-Hasta cuando piensas perseguirme maldito!???
Gritaba Yuri en la entrada de su facultad, a lo que el moreno no se inmutaba por aquello sino que continuaba su camino detrás de este, desviándose minutos después a la facultad de publicidad y comunicación haciendo que Yuri suspirara cansadamente, pues ya se sentía bastante colmado con la atención que este le daba desde lo acontecido aquella noche el cual estaba tratando de olvidar a toda costa, aunque no podía evitar sonrojarse pues debía de admitir que aquel dios griego tenia lo suyo y pues muy internamente se planteaba volver repetirlo pero como todo gato orgulloso y arisco se sacudía la cabeza para evitar que esa clase de pensamientos siguieran haciendo estragos en su ser que ya se encontraba bastante perturbado.
Llegando a su salón para la clase de economía internacional junto Minami quien estaba en esa misma clase junto a él, le ve muy sonriente embelesado a la pantalla de su celular, el cual no prestando mucha atención aquello presta atención a su clase; terminando la hora para salir a la zona de la cafetería se encuentran a lo lejos con Pichit quien muy alborariamente se acera hasta ellos, y sentándose todos cerca de la entrada y habiendo ordenado cada cual lo suyo Pichit sonriendo maliciosamente le muestra una foto a Yuri que lo hace querer darse un tiro de forma literal en ese momento, pues Pichit le muestra cómo se encontraba el de forma muy animosa y subida de tono con un moreno la noche de la fiesta el cual el desapareció dejándoles solos a él y a Minami.
Yuri no pudiendo ocultar su sorpresa ante aquella prueba que su amigo le encaraba, se recuesta sobre la mesa ocultando la rojez de sus mejillas que ardían como fuego pues súbitamente le trajeron a su cabecita todo lo acontecido esa noche con el dueño de sus canciones y autor del hecho. Pichit quien no dejaba de burlarse de Yuri, nota que Otabek venia entrando a la cafetería rodeado del acostumbrado sequito de mujeres que le seguían a todas partes a causa de su popularidad, y el tailandés agitando a Yuri para que este le viera, este se negaba a mirar, siendo tan insistente, pues Pichit era un poco provocador, hace que este se levante por un par de segundos para propinarle un golpe sobre su brazo, el cual Otabek notando que este se encontraba allí, ve desde la distancia que el rostro de Yuri está muy rojo y acercándose sin prestar atención a la situación toma al rubio como un saco de papas sobre sus hombros y sacándolo del lugar a cuestas y a gritos de parte del furioso ojiverde se lo lleva a la enfermería, donde revisándolo después de unos minutos sobre la camilla del recinto, le suministran suero y un calmante debido a lo alterado que se encontraba y que también mostraba signos de agotamiento quedándose dormido un par de minutos después.
Dos horas habían pasado y el rubio despertaba lentamente sintiéndose extrañamente bien por las caricias propinadas de parte de aquel que le acompañaba, y reconociendo el rostro del moreno manotea su mano haciéndole un gesto de desaprobación a lo cual el mayor solo sonrió. Debido a que el sol estaba pesado y Yuri se quejaba de un comprensible dolor de cabeza, ambos salen del salón de enfermería, acompañando Otabek a Yuri hasta el estacionamiento, el moreno acercándose a una moto bastante llamativa de color negro y mucho estilo, le extiende un casco a sus manos, indicándole que se lo ponga, por lo que este mirándole con su rostro le expresa una pregunta clara, que el kazajo interpreto a la perfección.
-Quieres que te lleve o no?
Asintiendo Yuri torpemente, se dispone a colocarse el casco cuando las manos de Otabek le tocan sutilmente haciéndole arder las mejillas, y subiendo a la moto ambos salen rumbo a la casa del rubio quien el moreno se encargo de aprender debido a que procuro preguntar por el rubio a sus amigos y estos no dudaron en dar la información, sobre todo Pichit quien era el que conocía del moreno y la fascinación de Yuri hacia este. De camino Yuri aun cansado y somnoliento por el calmante suministrado horas atrás se apega al lomo del kazajo y apretándole de su cintura, porque aunque no lo reconociera, jamás se había montado en una motocicleta y sentía miedo. Llegando minutos después del recorrido, los cuales les parecieron un poco eternos al rubio, Yuri se baja rápidamente de la motocicleta entregando el casco a su dueño, y el kazajo rosando su mano intencionalmente haciendo estremecer al ruso, este se suelta rápidamente alejándose, pero el mayor tomándole del brazo le detiene y jalándolo hacia él quedando ambos frente a frente y Yuri completamente con la guardia no cavilaba en lo que acaba de suceder, pues Otabek le besaba en los labios delicadamente como si en cierto modo le pidiera quedarse con él, dejando esto a un Yuri sorprendido y sin armas para negarse a aquel deseable beso.
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Solo Tú
FanficSoy el rey de los negocios y consigo lo que me propongo, fueron los pensamientos del gran Viktor Nikiforov al ver a Yuuri Katsuki retarle con su mirada en horas de trabajo, pero lo que no sabía sobre su asistente le hará cambiar? El encuentro de una...