Protégeme

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Durante la primera mitad de la mañana, Des no le habló a Louisa por espiarle el celular, limitándose a contarle a Life lo sucedido respecto a la ayuda de Leo. Su amigo virtual respondió que estaba algo celoso de que esa persona finalmente resultara útil y que todo saliese tan bien, pero que estaba feliz porque al menos pudo resolver algo. Aeva supuso que Life hubiese querido ayudar, aun que en realidad no era una opción.

Con el transcurso del tiempo, el enojo con Lovelance disminuyó (algo clásico en el dúo), pasando de un silencio sepulcral a un sin fin de mensajes durante la clase de historia: Des al fondo del salón con la silla vacía tras él y Louisa al frente, junto a Vania.

— Entonces ¿Mañana es la cita?

— Supongo que sí...— Des no había confirmado nada con Leo.

— ¿Y dónde se van a encontrar? — Louisa quería detalles y no tenía ninguno.

— No lo sé.— Desde su silla la vio dejar caer la cabeza sobre el pupitre. — No te desesperes, le preguntaré.

Ella respondió con una seguidilla de iconos que denotaban su emoción por el encuentro. Des sólo pudo suspirar y armarse de valor.

— Oye, Leo... — Envió la primera parte, esperando una respuesta. No quería parecer un desesperado. Mientras tanto intentaba atender a lo que narraba el profesor, mas le distraía ver a su amiga cotilleando con Vega.

— ¡Hola de nuevo!— Tras unos minutos, llegó la enérgica respuesta.

— Ehm... ¿Sigue en pie el café de mañana? — Se sentía tonto al preguntar.

— Obvio —. Dijo el moreno de inmediato, aunque del otro lado de la pantalla temió que Des ya no quisiera salir con él. Se cuestionó si fue demasiado lo de la mañana. — ¿Por qué lo preguntas?

— Para confirmar.

— Genial ¿A qué hora puedes? —Leo sintió como su ansiedad se controlaba.

— Temprano tengo clases de cocina y luego hacer algunas cosas en casa... ¿Te parece a eso de las 4?

— Sí, claro ¿Nos vemos en el mismo café que nos encontramos la vez pasada?

Des contestó con una afirmación e indicó que seguía en clases. Tomó una captura de pantalla de la conversación y le envió una copia a Louisa.

— Ahí tienes detalles: nos veremos en Strada Café.

Al caer la noche Lovelance no se marchaba nunca de la casa de Aeva. Se había pasado la tarde ayudando a Des con su ropa y su cabello, enseñándole un poco de maquillaje y recalcándole que sería su primera cita en mucho, mucho tiempo.

— ¿De verdad crees que todo esto es necesario?

—¡Por supuesto!— Dijo la chica, eufórica.

— Leo es lindo, pero no sé si me gusta... te emocionas de más.

Como era normal, el ordenador de Des estaba supuestamente en modo suspendido, y como (también) era usual, Leo estaba escuchando atentamente sus palabras. Se había resignado a dejar de ver hace horas: esos dos estaban haciendo cosas que para Spindler resultaban interesantes de observar, aunque cuando Des comenzó a cambiarse de ropa, se limitó a oír.

"Si le gusto..." Pensó y prestó aun más atención.

— ¿No sabes? Des... está interesado en ti desde hace tiempo, es guapo, amable, parece un buen chico...

— Y no lo conozco—. Interrumpió. — No estoy preparado para citas justo ahora. No lo he pasado muy bien últimamente, Louisa. — Eso era lo que Leo no había considerado en la jugada del café. Su falta de empatía lo podría sacar del camino en cualquier minuto.— Tim no me ha dejado en paz desde hace semanas...

Acosador - AMOLADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora