CAPITULO 19

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Se sintió en casa después de llegar de la escuela cuando su madre puso frente a él una ración de verduras, ella solía excusarse diciendo que eso lo pondría sano y fuerte, después continuo con el plato fuerte en base de carne para saciar el apetito feroz que había heredado de su padre, todo acompañado con un jugo de frutas fresco y delicioso. Al final remato con el Té que había traído desde su querido Japón para servirlo en la bonita sala caoba que el se había encargado de poner.

Ahora todo estaba decorado al gusto de su madre, jarrones con flores, cuadros de paisajes, y unas cuantas estatuillas distribuidas de forma estratégica dándole al lugar un toque de distinción y calidez.

-¿Cómo te fue con Yahiko?

La voz de su padre no había cambiado, un sonido ronco y enérgico que podría poner de nervios a cualquiera menos a sus hijos que sabían que en realidad a quien tenía que temer era a su madre.

-Ya nos pusimos al corriente, estaré a prueba una semana.

-¿A prueba? El dijo que ya estabas contratado- ¿Por qué no le sorprendía lo que su padre le decía?

-No yo... le sugerí que nos pusiéramos una semana de prueba, tal vez yo no sea adecuado para el trabajo o no me sienta cómodo.

-¿Adecuado?, ¿cómodo?... No es porque seas mi hijo, soy consciente de tus capacidades, eres adecuado, además Yahiko es un buen hombre ¿Por qué no habrías de estar cómodo?- Eh ahí la cuestión- En fin es tu vida, pero mi consejo es que no rechaces esta oportunidad, estarás en un mejor puesto que en la empresa- Y lo sabia joder, si su padre estuviera enterado de todo.

-Ya ya, estamos en casa no en el trabajo- Oh no, no, no, no, enserio de verdad el tema del trabajo era el que prefería –Me muero por ver a Itachi y Deidara, quiero ver esa pancita donde mi nieto patea- Uff se había salvado.

-Si Deidara esta embarazadísimo, te vas a sorprender cuando veas lo enorme que esta, Itachi está loco con la idea de ser papá aun no se hace a la idea- Si, pero el brillo de su mirada era algo emocionante de ver.

-Me imagino, tu padre estaba igual que él cuando me embarace de ustedes, siempre sobreprotector- Sonrió con diversión al ver el sonrojo en su padre, era gracioso ver a un hombre con expresión severa sonrojarse de esa manera -¿Pero cariño? Cuéntanos tú como estas.

-Bien- Oh no, no, no, peligro, zona de peligro.

-¿Eso es todo?- Joder su mamá era su mamá pero que madre era.

-¿Todo? ¿Qué esconden ustedes dos?

Doble joder, definitivamente ella era maquiavélica, estaba sonriendo con tanta dulzura que hasta le dieron escalofríos, ni modo, al fin y al cabo tenía que saberlo ahora o en futuro.

Miro la taza que tenía en las manos, suspiro sonoramente tratando de sopesar las palabras correctas.

-Conocí a alguien...-Se llevo las taza hasta los labios tomando el ultimo sorbo para después dejar la taza en la mesa junto con a las de sus padres.

-Ay cariño yo conocí también a alguien- Miro a su mamá mientras que su padre ponía los ojos en blanco.

-Si Mikoto a los vecinos y no por eso estas toda roja de la cara como Sasuke ¿Y bien?

Dios esto era condenadamente difícil, se miro las manos, estaban hechas puños y en efecto, estaba sonrojado, podía sentir la sangre caliente acumulada en su rostro, se sentía un adolecente pidiendo permiso para tener novio, él era un adulto así que como adulto tenía que afrontar las cosas.

SEDUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora