—Oye ¿Estas ahí?, ¿Estás bien?—Decía el texto en el borde inferior del navegador.
Había pasado más de un fin de semana completo desde la última vez que Life y Death habían intercambiado mensajes hasta la madrugada. Des deseaba hablar sobre lo mierda que podría ser la vida al cursar los 17; tuvo unos momentos jodidos, y la ausencia prolongada de su amigo virtual no estaba colaborando.
—Estoy pasando por unos días agotadores. Otra vez están un poco hartos por aquí en casa, y Louisa está un poco molesta conmigo.— Añadió en otro mensaje, acompañando en anterior.
En la escuela, el chico alto era blanco de algunas burlas debido a que encajaba en cierto estereotipo homosexual, y, al parecer, la pequeña comunidad artificial en la que se veía obligado a convivir, no estaba del todo lista para tolerar una sexualidad diferente sin añadir un "pero". Estas situaciones habían fomentado la lengua afilada de Des... aunque mientras más resistente sea la armadura, más valioso y suave es a quien resguarda. Su habilidad para responder insultos lo habían metido en más de algún problema, y en casa, estaban un poco hartos de su forma de contestar; si bien, su lenguaje era apropiado, sus palabras pasaban por un amplio espectro: desde sarcástico a hiriente.
— Supongo que sí fui un poco rudo con ella hoy.
Se quedó sintiéndose tonto, mirando la pantalla, tan brillante en medio de la oscuridad de la habitación. Él no estaba conectado, no lo había estado por casi una semana. Ya lo extrañaba.
Había más, quería hablarle de tipo raro. Life era la única persona con quien comentaba el asunto; su familia se exaltaría y su amiga le bajaba el perfil. Necesitaba contarle de su decisión; del encuentro fallido; de que ese mismo día lo vio a un par de metros, mas no se acercó. Se preguntaba si estaba bien sentirse mal por no tener el valor de enfrentar al sujeto.
Del otro lado del chat, Leo veía las notificaciones en color rojo aparecer una a una. Dudaba si leerlas o no. Se supone que estaba desconectado y si las revisaba sería descubierta su presencia. No obstante, se moría de ganas por saber en contenido de estas, si Des habría notado su presencia aquella tarde en el metro, si estaba bien, si lo había asustado, si alguien lo seguía molestando en clases, si tendría problemas con sus padres o si simplemente no pasaba nada. Lo dejaría esperando esta vez, tenía que terminar de revisar el perfil real de Des Aeva en primer lugar.
Sabía que posiblemente este chico hubiese cambiado de opinión, tratando de hablarle en la vida real, al acosador. Él mismo lo había alentado, observado como consecuencia una diferencia en el comportamiento: miraba en todas direcciones buscando, luego esperaba por un tiempo, entonces, cuando ya no quedaba nadie, se iba a casa.
En un principio Leo no creyó jamás que terminaría tan enredado a los pies de ese sujeto. Él era un guía turístico recién egresado de apenas 21 años, que creía saber mucho de todo y dominaba los idiomas esenciales idioma, carismático para algunos, atractivo para otros, haciéndolo un potencial trabajador de cualquier empresa del rubro; pero que, curiosamente, no tenía idea como lidiar con cierto tipo de atención. Definitivamente era más simple hablarle a una multitud sobre tópicos de dominio general, que charlar de forma individual, por eso Leo podría ser visto de dos maneras: el exitoso adulto joven, popular rodeado de sus grupos de clientes, con pretendientes para regodearse, siempre ofreciendo una sonrisa y toda su energía por los demás; o el chico que se sentía extraño fuera de su círculo de amigos de toda la vida, que dudaba si saludar en la calle a los conocidos, que no tenía idea de cómo responder a un coqueteo, y sentía siempre estar molestando a los demás. Por estas razones ser Life se había transformado en su medio para conocer individuos; lo impersonal de las redes era, por sobre todo, seguro y simple.
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Acosador - AMOLAD
Fiksi PenggemarDes quiere enfrentar su miedo al tipo raro de las estrellas en la cabeza y termina envuelto en diversos problemas con Tim Awerthon, Louisa Lovelance y por su puesto en un drama con Leo Spindler. Por favor, no romanticen nada de lo que sale aquí. S...