Gracias a Klaus pude hacer un trabajo del cual estoy orgullosa. Me pasé días haciéndolo y estudiándolo sin parar y ahora mi cerebro está lleno de demasiada información. La gente a mi alrededor está inquieta, nerviosa. Por lo visto solo un treinta por ciento, como mucho, de la clase ha hecho el trabajo y estudiado.
-Estoy demasiado nerviosa.- Dice Sophie sentándose encima de mi mesa.- Solo estudié tres días y el trabajo que hice es cortísimo. ¡Agh!- Sophie frunce el rostro.- ¿Qué pasa con vosotros? ¿Es que no tenéis ganas de saltar por la ventana?- Stefan y yo nos miramos. Después miramos a Sophie y negamos.
-Cielo, nosotros hemos estudiado desde el momento en el que nos dijeron que teníamos que hacerlo. Al igual que hicimos nuestro maravilloso trabajo. ¿De qué íbamos a preocuparnos?
-Exacto.- Stef me da la razón mientras se toca la barbilla.
-Os odio tanto, cerebritos.- Stef y yo chocamos las manos orgullosos sabiendo que eso irritaría a Sophie.
-Buenos días chicos. Espero que hayáis estudiado y que estéis preparados para lo que os espera.- Dicho esto, Ricky fue entregando los exámenes a cada alumno mientras recogía algunos trabajos, ya que la mitad no los hizo. Respiro hondo y me hago un moño despeinado con mi goma del pelo de la suerte.
-Tú puedes, Hamby.- Me digo a mi misma y comienzo a hacer el examen.
Extasiada, suelto el bolígrafo y doy un gran suspiro de satisfacción. Me giro para ver cuántas personas nos habíamos quedado. Solo somos siete personas de veinticinco. Entre ellas Sophie, Stefan, Nathan y yo. Supongo que nosotros siete seremos los que aprobemos. El sonido de la sirena nos hace volver a la realidad y nos avisa de que hay que dejar el examen en la mesa del profesor.
-Supongo que te ha ido bien.- Pregunta Stefan.
-Supongo que a ti también.- Ambos sonreímos victoriosos. Entregamos nuestros exámenes ante la sonrisa de Ricky, que parece estar orgulloso de nosotros.
-Bien hecho, chicos. Por cierto Selena, he estado mirando tu trabajo por encima y por lo que tengo visto me está gustando demasiado. Parece como si te hubieras teletransportado a esa época y lo hubieras vivido por ti misma.
-Más o menos.- Sonrío y salgo de clase junto a mi compañero.- Oye Stefan... ¿Sabes algo de Damon?- Stef guarda silencio unos segundos.
-Está en Mystic Falls arreglando unos asuntos.
-¿Asuntos de Elena Gilbert?- Stefan aparta la vista de mí.
-Eh bueno...
-No me des explicaciones, Stefan. No las quiero.- Él asiente mientras andamos.- ¿Por qué estudias? Es decir tienes más de cien años y tal y dinero...
-Es más por cuestión de pasar desapercibido. Aparte de que me gusta estudiar.
-Oh, entiendo.
-Hey.- Dice una Sophie un tanto desanimada.- No os voy a preguntar porque sé que os ha salido genial ni tampoco me vais a preguntar porque sabéis que me ha salido fatal así que Stef, ¿qué tal si nos vamos ya?- ¿Cómo? Maldita Sophie, ya me anda ocultando cosas. Levanto una ceja mirándolos a ambos y éstos se ponen nerviosos.
-Mm sí, claro. Vamos. Adiós Selena.- Y se marchan, demasiado juntos. Yo copio la acción y me subo a mi coche. Mi cabeza quería explotar. Que ganas de llegar y relajarme en mi cama.
Hoy descansa papá, por lo que nos hemos puesto a ver películas en el gran sofá. Mi padre trabaja demasiado y apenas tiene tiempo para su vida personal. Ya le dije una vez que dejara ese trabajo, que lo estaba consumiendo. Pero, Oliver Hamby ama salvar vidas. En ese momento mi móvil vibra. Sonrío al ver quién es él que me envió el mensaje.
"Espero que te haya ido bien hoy. Seguro que sacas la mejor nota."
"No estoy segura de ello pero, no hubiera sido posible si no hubiese llegado un Super Mikaelson a salvarme. Gracias, Klaus. No sabes el gran favor que me has hecho."
