Se acomodo boca abajo con las sabanas hasta la cabeza, no quería levantarse, toda la semana había estado demasiado ajetreada, el reloj seguía sonando y no pararía hasta que él lo detuviera, estiro la mano hasta el mueble de al lado, presiono el botón y esta se apago, se abrazo a la almohada bajo su cuerpo comenzando a relajarse de nuevo.
Estaba cayendo en un sueño profundo, sintió que se caía de la cama al estremecerse cuando recordó que era sábado.
-¡Joder!
Aventó las cobijas a un lado y llego corriendo a la ducha donde se metió sin esperar a que el agua caliente comenzara a salir, se cepillo los dientes y se arreglo tan rápido como pudo, tomo las llaves, el celular y su bandolera para salir quemando el pasillo con sus pies a un paso endemoniado, ni siquiera saludo al portero, iba tarde demasiado tarde.
Encendió el coche, metió el cambio y piso a fondo, pero oh Dios como adiaba los semáforos y más en momentos como esos.
Closer de Nine Inch Nails comenzó a sonar en el asiento del copiloto, oh Dios como amaba los semáforos, contesto rápidamente activando el auricular.
-Hola- Contesto con una sonrisa estúpida en el rostro, pero es que no podía dejar de hacerlo a pesar de todo.
-Buenos días Preciosos ¿Qué llevas puesto?- Oh, esa voz ronca le erizaba la piel.
-Pantalones de vestir negros... camisa de satén azul... y una chaqueta...- Si aburrido como siempre, ¿Cómo era que le gustase a Naruto así?
-¿Sabes que es lo que hare en cuanto te vea?- Su respiración se acelero.
Desde el miércoles no se veían, lo cual aumentaba su ansiedad por verlo, Cristo se había dado cuenta de que también sufría "síndrome de abstinencia" como lo había llamado Naruto a su necesidad de querer tenerlo y no poder.
El resto de la semana de había mantenido totalmente ocupado preparando la inauguración de Nightfall llegando tarde a casa, adema Naruto estaba igual de saturado que él pues las acciones de su padre habían pasado por una "ligera crisis" como le había dicho.
Desde entonces su única vía de comunicación era el teléfono, pero que vía, las llamadas siempre terminaban dejándolos cachondos y con ganas de un montón de cosas que por teléfono no se podían hacer.
-¿Qué harás?- Si, claro Sasuke, a mitad del trafico y tu buscándote un calentón.
-Desabotonare los primeros botones de tu camisa, pasare mi nariz por tu cuello y me embriagare con tu aroma- Definitivamente le ahorraría el trabajo de encargarse de sus botones.
-¿Qué más?- Síndrome de abstinencia, volvía idiota al que lo padeciera, incluso a él.
Una carcajada ronco le quito el aliento, pero el sonido de las sabanas le hizo jadear.
-Cuando te tenga en mi cama te tomare... como a ti te gusta- Joder que ese gemido no había sido suyo –Primero te tomare con mi boca, hasta probar tu sabor, luego, si tu quieres claro está, harás lo mismo por mi ¿te gustaría?
-Si – Dios si, por supuesto que sí.
-Después te besare y probarás nuestros sabores mezclados, te prepare para mi, y cuando estés listo comenzara tu parte favorita ¿Dime cual es?- Sus labios se abrieron buscando aire.
-Que me lo hagas...- Su voz era apenas un susurro jadeante.
-¿Cómo?- Degenerado, el muy cretino lo estaba disfrutado, pero sabía que Naruto no recurriría a su mano "amiga" no señor, el aguardaría como un cazador hasta tener a su presa donde le apeteciera.
ESTÁS LEYENDO
SEDUCCIÓN
RomanceSasuke Uchiha un joven doncel inteligente e independiente dedicado a su trabajo, y con una vida sentimental nula, se tendrá que enfrentar a la pasión que su maduro y apuesto jefe, Naruto Namikaze, lo querrá someter, pero tiene miedo de dejarse lleva...