Un Ninja En Camelot

Capítulo XXV - Premonición

Rey Arturo

Una vez ya en Camelot, agotado por la búsqueda, ordené a mis colegas Caballeros que decidan ellos el trato correspondiente para el extraño hombre del bosque.
Después, desmonté de mi corcel y le di las riendas a mi escudero.
Entonces,  decidí subir a mis aposentos a descansar unas horas.

Ya en mi recamara, exhausto, me quité mi armadura y me recosté.

Allí sobre mi lecho se podía oír claramente como todos en Camelot; desde los pajes, sirvientes, escuderos hasta las damas y doncellas; estaban revolucionados por la llegada de este extraño guerrero enmascarado de atuendo negro.

Sobre todo por el terrible suceso de los últimos días: El robo de Excalibur.

Alguien muy hábil y silencioso hacia dos noches atrás, había irrumpido en Camelot, burlado a los caballeros de guardia y llevado a Excalibur de la cámara real mientras yo dormía.
Absolutamente nadie en el castillo se percató del ladrón, ni siquiera los perros y gansos (que son más sensibles que los perros).

La continua búsqueda e investigación sobre algún rastro o pista, nos llevaba al bosque. Y allí nos topamos con este extraño y su rara espada. Al principio pensé que era Excalibur, pero derretida y forjada en otra espada. Sin embargo, al ver qué este hombre solo la pudo extraer, noté que no se trataba de mi espada.
No obstante, está otra arma sólo respondía a este hombre. Algo muy raro. Por eso decidí, dejar a Sir Bedevere y Sir Robin a la guardia de esta extraña arma.

No me di cuenta cuando me quedé dormido pensando en mis preocupaciones, a la cual se sumaba una más:
quién era este misterioso forastero?

Sin embargo, mi descanso no fue para nada placentero. Tuve un extraño sueño.
En él, pude ver como en la oscuridad del bosque, alrededor de una gran fogata había cuatro personas: dos mujeres, un hombre y un prisionero quien parecía ser era el extraño encontrado recientemente.

Una de las mujeres tenía maniatado al extraño forastero a un árbol. Con un cuchillo, lo apuñaló en el centro del pecho y extrajó su corazón sin dudarlo. Inmediatamente, se puso a lanzarlo hacia arriba y abajo con una sola mano, cómo jugando con este y lanzó una horrible carcajada.
Después, la segunda mujer apareció a caballo, ató el cuerpo ya sin vida del extraño y comenzó a arrastrarlo por todo el lugar.
Mientras tanto, un hombre al cual no distinguí tenía dos espadas en sus manos. Una era Excalibur y la otra era la extraña espada que se encontró en el bosque.
Al tratar de ir a ayudar, un hombre cuyos ojos tenía vendados me apoyaba un extraño puñal en la garganta y quedé inmóvil.
Ante tanta impotencia, me desperté exaltado...

Estaba amaneciendo. La luz del sol iluminaba por completo toda mi habitación.

Rápidamente, me cambié y fui a hablar con Merlín sobre mi pesadilla.
Al abrir la puerta de mi recamara, el viejo mago ya estaba allí.

- "Dime que es todo esto, Merlín!" Le pregunté eufórico.

- "Calma, mi Rey. Sólo fue una pesadilla. Eso es todo.
Vine a verte. Me preocupas. No has bajado en los últimos 3 días." Me contestó tranquilamente.

- "Wow, si que estaba cansado. Bien, en cuanto a mi sueño, son premoniciones?" Le pregunté.

- "Solo ponte contento que *El Dragón aún te deja ver." Me respondió.

- "Tú y tus palabras Merlín. Cuanto más ayuda necesito, menos te entiendo.
No tengo a Excalibur. Esta pesadilla mia y encima este extraño forastero."  Dije enojado.

- "Ah... Lo has visto! Raro! Pero hermoso, por su rareza no? Sus movimientos! Intrincados!.. pero efectivos. Tienen muchísima energía  y gracia. Todo un valiente! Pobres aquellos que sufrieron sus consecuencias" Exclamó Merlín tomándose la cabeza con ambas manos.

- "No lo pude creer cuando ví a Gawain y a Lancelot desmayados...Jajaja. Según los otros caballeros, con tan solo un golpe de ese guerrero! BAM! Los puso a dormir! Es muy bizarro ese hecho, sobre todo por la estatura del hombre." Dije en tono más calmado.

- "Señor, la estatura de una persona no mide la destreza y habilidad. Mucho menos la inteligencia y la fuerza. Sólo las situaciones límites. Ahí! Solo ahí es donde los valientes toman tal nombre!" Contestó con sutileza y sabiduría Merlín.

Fue entonces cuando un caballero, Sir Bors, irrumpe nuestra conversación:

- "MI SEÑOR ARTURO! MI SEÑOR ARTURO!!!" Gritó el agitado caballero que entró a mi habitación real a toda prisa.

- "Que sucede Bors? Por qué tanto alboroto?" Pregunté.

- "Han asesinado a Sir Gareth!!!" Exclamó el caballero.

Merlín y yo quedamos atónitos ante la noticia.

"No... mi amigo. Pero como Bors? Cómo fue?" Grité entre lágrimas al haber perdido un amigo y un excelente guerrero.

"En su búsqueda de Excalibur, lo emboscaron y lo degollaron con este extraño cuchillo cerca del pantano Rotten Pond." Dijo Bors mientras sostenía el arma y la descubrió del paño en la cual la traía envuelta.

Este pesado puñal de forma romboidal, con un agujero en un extremo y con todos sus lados extremadamente filosos, era extraño. Ninguno de nosotros había visto algo así antes.

"No puede ser! Merlín!" Dije en voz sorprendida. Ese puñal era el mismo que sostenía el hombre con los ojos vendados en mi pesadilla.

Fue entonces cuando consulte a mi mentor, amigo y consejero Merlín.

- "Dime,... Que debo hacer?" Pregunté al mago mientras sostenía el arma asesina.

- "Lo raro déjaselo para los extraños." Contestó Merlín apuntándose a sí mismo con los pulgares y una leve risa en su rostro, mientras tomaba el puñal para luego retirarse de mi recamara y comenzar a bajar las escaleras.

- "Merlín!!! Que vas a hacer?" Pregunté desconcertado.

- "Fácil. Interrogar al forastero! El tiene todas las respuestas!" Respondió alegremente.

- "Cómo lo harás? No ha emitido sonido! En mi opinión, no debe hablar nuestra lengua. Sus atuendos, su rostro, su estatura, su color de piel. Todo indica que es un extranjero." Exclamé.

- "Sé mucho más de lo que te imaginas, mi Rey. Espero poder ayudar a esclarecer la muerte del buen Gareth y hallar a Excalibur, que seguramente, está relacionado con todo esto!" Merlín contestó y bajó las escaleras.
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(Lease el término *El Dragón como La Naturaleza - Fuerzas de la Naturaleza - Destino)
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