El recuerdo de nuestra última conversación me viene a la mente y aprieto mi Iphone contra mi pecho. Ay Klaus, que demonios me has hecho.
"Yo solo di un poco de información. Lo demás lo desarrolló tu gran mente y tú misma lo elaboraste. El mérito es tuyo."
"Bueno, dejémoslo en nuestro entonces."
"Me gusta ese término"
Una oleada de emociones inundó mi cuerpo. ¿Por qué tendrás que tener tanta labia?
"Y a mí."
Mierda, envié eso último.
-¡Seré imbécil!- Grito tapándome la cara.
-Hija, me has asustado. ¿Estás bien?- Miro a mi padre algo ruborizada y niego con la cabeza. Este hibrido me va a volver loca.
El cementerio está como siempre. Vacío. Creo que soy la única que pone un pie aquí. Y la verdad, no me extraña. A alguien normal ni se le pasaría por la cabeza acercarse aquí. Aún más estando en mitad de un bosque. Pero claro, yo no soy muy normal que se diga y conozco a la perfección cada atajo.
El sol está a punto de ponerse y decido irme después de despedirme de mi madre.
Hace un poco de frío, acaba de llegar el invierno. Lástima que no haya traído nada para abrigarme. Un gran rugido me saca de mis pensamientos y me detengo en seco. Miro a mi alrededor pero no veo más que árboles y arbustos. Acelero el paso y vuelvo a escucharlo. Antes de que pueda darme cuenta algo se tira encima de mí aplastándome. Cuando miro arriba el pánico se apodera de mí. Tengo encima a un lobo gigante.
El lobo acerca su hocico a mi cara, oliéndome. Yo intento mantener la calma, aunque estoy a punto de desmallarme. Sus ojos dorados me miran y para mi gran sorpresa, el lobo retrocede dejándome por fin respirar. Me levanto casi de un salto y lo observo. Poco a poco el lobo va convirtiéndose en un humano.
-No puede ser...- No me creo lo que mis ojos están presenciando. ¿Por qué estas cosas tiene que sucederme a mí? Él chico, de unos veintipocos y completamente desnudo me mira. Nadie dice nada. Yo miro a un lado, un poco avergonzada.
-Hola, Selena.- Dice el chico con una voz ronca.
-¿Cómo sabes mi nombre?- Digo sin mirarlo.
-Ya te contaré esa historia luego. He venido a decirte una cosa muy importante y quiero que me escuches con atención.- Yo asiento nerviosa.- Tienes que alejarte de la familia Mikaelson.
-¿Los conoces?
-No, ni quiero. Pero sé perfectamente quienes son. Y no es bueno que te juntes con ellos.- ¿Y él quien demonios es para darme ordenes? Me giro bruscamente, importándome poco si tiene ropa o no.
-¿Se puede saber quién eres? ¿Y por qué me estás dando órdenes?
-Selena, tienes que hacerme caso. Esa familia va a matarte tarde o temprano. Se nota que no conoces las cosas terribles que han hecho durante siglos.
-Me hago una idea. Y a pesar de lo que hayan hecho me da igual. A parte de que solo me relaciono con Klaus.
-Ese es el peor de todos.
-¿Y a ti que más te da?
-¡Tú hazme caso joder! Te lo estoy diciendo por un bien tuyo.- Este tipo me está cabreando y mucho.
-Mira, no sé quien cojones eres ni cómo me conoces, ni muchísimo menos por qué demonios te importa lo que haga o no, es mi vida y haré lo que me dé la puta gana, ¿entendiste? - Me dispongo a seguir con mi camino pero su mano me agarra.
-Selena, por favor, escúchame...
-¡No quiero! ¿Qué es lo que te pasa? Estás desnudo delante de mí y no te importa en absoluto, y lo peor es que estás actuando como un acosador loco. Suéltame.- Él hace caso a mis órdenes y me suelta. Lo miro por última vez y desaparezco de allí.
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In My Blood
Vampire[Primer libro. Terminado] ¿Qué harías si te dijeran que existen los vampiros? Selena se ve involucrada en temas de vampiros cuando conoce a los hermanos Salvatore. Éstos la sacarán de la realidad y se verá en un lío amoroso y mortal en el cual el te...