CAPITULO 21

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Se despertó solo en la cama completamente desnudo, contrario a lo que pensaba Naruto no le había hecho el amor, después de cenar simplemente lo llevo hasta la cama y se quedo dormido entre sus brazos, pero ahora se encontraba solo.

En reloj del celular de Naruto marcaba las 2:20 de la mañana, espero algunos minutos y al ver que no regresaba decidió ir en su búsqueda, se puso su camisa y con sigilo salió al pasillo, agudizo su oído esperando escuchar algo, un suave gemido lo puso en alerta y con prisa descendió las escaleras, un golpe silencioso le hizo saber donde se encontraba el rubio.

La puerta del minigimnasio estaba entré abierta, Naruto estaba frente a Kakashi dándole la espalda a la puerta, ambos estaban en posición de combate usando pantalones de Sport con el pecho descubierto, sus manos estaban enguantadas a excepción de sus dedos que sobresalían apretados en fuertes puños.

Naruto lanzo una patada a la cabeza de Kakashi siendo esquivada con facilidad, le sujeto la pierna impactando la suya en la costilla derecha, en respuesta Naruto realizo un salto imposible impactando su otro pie en el pecho ajeno derribándolos a ambos con la pierna del rubio aun en manos de su guardaespaldas.

Jesús, se estaban dando con todo, ambos se pusieron de pie agitados con los músculos en tensión, con un aspecto salvaje y agresivo y Kakashi con una tranquilidad densa y mortífera.

Era consciente del atractivo de Kakashi, incluso alguna vez se había puesto nervioso por su aspecto desenfadado lleno de misterio, pero ahora era una bofetada en plena cara ver esos músculos duros y firmes en tensión remarcando las cicatrices en él de manera amenazadora.

Esas cicatrices no se podían comparar en nada a las de Naruto, esas era marcas de guerra, de un pasado doloroso como el del rubio, un pasado que abarco la mayor parte de su vida. Ambos tan siniestros y peligrosos, por el dolor de su vida que en ellas estaba grabada.

Sabía que Kakashi no era un guardaespaldas ordinario, pero solo hasta ahora fue realmente consciente de que era ex militar.

Miro a Naruto concentrado y listo para atacar de nuevo, pero lo que le impacto fue ver esa mirada obscura tan propia de Kakashi mirarlo a los ojos y regalarle una sonrisa inocente, con la adrenalina recorriendo su cuerpo a prisa subió de nuevo a la habitación, abrió las puertas del gran balcón apoyando las manos en la barandilla el aire impacto su cuerpo provocándole un escalofrío ó, fue la pregunta que en su mente comenzaba a formarse la que lo había dejado helado.

¿Realmente conocía a Naruto? ¿Era capaz de confiarle su vida?

Entonces recordó la conversación que habían tenido esa tarde y la respuesta era tan obvia.

No lo conocía del todo pero confiaba en el, más de lo que alguna vez confió en alguien.

Solo entonces se dio cuenta, Naruto lo había dejado ganar aquella vez que habían tenido esa pequeña sesión.

Perdió la noción del tiempo, no sabía qué hora era cuando Naruto lo metido en la cama y cerró las puertas con seguro, lo desnudo de nuevo y se acostó junto a él, tenia frio y su cuerpo estaba tan caliente, abrazándose a él aspiro su aroma, se había duchado.

-Te quiero- un suave susurro que en realidad no decía lo que realmente sentía por él.

Una risa ronca fue su respuesta lo apretó contra su cuerpo con fuerza acostándolo de espaldas a la cama con el encima.

Le acaricio el cuello con nariz, hasta llegar a su lóbulo tirando de él con sus dientes, una mano traviesa viajo hasta sus pezones pellizcándolos, descendiendo con movimientos tortuosos hasta su miembro erecto masajeándolo con un ritmo cadencioso, su cuello recibió suaves mordidas, era un placer tan embriagante.

SEDUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora