Kagemaru
Luego de llegar por el canal hasta el nido, emergí del agua muy sigilosamente. Trepé un árbol muy alto, con la ayuda de los Shukos y Ashikos (púas de hierro internas en manos y pies respectivamente), que daba a la pared de la fortaleza.
Desde el umbral, escondí mi Ki rápidamente y trate de detectar presencias malignas, movimientos, cambios de aire.... Nada.Era muy raro en esa guarida criminal.
Luego lancé mi Kagi (gancho y soga) hacia un ventanal abierto del fuerte.
Tarde solo 30 segundos en cruzar. Detecto Ki... Nada!Ya cruzando el pasillo, mi Ki se altera. Sentí dos presencias malignas acercándose. Inmediatamente, me colgué a la viga de madera del techo. La abrace y me quedé inmóvil.
Eran dos guardias con lanzas haciendo su ronda norturna. Ambos se cruzaban justo bajo la viga.
Intercambiaron unas palabras sobre lo feo de la noche y sobre el viento seco que ahora se estaba volviendo más fuerte y frío, muy cubierto y con muchos refusilos.
Al retirarse de allí y seguir caminando, ambos me daban la espalda. Entonces, aproveché.
Tomé un Shuriken. Y cuando estuvo a distancia. Me desprendí de la viga, sujetándome solo de las piernas. Cabeza abajo, apunte y arroje la estrella. Fue un tiró directo al cráneo. Cayó al suelo sin emitir sonido.
Cai del todo al suelo y fui a despejar el pasillo. Guardé mi Shuriken y tomé el cuerpo del guardia. Este último lo arroje x fuera del ventanal y cayó a un alero de la fortaleza. Despues, fui nuevamente a la viga y me colgué allí de la misma manera a esperar al otro guardia. Volví a detectar presencias. Solo la del guardia.
Ya una vez este lanzero se puso bajo mío. Me descolgue, dejando los brazos libres, cabeza abajo y sujetándome con las piernas de la fuerte madera.
En un abrir y cerrar de ojos, con mis manos con los Ashikos, lo tome por la cabeza y se la giré en 180°. No solamente lo desnuqué, sino que también le destrozé el cráneo por las púas.
Volví a caer al suelo y de allí, me desplazé al cuarto central contra la pared, con mi Ki en alerta.
En un momento, sentí un presentimiento. Me acercaba pero no había protección. Eso implicaba que había trampas y engaños
Al llegar al último corredor, noté como las baldosas del suelo eran distintas. No era por decoración, sino que era un piso falso. Probablemente activaba algun arma o precipicio o lanzas.
Nuevamente, tome mi Kagi y lo lancé a la viga central, frente a la puerta principal. Después, me deslicé hasta allí.
Sentado sobre la viga, detecté una entrada secreta sobre la puerta. Era un panel de tela de bambú pintado igual como la pared
Balance mi cuerpo en el fuerte soporte y me arroje a la siguiente viga, justo al lado de la entrada secreta.Colgado en la nueva viga de un brazo, corrí el panel con el brazo libre y entré.
Este era un pequeño pasadizo, que conectaba justo al centro de la habitación principal.
Cuando llegue alli, la sala estaba oscura y ví a Jinnai meditando, arrodillado justo por debajo mío. Sus cabellos largos y negros eran inconfundibles.
Para asegurarme, eleve mi Ki par detectar presencias. Era muy raro. Nada. Ni siquiera el pobre Jinnai debajo mío.
Seguramente su meditación Samurai, lo elevó y su presencia se hizo nula.
Mi corazón se agitaba, mi pulso se aceleraba, el sudor corría por todos lados. Afuera comenzó una terrible tormenta.
No entendía por qué estaba así. Estaba entrenado para hacer eso. Pero estar así? No era normal. Había algo que no podía detectar. Algo que estaba mal. Era porque ese criminal estaba tratando de redimirse, de pagar su deuda. Acaso seguía siendo espía?
Sin embargo, no podía dejar que Jinnai secuestre a Tomoyo y Kiku. Tenía que controlarme, calmarme y terminar el trabajo. No era quien para juzgar, tenía que actuar.
Desenvainé a Izayoi y la note oscura, pesada, sin vida.
"Quizá sea el lugar" pensé. "Debe poner a todo así, de esa manera, lúgubre y sombrío!"
Cómo un rayo, cai desde el techo con todas mis fuerzas, atravesándolo a Jinnai con la katana desde el cuello hasta el fin de su tronco. Luego, desenterré la espada, giré y corté su cuello de un golpe. La cabeza cayó al suelo.
Después de eso sentí como si algo dentro mío se derrumbó. Cómo si algo muriera. Cómo que me moría. Un fuerte dolor en el pecho. El horror fue cuando ví la cara del difunto.
"NOOOOOOOOO!!!! NO PUEDE SER!!!! POR QUÉ????" grité.
Era mi maestro Azuma Shiunsai. Lo asesiné. Jamás me di cuenta que era él.
En ese momento, en completa desesperación, ví el ventanal más cercano, salté. Me desaparecí en la oscuridad de la noche. Sin pensar en lo que había pasado. Sin pensar en que podía ser una emboscada. Sin pensar que todo fue una trampa. La desesperación me cegó.
Trate de irme lo más lejos posible para entender las cosas más claramente.
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Un Ninja En Camelot
General Fiction"Donde me encuentro? Camelot? Cómo llegué aquí? No recuerdo nada! Debo proteger a Tomoyo y Kiku a como de lugar... Pero como? Imposible!!! Me fallaron. Cuando sepa el por qué estoy aqui, sabré quien está atrás de todo esto!" Kagemaru, un ninja, de...