N.A: Hola, el hiatus al fin fue roto con 2850 palabras. Lo cierto es que ya sólo quiero terminar esta historia, ya no estoy tan enamorada del cómic como en un principio, pero quiero que la historia llegue a buen puerto, sin un final apresurado, por lo que trataré de nutrir los capítulos de la mejor forma posible. Les recuerdo que el largo de estos es de 1000 palabras, pero como lo dejé en pausa y el arco del capitulo lo ameritaba, lo alargué.
H.Témele
—Te digo que no puedes dejar que siga con eso. Tienes que decirle alguien más, Des—. El tono de voz en Louisa reflejaba su preocupación.
— ¿Estas loca? No quiero más problemas con él; si se entera algún profesor o mi madre... no sé. No quiero, no creo poder lidiar con más idioteces.En pleno siglo XXI, el rechazo que sentía Des en su salón de clases era desconcertante. A pesar de que en los últimos años lo políticamente correcto era la careta de todo el mundo, la pasivo-agresividad de algunos de sus compañeros no dejaba de ser desagradable, pero Tim no era pasivo-agresivo, Tim era sólo agresivo y hostil: "perra" era lo más suave que le había dicho.
Aeva se decía continuamente que podría soportar todo con su mantra "un día a la vez", aunque claro, solía perder los estribos y terminaba hablando de más con esa lengua afilada que tanto lo caracterizaba.
En el pasado le había confesado a Life los problemas en clases con Tim, aunque superficialmente; apenas la punta de iceberg y este le había dando los ánimos necesarios para continuar a flote en el charco de mierda que lo trataba de hundir, no obstante, en el último tiempo sólo hablaban del acosador y Louisa le aconsejaba constantemente lo mismo: denunciarlo con alguna autoridad, a pesar de que las pocas pruebas que tenía contra él eran testigos... testigos amigos de Tim o la misma Louisa. Des creía que eso era inútil.Durante el descanso entre clases, Des estaba sentado en su silla con el teléfono medio escondido bajo la mesa, revisando su perfil mientras Louisa iba al sanitario: tenía novedades, Leo había contestado el mensaje del día sábado con un "Hey, tú". Des dejó entre ver una ligera sonrisa asomarse en sus labios. Quiso contestar, mas el chirrido de una silla arrastrándose hasta él le interrumpió.
— ¿Qué tienes ahí? — Era la voz de Awertton. Aeva bloqueó y guardó instintivamente el aparato en su bolsillo derecho, lejos del alcance de Tim.
—Nada que te incumba—. Dijo, intentando mantener la calma, viéndole poner esa mueca arrogante que, al menos para Des, le caracterizaba.
El profesor de música entró en el salón, seguido por la mayoría de estudiantes, interrumpiendo la situación. El chico más alto de la clase se paró automáticamente y tomó asiento en la mesa de atrás, en el pupitre de Vania, quien en lugar de reclamarle a su amigo el hecho de que estaba usando su lugar, al pasar sólo tomó sus cosas y fue a sentarse al otro extremo del salón, en el sitio donde habitualmente se sentaba Tim.
La clase era divertida, el hombre que les enseñaba guitarra era apasionado e inspirador, tanto así que tenía a una 27 de 29 alumnos pendientes del trabajo a realizar aquella mañana. Los dos restantes estaban concentrados en otra cosa: uno en descongelarse y el otro en no ser visto.
Estaban sentados en la parte trasera del lugar, en la fila junto a la ventana. En teoría, que Des guardara su teléfono en el bolsillo derecho, es decir, contra el cristal, le daba la seguridad para creer que nadie podría tomarlo, sin embargo, no contaba con la situación que pensó el sujeto que más odiaba.
Las cortinas púrpuras llegaban 20 centímetros por debajo de la altura de los pupitres y Tim se aprovechó de aquello: inclinándose hacia adelante, como si fuese a murmura algo al oído, sin movimientos bruscos, deslizó su brazo diestro bajo la tela que colgaba, escondiendo entre los pliegues parte del acto que estaba cometiendo. Si alguien hubiese fijado la mirada en estas dos personas sólo vería a Tim apoyado con su hombro contra las ventanas molestando a Aeva, como era costumbre.
Con cuidado, Awertton comenzó a tocar el muslo de del chico que tenía adelante, quien de inmediato dio un pequeño salto sobre su asiento al sentir algo extraño. Des miró hacia abajo descubriendo la intromisión. Alarmado giró el torso para poner en su lugar a idiota de atrás, encontrándose la estúpida y alegre cara de Awertton demasiado cerca. Quiso decirle de todo, tal vez sacar a relucir una de las clásicas frases que involucran a las madres y sus oficios, pero el otro cortó toda seguridad en Des cuando comenzó a tocarle parte una nalga con los nudillos de los dedos. Des se quedó boquiabierto, sólo para sentirse aun más descolocado al notar como ya no era un roce, si no que le estaba tocando el culo a mano llena descaradamente. No esperaba esa situación; invadido de la forma más desagradable que alguna vez creyó posible de suceder en una sala repleta de otros estudiantes.
Aeva recuperándose del shock inicial, tuvo la intención de pararse de inmediato, pero el tipo, a riesgo de ser descubierto, se aproximó más y le sujetó por la cadera, obligándole a permanecer sentado.
En aquella situación Des creía que podría morir de miedo: su corazón se había acelerado tanto o más que cuando aparecía su acosador numero uno; la vista tendió a nublársele; y su piel estaba tan pálida que si alguien hubiese reparado en él, quizás hubiese notado que algo estaba mal, que estaba siendo manoseado por un compañero de clases, y Tim podría ser expulsado de la escuela, aunque eso, por supuesto, no ocurrió.

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Acosador - AMOLAD
Fiksi PenggemarDes quiere enfrentar su miedo al tipo raro de las estrellas en la cabeza y termina envuelto en diversos problemas con Tim Awerthon, Louisa Lovelance y por su puesto en un drama con Leo Spindler. Por favor, no romanticen nada de lo que sale aquí. S...