Capitulo 4

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CAPITULO 4

Esa mañana se levantó temprano ayudo a su madre con los quehaceres y se dispuso a ir a la otra época, cargo en su vieja y ya conocida mochila amarilla algunos obsequios, sería una buena excusa ir solo un momento a visitarlos.

Pero sus intenciones eran otras, debía resolver lo de Sesshomaru cuanto antes.

¿Cómo es posible que el este aquí? Sera mejor darme prisa-salto al pozo, apareciendo en pocos minutos al otro lado- Esperen un momento si le digo a Inuyasha sobre su hermano será mucho peor... se enojara y tendré que verlo todos los días en mi época eso si es que no me obliga a quedarme aquí... pero yo no puedo dejar a mi familia con el... que voy a hacer si Inuyasha va sería de gran ayuda pero... así nunca podré olvidarme de él y volveré a tener problemas con Kikyo.- meditaba la joven azabache sentada al borde del pozo- si quizás sea lo mejor pedirle ayuda a ella-se puso de pie y camino lentamente hasta la aldea de la anciana Kaede donde seguramente encontraría a sus amigos, y así fue diviso a lo lejos a Shippo jugando con una niña, a medida que se acercaba podía divisar el kimono naranja a cuadros que esta tenia- pero si es la pequeña Lin... no puede ser ellos ya deben saber que Sesshomaru...

KAGOME!!!-grito el pequeño zorrito corriendo a toda velocidad hasta ella, saltando en sus brazos la miko lo recibió sonriente depositándole un beso en la frente-Que bien que ya estés de vuelta.

Mi pequeño Shippo ¿cómo has estado? Y los muchachos-pregunto con el pequeño arriba de su hombro.

Están con Kaede.

Señorita Kagome-saludo la pequeña

LIn hola ¿qué heces aquí?-pregunto fingiendo sorpresa.

Espero a que el amo Sesshomaru regrese-respondió un poco tiste al no tener noticias de él.

¿A que regrese?

Kagome amiga ¿ha vuelto más pronto de lo que me imagine?-hablo Sango desde el umbral de la puerta, saliendo seguida por Miroku.

Es que los extrañaba-respondió apenada-les traje uno regalos.

No era necesario señorita-Miroku que con un rápido movimiento le quito la mochila y se puso a hurgar dentro de ella.

¿Miroku qué crees que estás haciendo?-regaño acercándose súper enfadada al ex monje Kagome sonrió de improviso.

Pues buscando mi regalo Sanguito- respondió tocando una de sus nalgas

Pervertido-PLAFFF

¡Muchachos!-grito a pocos metros el hanyou acompañado de la anciana y Kikyo estas dos traían hierbas e Inuyasha dos sacos de arroz.-Kagome que haces aquí.

La señorita Kagome vino a visitarnos-respondió la pequeña.

Salúdala bien perro tonto-regaño el zorrito dese el suelo, recibiendo un puñetazo en la cabeza-HAAAAY porque me pega tonto.

No tienes por qué decírmelo-respondió soltando los sacos para abrazar a su amiga-me alegra que hayas venido.

Gracias-fue lo único que respondió la mirada celosa de Kikyo la ponía nerviosa- Etoo... Inuyasha ya puedes soltarme-hablo apenada.

100 días con ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora