El Sexy Príncipe De La Estación

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Cuatro semanas más tarde

-Recuerda cariño, nada de gente que tu no conozcas' que ya sabes cómo esta la vida de complicada como para que ahora te pase algo por aquellos madriles. - Repitió mi madre por enésima vez en la mañana.

No prometo nada si en una discoteca me tira la caña un tío buenorro, quiero decir, no estoy tonta y hace bastante que la palabra sexo no tiene significado en mi vida. Creo que me merezco una noche de desenfreno en mis deseadas vacaciones.

Bueno, quizás necesite más de una.

-Que sí mamá, no seas pesada, que ya he perdio la cuenta de todas las veces que me lo has dicho.

-Hija tu madre solo está preocupada por ti, no me seas singracia.- Le di un leve asentimiento de cabeza a mi padre, al fin y al cabo llevaba razón.- ¿Llevas todo lo que necesitas?- Continuó- ¿el dinero, las llaves de casa y todo?

Y digo yo, ¿para que voy a querer yo las llaves de mi casa si voy a estar solamente tres meses en Madrid y vendrán a recogerme a la estación cuando vuelva?

Asentí para que se quedara tranquilo, necesitaba ver a Eider puesto que si tarda más de 20 minutos en llegar me iba a ir a Madrid sin ella. En ese momento mi móvil empezó a sonar, hablando del rey de Roma...

-Eider, ¿dónde cojones estás? Faltan 20 minutos para que se vaya en tren y aún no has llegado.

-¡Estoy de camino! ¡No llego!

Se me acaba de congelar todo el cuerpo. No me puede estar pasando esto.

-¿Qué dices de que no llegas? ¡Eider no estoy para tus bromas ahora joder!

Todo el mundo que pasaba me miraba extraño, pero ahora mismo me importaba un gran carajo, miré a mi padre y vi la mirada reprobatoria de mi padre. No le gustaba que utilizara "palabrotas" pero ahora mismo me importaba una real mierda.

-No estoy de broma Briseida, me he quedado dormida mientras me daba un baño relajante, ayer con los nervios no pegué ojo y me ha pasado factura, voy lo más rápido que puedo. -Dijo. Se escuchaba una voz con mucha preocupación, pero me daba igual, mi enfado iba en aumento.

-¡Pues te tomas una tila, coño! Solo te digo esto, sin en 20 minutos no estás aquí, me voy sola. -Le colgué.

Eider sabía lo que quería decir con esto, o llegaba o mi enfado duraría por una larga temporada. Se que a veces podía ser muy dramática, pero que me dejaran colgada en el que iba a ser uno de los viajes más importantes de mi vida me tocaba la moral. Y más cuando fue de ella la idea de venir a Madrid.

"Sería divertido" y una mierda.

👑

Me despedí de mis padres y mis dos hermanos, les prometí llamarlos una ve hubiese llegado a Madrid. Me adentré en el AVE aún con mi enfado monumental, deseando que en algún momento de los 10 minutos que quedaban sintiese como alguien se sentaba a mi lado.

Al ver que quedaban 3 minutos para que cerraran las puertas del tren, me rendí. Eider nunca iba a llegar. Me puse mis cascos y mi Spotify, obviamente no premium soy pobre. Empecé a mirar por la ventana y empezaron a explicar el viaje y sus destinos -o al menos una voz que salía de no sé dónde- y yo solo hacía maldecir a Eider. No sabía dónde quedaba el apartamento, yo solo me encargué de comprar los billetes.

En el momento que se suponía que iba a salir destino a Madrid volvieron a abrirse las puertas.

-¡LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO!

Me quedé perpléjica. ¿Cómo cojones había conseguido Eider que le abriesen las puertas cuando el tren casi se ponía en marcha? Yo seguía enfadada, me había echo pasar los peores 20 minutos de mi vida.

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