Madrid

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- ¡Mamá!

- Que es lo que quieres ahora, Briseida. - Dijo mi madre con pesar, y es que a veces era un poco pesada.

Para que mentirnos, muy pesada. No soy una chica que todo lo quiere, si quiero algo me esfuerzo para poder conseguirlo. Siempre me he empeñado en estudiar para satisfacer a mis padres (a pesar de ser una negada que le cuesta una vida aprenderse algo) y mis padres siempre me han apoyado en todo lo que he querido hacer, así que cuando le diga a mi madre que me voy durante los 3 meses de verano a Madrid, espero que lo entienda y no se ponga en plan "madre sobre-protectora" porque ya tengo 20 años y se cuidarme solita.

- Me voy a Madrid los meses de junio, julio y agosto.

Silencio.

¿Porqué me mira como si tuviera un ojo en la frente? ¿Es normal que se le haya descompuesto la cara tan blanca? Dios mio creo que le va a dar un chungo.

- No te vas ni de coña, ¿pretendes dejarme que sola en casa y cuidar de tres hombres?- Dijo marcando su acento andaluz. Pues sí, al parecer no le ha parecido muy buena idea.

- La verdad, sí, teniendo en cuenta que dos de esos hombres son tus hijos y otro tu marido y mi padre. Además, Mateo y Alejandro ya son mayorcitos como para cuidarse ellos solos, que tienen 12 años y van al instituto.

- Mira, yo no voy a sé la que te diga que no porque luego la tomas conmigo, habla con tu padre y luego me contáis.

Yo era la niña de papá, mi padre me quería muchísimo y todo lo que dijera le iba a parecer bien. No me costaría convencerlo, además por el dinero no iba a ver inconveniente, puesto que soy muy ahorradora y tengo bastante guardado en mi hucha de cerdito. Cerdito al que solo le quedaban unos días más de vida. Fue bonito la manera en que guardaba mi dinero. Me reí de mi misma al tener estos pensamientos, verdaderamente estoy loca.

Noto una vibración en el bolsillo trasero de mis vaqueros, deslizo mi móvil y me encuentro con un mensaje de mi mejor amiga y futura compañera de aventuras, Eider. Solo espero ligar más que ella, su pelo rizado, sus ojos color miel claros y su cuerpazo hacen de ella una mujer irresistible. Nota mental: sentirme tan guapa como Eider. Aunque con mi autoestima de mierda, dudo mucho que fuera algo que fuera a conseguir. Leí su mensaje.

Mis padres están de acuerdo, ademas le encanta que vayamos juntas, tía por favor tienes que venir, creo que esto va a ser muy importante en nuestra vida. Si no vienes te voy a matar, mañana a las 12 después de clase vamos a por los billetes del AVE. Cuento contigo.

Suerte que estábamos estudiando lo mismo, historia del arte. Al principio las dos estábamos super ilusionadas con este grado, pero todo tiene su dificultad y al ver la realidad y nuestra flojera nos está costando bastante.

Eider, sabes de sobra que no te voy a fallar en esto, siendo sincera, no veo la hora de que llegue junio e irnos, esto de que en una semana empiecen los exámenes no me mola. Esta noche hablaré con mi padre, no me costará nada convencerlo, ya verás. Aunque siendo sincera a mi madre no le ha echo mucha gracia, pero vaya que tengo 20 años, se cuidarme sola.

Nota mental: si mi padre tiene la misma reacción que mi madre, quien se va a ir a Madrid de la hostia que me va a dar soy yo, ida y vuelta. Vale, creo que me he pasado de agresiva.

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Después de una tarde ajetreada de estudio por fin llegó la hora de cenar, la hora mas ansiada y a la misma vez del día. Lo mejor será que rece a todos los santos posibles de que mi padre siga en la misma línea que hasta ahora ha tenido conmigo.

- Nadie se va a ir a Madrid.

Así de rotundo, tanto hasta que duele. ¿Qué está pasando conmigo? Todo me sale mal.

- Ves niño, a quién se le ocurre irse a Madrid sola y 3 meses, claro solo a ella. Ya sabia yo bien que mimarla tanto a la larga iba a tené consecuencias. - contestó mi madre echando leña al fuego.

- Mira, sabéis de sobra que nunca he pedido nada, y si lo he echo es porque no me quedaba de otra. Sabéis perfectamente que mimada no soy porque tengo dos hermanos más y no podeis centraros solamente en uno de vuestros hijos. - Cada vez iba levantado la voz ya que cada segundo que pasaba mi cabreo iba en aumento- Y no se si os lo habréis planteado, pero tengo mi propio dinero con el que me iba a costear todo el viaje, no os iba a pedir ni un céntimo. Y sabéis lo que os digo - los miré a la cara, se habían quedado mudos, era la primera vez que me veían así de enfadada- me da igual si no me dais permiso, me largo de aquí en cuatro semanas a Madrid, justo cuando acabe los exámenes. Estéis de acuerdo o no.

Me fui corriendo del comedor, si seguía allí lo único que iba a hacer era empeorar la situación y por mi bien era mejor así.

Ya en mi cuarto algo más relajada, le mandé un mensaje a Eider:

Cambio de planes chiqui, mis padres ven esto muy chungo, por ellos no me dejan ir. Pero vaya que me da igual me voy a ir a Madrid si o sí. Mañana no iré a clases, compraré los billetes por el ordenador, no te preocupes, yo me encargo de todo.

Al recibir el mensaje de Eider de que mas me valdría convencer a mis padres o iba a tener muy negro lo de viajar me hizo pensar dos veces las cosas. Creo que no debería haberme alterado tanto, es solo un viaje y ellos están preocupados por mi bienestar.

Después de divagar un rato y perderme en mis pensamientos, decidí ir al cuarto de mis padres e intentar hablar con ellos.

Abrí la puerta sin tocar poco a poco, temiendo su reacción.

- ¿Puedo pasar?

- Sí, anda ven.- dijo mi madre señalándome un hueco entre mi padre y ella en la cama. Era hora de tener una conversación seria.

- Briseida...- comenzó mi padre.

- Si...

- Vas a ir a Madrid. Hemos pensado las cosas mejor y ya tienes edad suficiente como para manejarte tú sola por otro sitio sin que nosotros estemos detrás de ti todo el tiempo. - justo cuando iba a responderlo siguió hablando- Pero irás con una condición.

Espero que no sea llevarme a mis hermanos, no pensaba estar tres meses por Madrid haciendo de niñera.

-¿Cuál papá?- dije temiendo lo peor.

- Nos tendrás informados todos los días, queremos al menos que nos llames una vez al día. Para ver como te ha ido; nada de irte con desconocidos y menos por lugares que no conoces, ya sabes como están los tiempos últimamente y no queremos que te pase nada malo. También te iremos ingresando dinero todas las semanas, para que no te falte, no queremos que gastes tus ahorros salvo que sea en caso de emergencia. No será tampoco mucho dinero, que en esta familia también necesitamos subsistir.- dijo haciendo sonar una risa con su voz ronca.

Esto no me lo esperaba para nada, pensaba que ellos no iban a estar de acuerdo y que me iría a Madrid con un mal sabor de boca. Necia de mi, hay que darle un voto de confianza. Son tus padres, lo único que quieren es que lo pases bien y que tengas cuidado.

Todo esto solo significaba una cosa: mi próximo destino, dentro de cuatro semanas, sería Madrid. Vivir en Madrid por tres, increíbles meses.

Que empiece la aventura.

El Sexy Príncipe De La Estación ||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora