.

WatterviewsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora