N.A: No estoy muerta, simplemente la vida apesta, pero bueno. No prometo nada de puntualidad en torno a esta historia, pero juro solemnemente que conoceremos distintas características del acoso de este tipo (no soy psicóloga, pero investigué... un poco nada más). Además, me comprometo que la historia tendrá un final sin entrar en un largo hiatus.
Por cierto ¿430 almas? No sé ni de donde salen tantos lectores <3 Estoy muy feliz por la presencia de cada uno y no tienen ni idea de cómo me gustaría agradecerles a todos por leerme <3
HManipulador
—Esta calle del distrito es popular por la gastronomía típica de París y, al ser casi la una de la tarde, haremos una pausa para almorzar. Nos reuniremos en dos horas más aquí mismo, por favor sean puntuales, recuerden que tenemos más paradas en nuestro itinerario para las compras— Explicaba, exhausto, el joven guía.
"... Lo vi y no supe que hacer, nunca está tan cerca..."
"... Podría haberme cagado del susto sin ningún problema..."
"... Fue tan irreal cuando caminó hacia mí, era como si mi cerebro gritara que eso realmente no estaba pasando..."
"...Una amiga dijo que era el destino; ella cree en esas cosas románticas de las películas. Tonterías..."
"... Es lindo, sí, eso le da puntos. Por otro lado, es un tipo que no conozco, que lleva meses yendo a verme fuera de la escuela, y creo que eso lo descalifica totalmente de cualquier cosa..."
"...Cuando habló, dijo que se llamaba Leo o algo así. Si hubiese sido un pelín valiente, podría haberme quedado, saber algo más y denunciarlo..."
Caminaba avenida a bajo, mirando su teléfono, repasando la conversación con Death. Su curiosidad era mayor, por tanto, le había hablado durante la madrugada, cuando sabía que el otro dormía profundamente. Al día siguiente, a eso de las 10 de la mañana, tenía una larga cadena de mensajes de todo lo ocurrido y su significado para el menor... hacía que Leo no lograra concentrarse con los turistas. Con pocas palabras el chico dijo mucho; tendría que cambiar su estrategia, había comenzando muy mal.
Fue cómodo y tonto pararse en una esquina a observar chicos saliendo de clases ¿En qué estaba pensando? Ah, por supuesto, comprobar si el tal Death era lo que le parecía, lo que se mostraba y lo que ocultaba. Por suerte, no había sido tan estúpido de seguir a Aeva en redes sociales, limitándose a visitar sus perfiles anónimamente. Conocía cada amigo, conocido, pretendiente y familiar de Des. Tal vez quería ser parte de ese círculo tan selecto.
Una vez lejos del centro, donde había dejado su grupo, se encaminó por una zona menos popular para los extranjeros y más transitada por los mismos residentes. Buscaba un café en particular, no por su bebida, más bien por lo que había cruzando la calle: el punto de encuentro favorito de la pequeña Louisa: "Esperando a Des Aeva en Free 'P' Star" publicó la chiquilla en uno de sus perfiles sin ningún tipo de resguardo.
Inspiró profundamente y se cambió de acera... el estómago comenzaba a dolerle. Simularía que entraría a la tienda mientras sorbía su vaso de cartón, tal como lo haría cualquiera... pero no cualquiera lo hubiese hecho precisamente cuando Des estaba a un par de metros, no cualquiera hubiese chocado con la morena de vestido blanco.
—Oh, disculpa—. Se apresuró a decir, mientras se detenía.
—No pasa nada—. Contestó ella, sorprendida, sin creer de quién se trataba.
— ¿Estás bien?, ¿Te ensucie?—Agregó, señalando el recipiente con su mejor sonrisa.
—S-sí...no ¡No! Creo que no me salpicó. —Estaba embobada.
—De nuevo, lo siento mucho— Leo trataba de parecer lo más encantador posible. Se despidió reanudando la marcha y desapareciendo de la vista la muchacha en el interior de la tienda.
Des, exaltado con el encuentro imprevisto, apremió el paso hasta Louisa, que incrédula aun, sólo pudo decir: "¡El destino! El destino...". Aeva sentía la necesidad inminente de abandonar la manzana donde estaban parados, pero Lovelance era una muchacha obstinada, romántica y persuasiva, logrando así transformar la tarde de compras en la inversión de roles: ellos sería los acosadores.
—...En resumen, el tipo es guía turístico, tiene entre 20 y 24 años...es algo popular, tú sabes, amigos, chicas, todo eso... parece normal. No pude averiguar más de él, creo que vive en el mismo distrito donde está mi escuela... lo vimos bajar en esa estación—. Terminaba de teclear Death, sin descanso, sin insertar pequeños dibujos de rostros, sin reflexionar mucho sus palabras.
Estaba sentado en la oscuridad, vestido para dormir: una camiseta blanca y un pantalón gris, ambos de algodón. La pantalla del monitor iluminaba la pálida piel con colores cambiantes por el video que estaba reproduciendo en segundo plano, en la misma ventana.
Se quedó expectante mirando el texto recién enviado. No había un pequeño círculo verde junto al nombre de Life, pero tenía esperanzas de que pronto pudiese recibir una respuesta.
—Tal vez Louisa tiene razón, y es una gran coincidencia... quizás siempre ha pasado por ahí y un día me notó, por alguna razón...—.Continuó escribiendo.
Minutos después, pudo ver cómo aparecía un símbolo que indicaba la presencia de Life, la lectura de sus mensajes. Entonces llegó la tan ansiada contestación:
—¿Por alguna razón? ¿Qué razón sería esa? —Escribió, Leo, divertido. Sabía que podría presionar un poco en ese punto.
—No lo sé ¿Importa?— Contestó el otro, estaba a la defensiva. Luego de toda la historia anterior, no era lo que esperaba de parte de Life.
—Sí lo sabes... Yo lo sé.
—¿A sí? Tal vez podrías informarme—. Death se hacía el desentendido, no lo quería decir; en su cabeza sonaba estúpido creer que un extraño gustaba de él de aquella forma.
—Hasta donde yo sé, eres condenadamente alto ¿Cómo no notar una jirafa humana?—. Life ponía una sonrisa boba tomándole el pelo al otro.
—Idiota— dijo Des, sin dudarlo, adjuntando un símbolo de su molestia. Vio cómo su amigo enviaba una serie de risas.
—Estoy seguro de que eres un chico guapo y que estas totalmente consciente de eso, digo, por cómo sueles describirte. Por cómo te expresas, eres educado; culto. Tienes un humor encantador y excelentes gustos literarios. Eres amable, considerado; tímido y agudo. Escoge cualquiera de esos rasgos. Supongo que no todo se puede notar a simple vista, pero no es algo difícil de observar.
No hubo un mensaje de vuelta por unos minutos; el menor no sabía cómo procesar sus palabras. Sabía que Life jamás lo había visto, que eran suposiciones y frases vagas, amables, genéricas. Sin embargo se sonrojó y su corazón se aceleró un poco. Nadie le hablaba directamente sobre sus virtudes. Él, Des, lo estimaba mucho...
—¿Aun te asusta el acosador?— Dijo Leo, notando la falta de respuesta.
— Sí, pero saber que yo también puedo jugar su juego, es un alivio—. Concluyó Death, sin tener la mínima idea de saber realmente cuál era ese.
—Eso es bueno—. Respondió el chico de piel morena, adjuntando un guiño. —¡Oh! Estoy escuchando una canción que me encanta y no oía desde hace mucho.— Mencionó, cambiando el tema, enviando un link.
—Hey, estoy oyendo la misma justo ahora—. Respondía un sorprendido Des.
—Qué curiosa coincidencia, tal vez sea el destino.
El mismo destino que cruzó a Louisa y Leo durante la tarde, el que les permitió ver lo más encantador de Spindler... ¿O no? No, Leo escuchaba cantar a Des a todo pulmón, riendo de lo mal que entonaba.
Ahora el chico tenía otra imagen del tipo raro de las estrellas. La nueva estrategia funcionó más rápido de lo esperado.
Continuará...
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Acosador - AMOLAD
FanfictionDes quiere enfrentar su miedo al tipo raro de las estrellas en la cabeza y termina envuelto en diversos problemas con Tim Awerthon, Louisa Lovelance y por su puesto en un drama con Leo Spindler. Por favor, no romanticen nada de lo que sale aquí. S...