Capítulo 10

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Casi arrastrándome consigo llegar a mi casa. Todos me miraron extrañados e incluso se ofrecieron a llevarme al hospital, pero me negué. Suerte que papá ya se fue.

Cierro la puerta de la entrada y me apoyo en ella con las pocas fuerzas que me quedan. Mi cara está completamente bañada en sangre y lágrimas las cuales, no cesaron ni un solo momento. Sin moverme del sitio me quito la ropa para dejar de mancharla hasta que quedo en ropa interior.

-Tengo que... intentar llegar al baño y darme una ducha.- Digo en un susurro. Doy un gran suspiro y vuelvo a posar todo mi peso en mis piernas. Me balanceo un poco por el acto. Con mucho esfuerzo logro meterme en la ducha. Una vez que el agua caliente toca mi piel, el dolor disminuye y me dejo llevar entre gotas, mientras aquellas palabras de aquel individuo me vuelven a torturar la mente.

-Maldito Klaus... te odio.- Digo con dolor en cada palabra. ¿Por qué le daba tanta importancia a sus palabras? ¿Por qué me había dolido de esa manera? Si total, no lo conozco y no me impor... ¿me importa? Pongo los ojos en blanco y niego con la cabeza.- Sal de mi cabeza, vampiro Original.- Dicho ésto cierro el grifo del agua y salgo de la ducha envuelta en una toalla.

-Hola, cielo.- Dice Damon mirándome. Me detengo en seco y no digo nada.- ¿Estás bien, Sel?

-S... sí.- Le doy una sonrisa totalmente fingida. Sus ojos se abren de par en par y yo vuelvo a sentir ese cosquilleo en la frente. Él viene hacia mi a gran velocidad.

-¿Por qué te sangra la cabeza?- Pregunta.

-Yo... me caí por las esccaleras Damon.- Él frunce el ceño.

-No me mientas Selena, por favor.

-No te miento.- Damon frunce aún más el ceño.

-Lo siento pero tengo que averiguar que te pasó.- En ese momento me arranca el collar de verbena de mi cuello, dando un grito de dolor al tocarlo y me mira fijamente a los ojos. -¿Qué te pasó?- Dice usando compulsión. Intento resistirme pero las palabras salen solas de mi boca.

-Klaus me hizo volar por los aires haciendo que me golpeara la cabeza con una pared.

-¿Klaus? ¿Qué demonios hacías con ese?- Puedo notar como la furia le come por dentro.

-Salí a correr y por casualidad terminé en el complejo Mikaelson.- Veo como intenta calmarse para no destrozar mi casa de la rabia.

-¡Podría haberte matado! ¿Y sabes lo peor? ¡Yo no podría haberlo matado a él porque es indestructible!- Salgo de la hipnosis en la que estaba sumergida y vuelvo a colocarme el colgante.

-Que sea la última vez que sacas palabras de mi boca en contra de mi voluntad.- Me doy la vuelta y justo cuando voy a salir de la puerta se me nubla la vista y caigo al suelo. Siento las manos de Damon sujetándome y su sangre en mi boca. Al minuto recuperé toda mi fuerza de nuevo y el dolor había desaparecido.- Gracias Damon.

-Prométeme que no volverás a acercarte a ellos o a su maldito complejo.- Asiento.- Vamos, tienes que comer algo.- Dice tendiéndome la mano la cual cojo.

-¿¡Me lo dices enserio!?- Grita Sophie en mitad del patio de descanso.

-¡No lo grites! Y sí... menudo fin de semana.- Sophie se lleva las manos a la boca y vuelve a sentarse en el césped.

-No me creo todo lo que te está pasando Sel. Es muy fuerte. Menos mal que Damon pudo curarte.- Dice dándole un bocado a su sándwich.

-Lo que yo no me creo es que tú me creas, Sophie. Ni yo misma me lo creería.- Sophie se encoge de hombros.

In My BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora