In My Blood

Capítulo 20

Nunca he tenido un cumpleaños como el que tuve. Con diferencia, ha sido el mejor de todos. Klaus y yo vamos para su casa.

-¿Cuál ha sido la última mujer de la que has estado enamorado Klaus?- Klaus se sorprende ante mi pregunta. Dubitativo, piensa durante varios segundos.

-Se llamaba Camille.- Lo miro, y veo que su semblante cambia a nostálgico.

-¿Por qué hablas de ella en pasado? ¿Acaso ella...?- Detengo mis palabras al darme cuenta que lo que iba a decir podría hacerle daño a Klaus.

-Era una humana que murió como vampiro. Ahora que lo pienso, os parecéis bastante en cuanto a personalidad.

-¿Ah sí?- Klaus guarda silencio.- Me gustaría saber cómo era físicamente.

-Lo opuesto a ti.- Levanto las cejas.

-Menuda contradicción.

-Su pelo era rubio, el más brillante que jamás haya visto. El azul de sus ojos era intenso, aunque bastante suave.

-Entiendo.- Vuelvo a mirar hacia delante. Klaus se percata de que no está siendo una situación muy cómoda para mí.

-Discúlpame.

-No te preocupes.- En ese momento algo se nos cruza por el camino y Klaus frena en seco el coche. -¿¡Qué cojones ha sido eso!?- Pregunto alarmada. Klaus solo se limita a mirar a la carretera. Allí se aprecia una estructura humana dirigiéndose a nosotros. Pronto pude darme cuenta de quién.- No puede ser verdad...- Klaus sale a gran velocidad del coche y lo tumba en el capó mientras lo agarra del cuello. Rápidamente salgo y voy hacia ellos.- ¡Klaus!- Este me mira confuso.- ¿Se puede saber qué demonios haces, Damon?- Ambos me miran. Yo le hago un gesto a Klaus para que lo suelte y este me hace caso. Damon se reincorpora y mira mal al que hace segundos lo estaba estrangulando.- Habla.- Insisto. Damon viene hacia mí, observándome detalladamente.

-Feliz cumpleaños, Selena.- Dice algo nervioso. Su ceño está fruncido levemente.

-Gracias.- Miro a Klaus.- Vamos, Klaus.- Hago el intento de irme pero como no, Damon me detiene.

-Espera.- Me giro para verlo.- Me gustaría hablar contigo, en privado.- Mi cara es un puzle ahora mismo.

-No tengo nada que hablar contigo, Damon.

-Selena, por favor. Es importante.- Me suelto de su agarre.

-¿Para qué has venido? ¿Vas a seguir lastimándome más de lo que lo has hecho? No sabes lo que he sufrido por tu culpa.- Damon está cada vez más serio.

-Claro que lo sé. Ni siquiera sabes la historia completa.

-¡Pues merecía al menos una puta explicación!- La cosa está demasiado tensa.

-Es hora de irnos.- Klaus me coge la mano y me mete en el coche.- No quiero volver a verte cerca de ella.

-¿O si no qué? ¿Crees que está segura contigo? Eres el ser con más enemigos sobre la faz de la tierra. Y van a hacer cualquier cosa para hacerte sufrir y lo sabes. Selena es la clave en ello. No dudaran en matarla.- Klaus se queda pensativo. Lo que dice Damon, por mucho que lo odie, tiene razón. Pero eso no va a impedirme estar con él.

-Puede que tengas razón. Pero sabes perfectamente quien soy. Soy el ser más poderoso e indestructible del planeta. Le arrancaré los intestinos a quien se atreva siquiera a mirarla mal.- Damon me mira y seguido de eso, a gran velocidad me saca del coche y desaparecemos de allí.

Después de escasos minutos de mareo, nos detenemos entre grandes árboles. Intento reincorporarme.

-¿¡Qué te pasa, Damon!? ¡No puedes hacer lo que te da la gana conmigo!- Damon me pega junto a un árbol, quedando a pocos centímetros, mientras clava esos fríos ojos azules en los míos.