Observaba el mar que se encontraba a escasos metros delante de él, se sentía relajado, libre de tanto estrés, era sábado, se supone debería de estar en Akatsuki ayudando a su hermano, pero en todo ese tiempo no se había dado la oportunidad de visitar la playa.
-Tomate un descanso Sasuke.
Con una sonrisa conciliaste y una mirada asesina su hermano prácticamente lo había echado, diciéndole que eran sus vacaciones y tenía que disfrutar de ellas, no tenía que pasarlas trabajando, pero realmente le venía bien ayudarle.
Le gustaba ver llegar a parejas de enamorados de todas las edades teniendo una cita, aunque también odiaba los momentos cuando alguno que otro tipo le tiraba los tejos queriéndose propasar, pero como buen Uchiha le ponía en claro dos que tres cosas, además el hecho de tener un hermano tan celoso y posesivo ayudaba mucho.
Pero no se engañaba a sí mismo, extrañaba la empresa, entrañaba a Gaara, pero sobre todo extrañaba a Naruto.
Extrañaba ese aroma mentolado que inundaban todos los días sus fosas nasales cada vez que Naruto besaba su mejilla, extrañaba escuchar su tono de voz tan varonil, joder si hasta le echaba de menos al constante acoso.
Una suave carcajada se formó en su boca al pensar en la complicada semana que habrá tenido al verse en la necesidad de contratar a un nuevo asistente, si apenas se había adaptado Namikaze, le habrá resultado toda vía más complicado adaptar a otra persona.
Pero ¿y si el nuevo asistente era atractivo o atractiva? Probablemente ya hasta se habría acostado con él o ella, pero puede que no se hubiera olvidado de él... no Naruto Namikaze no eran de los que se enganchaban con alguien.
¿Naruto también pensaría en él? Probablemente si maldiciéndolo a cada segundo por haberle complicado más las cosas en el trabajo, probablemente ya se habría acostado con una o dos personas diferentes por cada día que había pasado desde que salió por la puerta de su casa.
Observo con nostalgia el rojo de las nubes, flexiono sus rodillas para abrazarse a sus piernas, la marea comenzaba a subir y el viento comenzaba a refrescar, era un idiota, como fue a enamorarse de alguien como Naruto.
Cerro los ojos y en su mente comenzaron a proyectarse un montón de imágenes como si de una película se tratase, podía ver claramente a Naruto sonreír, enojarse, la forma tan deliciosa en que su ceño se fruncía cuando estaba concentrado, la forma en que una de sus cejas se levantaba cuando trataba de entender algo, si de tanto divagar podía sentir su aliento tibio mentolado acariciar su rostro.
-Señorito Uchiha ¿no sabía usted que es peligroso quedarse dormido en la playa? Y más aún solo.
Un escalofrío le recorrió la espina dorsal, abrió los ojos y por puro instinto se alejó del cuerpo que estaba acuclillado a su lado derecho, se puso de pie en un movimiento rápido, y un mareo le entumeció los sentidos, en un instante se sintió flotar y en otro ya se encontraba entre unos brazos fuertes con el rostro apoyado contra un pecho duro y firme.
Lentamente abrió los ojos de nuevo, estaba sentado en su regazo con la cabeza apoyada sobre ese pecho tan tibio, tímidamente alzo su mirada encontrándose con una clavícula de piel acanelada, al instante unos ojos azules lo miraron fijamente y su risa nerviosa lo devolvió al mundo.
-Lo siento... no pensé que te asustaras tanto.- y en sus facciones claramente se podía ver lo avergonzado que estaba.
-Usted es un idiota señor Namikaze.- Trato de incorporarse pero los brazos ajenos le rodearon la cintura firmemente impidiendo que se levantara.- Déjeme me quiero levantar.
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SEDUCCIÓN
RomanceSasuke Uchiha un joven doncel inteligente e independiente dedicado a su trabajo, y con una vida sentimental nula, se tendrá que enfrentar a la pasión que su maduro y apuesto jefe, Naruto Namikaze, lo querrá someter, pero tiene miedo de dejarse lleva...