Maialen

50 8 2
                                    

Una semana después

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Una semana después...

No había rastro de los soldados de Norem después del bombardeo. Eric tampoco me contactó así que no hacía más que pensar que algo malo había pasado.

-¿Cómo crees que reaccionará? - preguntó Eider.

-Probablemente creerá que soy una traidora, pero al menos, una vez esté muerta todo habrá acabado para siempre. Así podrás celebrar tu ansiada boda. Tienes que contarme muchas cosas realmente - sonreí.

-Tenemos que casarnos - rectificó ella.

-Mira, Eider, no e spor desilusionarte pero en estos momentos no me apetece casarme. Sólo quiero pasar el resto del tiempo con ellos.

-¿Por eso? Piénsalo, Bri, toda una vida juntos. Eric, Briana y tú.

Había pasado más de un año desde que Eric me pidió la mano, pero ahora mismo una boda no entraba en mis planes. Mi prioridad era pasar todo el tiempo con ellos, por todo lo que me he perdido.

-¿Crees que funcionará? - preguntó.

-No lo sé, pero Arsuh ya ha echo el suficiente daño.

-Vuestro plan es un fiasco - dijo una nueva voz desde la puerta alarmandonos.

Era una chica, su voz parecía extraña ya que apenas vocalizó al hablar. Su ropa era un vesiido holgado que parecía de la Edad Media roto por todos lados y en media cara no se la veía porque la tenía tapada con una máscara. Su pelo parecía una tela de araña negra.

-¿Quién eres? - dije cogiendo el cuchillo que había en la mesa, pues no habíamos recogido aún los platos de la mesa.

-Soy la única persona, a parte de Eric que tiene la llave de esta habitación.

-¿Qué quieres? - preguntó esta vez Eider.

-No quiero haceros daño, vengo a cuidaros. Soy tía de Briana. Por favor - comenzó a llorar o al menos, eso parecía.

Según yo sabía, Aaron era el único hermano que tenía Eric. ¿Estará loca?

-¿Cómo piensas ayudarnos?

-Se todos los pasadizos de este castillo como la palma de mi mano - dijo con gestos exagerados - son mi escondite.

-¿Tu escondite? - fruncí el ceño.

-Sí, el rey no me quería solo quería casarse con mi madre.

-¿Tú madre?

Era demasiado confuso, ¿qué es lo que quería de nosotras? Incluso parecía mayor.

Flashback

- Yo no tenía ningún título, solo deudas que mi padre acarreó durante toda su vida y que pudo deshacerse de ellas vendiéndome a mí al hijo legítimo del rey, Humane. -hizo una pausa- yo estaba enamorada de un chico de mí misma edad, de echo - miro hacia todos los lados y al comprobar que no había nadie cerca prosiguió- estaba embarazada. Me obligaron a abortarlo.

El Sexy Príncipe De La Estación ||EN EDICIÓN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora