Capítulo 19

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Para hacer tiempo, decidí volver a ver la saga Crepúsculo. Pensé que me sentiría identificada con Bella pero, que cojones, lo que me está pasando a mí es peor. El sonido de mi puerta me hace volver a la realidad y me quito los auriculares. Mi padre entra con una caja enorme.

-Hija acaba de llegar esto para ti. Es de parte de Sophie.- Frunzo el ceño y me levanto de la cama para coger aquel paquete. Al abrirlo quedo asombrada. Es un precioso vestido largo plateado y con zonas transparentes.- Vaya, es precioso. ¿Tienes alguna fiesta?- Asiento.

-Ya sabes cómo es Sophie. No se va a quedar tranquila si no me celebra el maldito cumpleaños.

-Ya, así es Sophie. Diviértete cielo, yo tengo que irme ya a trabajar.- Me da un beso en la frente y me sonríe.

Decido alisarme el pelo. Tal vez me lo corte pronto. Me maquillo un poco y me pongo el vestido. Nunca me había visto así de elegante. Tal vez vaya exagerando. Si es así, la mataré.

Justo a las ocho salgo de casa camino al Vintage. Ya es de noche y hoy el cielo está despejado, dejando ver un montón de estrellas sobre él. Aparco el coche y salgo de él.

-Qué raro...- El sitio está bastante silencioso cuando siempre está alborotado y lleno de gente fuera. Abro la puerta y solo puedo ver oscuridad.- Maldita Sophie, que broma es está.- Intento agarrarme a algo para no caerme, pues no veo nada de nada. Toco lo que parece ser el interruptor de la luz y lo enciendo.

-¡FELICIDADES, SELENA!- Gritan muchas personas al unísono. A la mitad ni los conozco pero sé que son de mi instituto. Yo sonrío un poco y Sophie viene hacia mí corriendo y me abraza.

-¡Tía estás guapísima!- Ella también lleva un vestido largo, de color azul y de palabra de honor.

-Tú también lo estás.- Digo y mi mirada va directamente hacia dos hombres que hace poco conocí. Estos, vienen hacia mí un poco nerviosos.- ¿Qué hacéis aquí?

-Yo los invité. Pensé que te haría ilusión.

-No voy a dejarte mi móvil nunca más, que lo sepas.- Sophie pone caras raras mientras que se aleja.

-Estás hermosa.- Dice Kylian, bueno mi padre.

-Gracias, Kylian.

-Lo mismo digo, hermana.- Miro a Yael. Van muy guapos y elegantes. Le sonrío y en ese momento suena música por todo el local.

La gente baila, come, bebe. Lo típico en un cumpleaños. Yo estoy hablando con mi padre y mi hermano en la barra mientras bebemos cerveza y comemos doritos de los más picantes. No he parado de reír en toda la conversación. Son muy divertidos.

-Y justo cuando se da la vuelta, tu hermano se cayó al agua y le mordió una tortuga que había cerca en el trasero.- Mis carcajadas son tan grandes que me pongo a llorar. Yael mira a su padre con mala cara y eso hace que me den más ganas de reír. De repente, los dos miran hacia la puerta, como si se sintieran amenazados por algo. Yo me limpio las lágrimas y me giro. El corazón se me dispara al ver a un elegante Niklaus Mikaelson mirándome. Me levanto del asiento dispuesta a ir con él pero mi hermano me coge del brazo.

-Ni se te ocurra.- Me suelto de su agarre y ahora soy yo quien lo mira mal a él.

-Ni se te ocurra a ti impedirme nada.

-Soy tu hermano mayor y tengo todo el derecho.

-Un hermano mayor hubiera buscado a su hermana pequeña y hubiera dado la cara.- Lo que dije hirió a Yael. Vuelvo a girarme y fui hacia Klaus, quien me espera. Él me mira de arriba abajo.

-Estás más que hermosa.- Dice besándome la mano. Que romántico empedernido eres, Niklaus.

-Lo mismo digo.- Justo suena la típica música lenta. Klaus me coge de la cintura suavemente y nos movemos.

-Supongo que aquellos son papa lobo y hermano sobreprotector lobo.- Lo miro, diciéndole que sí con la mirada.

-Tienes un oído muy fino.

-Podrías sorprenderte.- Ambos reímos. Klaus es un ser de otro planeta, estoy segura. Alguien tan perfecto no puede ser real.

-¿Por qué yo, Klaus?- Él arquea una ceja.

-¿Por qué tú qué?- Miro hacia abajo unos segundos.

-Soy una simple humana, con una vida simple. Hay cosas que me cuesta entender.- Klaus levanta lentamente mi rostro con sus suaves manos y me hace mirarlo a los ojos.

-A veces la simplicidad puede ser lo más emocionante. En tu caso, no eres nada simple. Solo con tu presencia haces que me sienta vivo aun estando muerto. Es por eso por lo que eres tú y no otra persona. Aunque ame estar muerto y ser el ser más poderoso y fuerte de todos, añoro la vida. Esa esencia que te da vitalidad, eso me lo das tú.- Oh Klaus...

-Es el mejor regalo de cumpleaños que me han hecho. Gracias por tus palabras, Klaus.- Lo abrazo y el me corresponde. Cuanto te quiero, Mikaelson.

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Selena en multimedia.  

In My BloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora