CAPITULO 10
Todo era un una pesadilla, su vida se avía vuelto una locura, se familia estaba en quiebra, ella solo quería ayudarlos, era lo único que importaba, se juró así misma que pasara lo que pasara no se arrepentía de haber conseguido un trabajo.
Y maldecía el momento en que decidió tomar ese camino, ella jamás lo hacía. Y estaba tan sola, Inuyasha ya no estaba a su lado para protegerla, no como antes.
Y ella seguía siendo débil, podía derretirlos si fueran Youkai pero no siendo humanos, sus poderes no surgían efecto en ellos, que irónico pensar que ella utilizaba sus poderes para ayudar a personas como ellos, y ahora eran esa misma raza la que intentaba arrebatarle lo más pesiado que poseía.
Le daba la razón a Sesshomaru en esos, no todos los humanos merecían ser salvados, en especial estos.
¡Deja de llorar!-la amenazo el de atrás pero le resultaba imposible, un olor familiar lego a sus narices, licor.
Por favor-los sujeto s estaban ebrios.
Comenzó a moverse desesperada, cuando los botones de su camisa salieron desprendidos.
Eres preciosa-se escuchaba una y otra vez mientras pasaba sus pegajosas manos por su cuerpo, el llanto aumento-¡silencio!
Un fuerte puñetazo, recibió en el rostro pero ella no desistió continuaba resistiéndose, aun cuando la lengua era pasada sobre sus pechos y sus manos dibujaban un camino hacia su intimidad.
Lo alejo dándole un rodillazo en la ingle, pero eso logro enfurecerlos aún más, cuando se incorporó le dio otro golpe, lastimando su labio inferior, un hilo de sangre bajo por su rostro.
La arrojaron sobre el duro suelo, ella no podía hacer más que llorar, desconsolada.
Te are sufrir perra-le dijo el de atrás, sujetándole las muñecas para que su amigo continuara-hubiéramos sido gentiles contigo...
Aunque su boca estaba libre y podía gritar, no lo hacía no les daría el placer de verla suplicar otra vez y aunque lo hiciera estaba segura de que no la escucharían. "Sesshomaru" pensó queriendo ver una vez más al Youkai.
Seré el primero-anuncio el otro mientras se quitaba los pantalones.
Si-respondió el de atrás riéndose de ella-después me toca a mí lindura
Puso resistencia al no abrir las piernas ero la diferencia de fuerzas era grande.
Tanto su sostén como su ropa interior fue arranca, la dentadura blanca y la sonrisa de aquel observo mientras se posicionaba entre sus piernas.
Cerró los ojos con fuerzas, no quería ver su mirada de satisfacción, cuando le quitara lo más preciado que tenía.
"¡Sesshomaru!"-pensó y grito al mismo tiempo, con los ojos cerrados Recibiendo un golpe en el estómago.
Espero, pero no sintió nada, sentía sus manos libres, pero no quería abrir los ojos.
El ruido seco de un cuerpo al caer, llamo su atención, lentamente abrió los ojos, y lo vio Sesshomaru estaba de pie frente a ella, sus ojos estaban enrojecidos y los cuerpos de los maleantes yacían en el suelo.
¡Sesshomaru!-grito y se aferró a él llorando, no supo en qué momento él se apareció y acabo con ellos, pero estaba infinitamente agradecida con él.
L abrazo sin pensarlo, deseaba con todo su ser protegerla, que su llanto fuera cambiado por una de sus sonrisas, o que gritara aun que le costara un oído, no soportaba verla así.
Cuando olio la sangre de la miko, la furia la domino y sin pensarlo, corrió en busca de ella mataría a los que se atrevieron a hacerle daño.
Sus ojos se volvieron rojos no imagino ver aquello y sus garras no esperaron órdenes para moverse.
Con su látigo mato al que la sujetaba y atravesó con su mano izquierda el estómago del otro haciéndolos volar por el aire, cayeron sin vida a sus costados.
La sangre de aquello resbalaba por sus uñas, él no se detuvo hasta que dejaron de moverse.
Se quitó la remera y se la dio para que tapara su desnudes, luego la alzo en brazos y regreso a la casa, nadie estaba despierto a esa hora, la dejo en su habitación unos minutos ella aún seguía llorando y su rostro estaba muy golpeado y comenzaba a hincharse.
Cuando regreso la tomo en brazos ella no pregunto ni dijo nada, confiaba en Sesshomaru sabía que él no le aria daño.
La puerta del baño se abrió la tina ya estaba lista.
Gracias-susurro cuando la deposito en el suelo.
No es nada-respondió y salió para darle privacidad.
Pasaron los minutos y cando ella salió, la esperaba sentado en el mismo rincón de siempre, el olor a esos humanos ya no estaba en ella.
¿Te encuentras bien?-pregunto observando cómo los moretones se formaban en su bello rostro.
Sí, no es nada-respondió tocándose la parte afectaba, camino y se sentó en su cama.
El solo la observaba, aún estaba intranquilo ya que le tomaría tiempo recuperarse, su preocupación aumento el brillo en sus ojos se opacaba.
Él no quería que eso pasara, deseaba que eso cambiara, le gustaba como era gritona, terca y mandona, esta mujer no era ella, se veía tan débil que sentía ganas de cuidarla desde hasta el mismo viento.
Buenas noches Sesshomaru-se despidió ella, cerrando los ojos el no respondió pues nunca lo hacía.
La madrugada llego, al igual que las imágenes de esos sujetos queriendo violarla, se movía y lloraba entre sueños, llamaba por el todo el tiempo, se levantó dispuesta a despertarla cuando ella reacciono.
NO-se aferró al pecho del demonio-Sesshomaru, no dejes que me hagan daño-rogaba con los ojos cerrados temblando asustada-Sesshomaru.
Fue en ese instante cuando el mando al diablo su orgullo y dijo algo que ninguno se esperaba
No dejare que te lastimen-la frece sonó como un murmullo, muriéndose en el aire, esta vez ella no lloraba de miedo sino de felicidad, oír esas palabras la llenaron de dicha y él se sintió bien al decirlas.
Los segundos pasaron en cámara lenta hasta que ella rompió el silencio.
¿Sesshomaru?-llamo y sus mejillas ahora no ardían por el golpe sino de pena.
HMP-fue lo único que dijo ara hacerla entender que la escuchaba.
Podrías-podrías dormir conmigo esta noche-la miro como si le hubiera salido otra cabeza, el rostro de Kagome estaba como un tomate y sus ojitos brillaban de inocencia.
Se dio cuenta de que era capaz de todo por mantenerlo ahí, ese pequeño brillo.
De acuerdo-respondió, la vio sonreír feliz y darle lugar en la cama
Se acomodó a su lado ella en cuestión de minutos se quedó dormida, esta vez no tubo pesadillas, él estaba ahí para cuidarla y Sesshomaru como nunca en sus 200 años se sintió tan tranquilo hasta que al fin termino durmiéndose.
En la mañana el paisaje era el más hermoso, aquel cuadro en la habitación de una pequeña miko siendo abrazada por un demonio, ambos tan tranquilos asta felices, como si no existiera nada más a su alrededor.
Continuara...
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100 días con ella
FanfictionSesshomaru viajara por error o mejor dicho por arte de magia a la época de kagome, y al no poder volver tendrá que pasar 100 días con ella. Ante sus ojos descubrirá un mundo lleno de aparatos extraños e infectado de humanos, y los demonios ya no exi...