Yo seré tu sol [Cristiana]

Capitulo 11

-Un día cualquiera, en una ciudad cualquiera-

"Habla conmigo, ábreme tu corazón. ¡No voy a dejarte solo en medio de esta situación!"

Yo seré tu sol (Redimi2 feat. Tercer Cielo)

A medida que la charla avanzaba, las cosas se ponían incómodas.

-Venga, Rafa... -Susurró el chico pálido soltando un corto suspiro y, estirándose, le dedicó una mirada insistente-Háblame, dime algo, por favor. -Pidió con tierna dulzura y, ante tal acto de interés, Rafael no pudo evitar sollozar un poco.
Es decir, aquel chico que conocía hace tanto tiempo cada día parecía sorprenderlo más. Ya se había pasado dos pacientes y largas horas tratando de entablar una conversación con él. ¿Lo más increíble? Seguía intentando.

El muchachito pálido tomó las manos de su amigo con un amor bondadoso, sensible y sincero. Sin demostrar raíz alguna de rudeza susurró:

-Vamos, amigo. Estoy aquí para escucharte -Otra vez, Rafael soltó un sollozo infantil y unas lágrimas débiles le resbalaron por los ojos. Era frustrante terminar llorando siempre.

-No puedo contarte.

-¿Por qué no?

-Tú no podrías entenderlo. Es complicado

-Bueno, tal vez puedas descomplicarlo para mí ¿No? -Una pequeña risita se escapó de los labios del joven y, alzando la mirada, se cruzó con unos brillantes ojos que esperaban su respuesta.

-No se si puedas entender. Es decir, tú nunca haz pasado ninguna necesidad, nunca te maltrataron, ni te rechazaron...

-Ja... Si supieras...

-¿Qué quieres decir?

-No te había dicho esto antes, Rafa. Pero... La primera vez que llegué a este lugar en representación de mi Padre... -Otra risita se escapó de sus labios-. A los religiosos no les gustó nada... Me maltrataron muchísimo, incluso intentaron matarme. Pero mi Papá no permitió que lo lograran, al menos no eternamente.

Rafael se quedó mirando, incrédulo, al que era su mejor amigo.
-Eso es ridículo ¿Quién querría lastimarte a ti? Eres el mejor ser humano que conocí en mi vida... -Expresó abiertamente, pues había aprendido a soltarse delante de él. La atmósfera seguía presente.

-Gracias, verás... Las personas justas nunca concuerdan con las injustas. Precisamente porque las injustas no pueden llegar a ser lo que las justas sí... -Explicó calmadamente-Ahora, volviendo al tema... ¿Puedes explicarme que fue lo que pasó...?