Solo Tú

CAPITULO I: Día de Encuentros

Un día como cualquiera, saliendo tres horas antes como como de costumbre para llegar a tiempo la oficina, Yuuri Katsuki se encontraba en el subterráneo, mientras veía su reflejo en las oscuras vidrieras del vagón, pensaba melancólicamente si algún día podría conseguir estar junto a su familia nuevamente desde que los dejo hacer algunos años para conseguir mejores oportunidades de trabajo fuera de su país. Mientras se encontraba ensimismado a causa de su melancolía es súbitamente interrumpido por unas manos intrusas que le tocaban y magullaban su voluptuoso trasero y éste tratando se zafarse inútilmente es acorralado con más fuerza, y con miedo a mirar de quien se trataba solo mira a los lados rezando dentro de sí que alguien lo salve... un rubio de ojos de soldado y ceño fruncido se encontraba observando el acontecimiento y reaccionando de forma violenta lanza una fuerte patada al acosador derribándolo al suelo, conmocionando a la multitud que reacciona escandalosamente hacia el rubio, el cual con su delgado cuerpo moviéndose de forma amenazante hacia aquel acosador lanza una patada nuevamente dirigida a su estómago dejándolo sin aire, y delatando con una voz declarativa que era un acosador, al darse la vuelta para ayudar a Yuuri quien se encontraba con sus piernas desmayadas en el suelo, le extiende su mano para levantarse. Y cuando estaba a punto de ser atacado por acosador, es detenido repentinamente por guapo hombre de tez morena y ojos profundos, que le toma de los brazos haciéndole llave para que no se pueda zafar, siendo esto alertado al conductor del subterráneo y avisado a la policía, se detienen en la estación más cercana...

Yuuri: gra-gracias! Me salvaron –en posición inclinada agradeciendo profundamente el gesto al llamativo rubio.

Yura: acaso eres un cerdo!? Serás idiota? Te atreves a dejarte manosear y no hacer nada al respecto?

Yuuri: lo-lo siento! –aun inclinado debido a la vergüenza.

Yura: págame con comida!

Yuuri: uhm... qué? –creyendo que había escuchado mal.

Yura: acaso no me darás una recompensa cerdo estúpido? –reclamando altaneramente.

Yuuri: oh.. oh sí! Lo hare! M-mi tarjeta... -extendiéndole su tarjeta de contacto.

Yura: -tomando la tarjeta, le sonríe de forma confiada, leyéndola y colocándola en su bolsillo le hace una mueca de fastidio – con que te llamas Yuuri! –contesta de forma sorna

Yuuri: si! E-ese es mi nombre...

Yura: dos Yuris son demasiado cerdo! Si vas a ser un llorón en situaciones como esta entonces no te atrevas a seguir viviendo imbécil!

Yuuri -al ver la preocupación disfrazada de amargura en aquel menor se sintió enternecido hacia aquella acción y abalanzándose sobre él le abraza y acaricia sus rubias melenas dando esto una vista enternecedora. –te estoy muy agradecido Yuri...

Yura enrojecido debido al atrevimiento de este al abrazarle no le causo incomodidad sino más bien sorpresa debido a que le recordaba a los abrazos de su abuelo quien había partido hacia dos años dejándole solo en el mundo al cuidado y vigilancia de su antiguo vecino quien tenía mucha influencia y le patrocinaba en todo lo que necesitara, dejándose llevar por el gesto que el mayor le ofrecía unos largos segundos, este se siente observado por un alto y guapo modelo que les veía desde cierta distancia, y apartándose súbitamente de aquellos brazos vuelve a su personalidad huraña,–aléjate cerdo! me asegurare de recibir una excelente paga – contesto Yura de forma soez enterneciendo a ambos observadores.

Otabek: -acercándose a ambos Yuris y hablando de forma directa al mayor –señor ya fue resuelto su caso, puede retirarse sin ningún problema...

Yuuri: -inclinándose ante el moreno –Gra-gracias! Les debo mis más sinceras disculpa por haberlos metido en este pro-problema... no sé cómo agradecerles!