CAPITULO II: ¿Es esto un error o destino?

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Yuri Plitesky luego de decidir después de una dura batalla campal en su mente para la escogencia de la pista que usaría en su próxima presentación para las competencias se encontraba terminando de practicar algunos saltos los cuales necesitaba pulir, saliendo sin mirar a nadie de aquel lugar hacia los vestidores para cambiarse y dirigirse a la universidad se topa saliendo del recinto a Minami quien hacia un tiempo se había pegado a él diciendo ser su amigo y el cual este cansado de pelear lo dejo ser ya que siempre se acompañaban a la universidad debido a que estudiaban el uno cerca de la facultad del otro, aunándose a ellos en la entrada de la universidad Pichit el amante de la vida social universitaria y un año avanzado que Plisethsky en la facultad de publicidad y economía. Ya acostumbrado acerca de los alborotos que estos forman a su alrededor a cada momento que pueden reunidos nuevamente al terminar las clases Yuri decidido a regresar a casa es tomado por Pichit hacia una gran celebración universitaria con fines de diversión y desenfreno para los estudiantes más destacados en términos de popularidad, siendo llevado casi que arrastras a aquel lugar donde se realizaba la celebración se encontró con algunas caras conocidas y las cuales Yuri no vacilo en ignorar pues odiaba estar rodeado de gente las cuales no se siente cómodo, pues ya había hecho demasiado esfuerzo aceptando junto así a Minami y a Pichit y aun no sabía cómo es que toleraba a aquel par de atolondrados compañeros amantes de las fiestas...

Pasaron las horas y decidió salir hasta las áreas verdes por aire libre de humo a cigarrillos y alcohol para respirar, y revisando a sus redes sociales los cuales a pesar de hacer algunas que otras publicaciones propias, solo se mantenía para meramente observar las actividades de su DJ favorito, pues era el autor de algunas de las pistas que le han dado vida a sus presentaciones y por el cual guardaba cierta veneración, pues sentía que esa persona a través de su música le comprendía e identificaba como si fuera parte de sí. A punto de colocarse sus audífonos para escuchar la nueva pista que su tan admirado autor acababa de subir a la red es interrumpido por Pichit quien le pasa un refresco con contenido alcohólico el cual Yuri no tenía mucha tolerancia y tomándolo de un solo trago comienza a sentir sus efectos, por lo que entrando a la pista de baile junto a Pichit y Minami quienes le seguían el paso duraron larga parte de la noche que aún se mantenía joven bailando y Yuri topándose con un cuerpo voluptuoso y demarcado, comienza a bailar junto a él encendiendo a través de roces y movimientos sensuales de baile áreas en el los cuales desconocía en parte que podría hacerle sentir agradable y excitado.

Siendo altas horas de la noche Yuri pasado de copas junto a aquel acompañante se encontraban entre besos y caricias algo subidas de tonos en una de las columnas cerca de la pista de baile, luego de segundos que parecieron eternos Yuri se separa falto de respiración para nuevamente ser apresado en aquellos labios que le invitaban a la locura, besos los cuales no tardaron en encender algo más que deseos, ambos realmente absortos en lo suyo llegándose a una de las habitaciones de aquel recinto donde se realizaba la fiesta, entrando al lugar el más alto asegura la puerta para no ser interrumpidos y abalanzándose sobre el cuerpo del rubio le besa con ímpetu demandando lo mismo de este con deseo, Yuri no quedándose atrás abre paso a la lengua del mayor a través de sus labios a su lengua, ambos ejercían una batalla campal el cual la tenía dominada el deseo, entre manos inquietas que llevaban a caricias desenfrenadas, paseaban por el delgado y definido cuerpo del rubio que no hacía más que estremecerse ante aquello, el más bajo se sostenía fervientemente del cuello de aquel moreno con su mirada oscura y perdida le invitaba a la lujuria. 

El de ojos claros no cavilaba en responder a cada una de las sensaciones que aquel imponente cuerpo le brindaba, pues sus gruesas manos le tocaban como si fuera deseado y este no vacilaba en entregarse a tan placentera veneración que le hacían fluir a sus más carnales pensamientos, llegando sin vacilación a la cama que se encontraba extendiéndoles su invitación, removiendo de sus cuerpos aquellas ropas que le molestaban, entre el sudor y las respiraciones se perdían entre suspiros causados por la poca respiración entre ambos, mismos que le sofocaban y hacían perder la razón, el mayor sobre aquel delgado cuerpo de tez blanca y pura deteniéndose a admirarlo por solo unos segundos fue lo más colosal que pudo imaginarse y el ojos esmeralda al sentirse desabastecido de aquella calidez lo toma de sus mejillas acercándole nuevamente a su rostro para devorar aquellos labios carnosos que le hacían sentirse en la gloria por lo que sin más que responder de forma demandante a aquel beso que el contrario le entregaba se despojaron de la poca ropa que quedaba rosando su cuerpo al compás del otro con el fin de oír aquellos tiernos gemidos que le conmocionaban y estremecían su ser al punto de querer desprender aquella ultima tela que le impedía mirar y sentir toda la calidez del menor, por lo que no esperando a que este dejara de estremecerse entre sus brazos le saca aquella ultima prenda que ocultaba la magistral osadez de aquel cuerpo tan angelical y que a su vez era el pecado mismo al que estaba dispuesto a acceder, y posando entre las piernas de aquel ángel del pecado emite un ronco sonido de su garganta haciendo que su contrario le mirara perdido, y tomando nuevamente aquellos hinchados labios obtuvo para su deleite y descontrol aquellos gemidos que le hacían estar en el cielo, pues aquel rubio no se detenía sino que con el mismo ímpetu se apegaba a aquel cuerpo rogando por más de aquel contacto.

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