Herido

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Pasaron unos kilómetros desde que salieron del fuerte, Nahimana comenzó a despertarse, Connor la había notado moverse y aminoró el ritmo del caballo, la joven se volvió y vió a Connor, se puso un poco nerviosa debido al poco espacio que habían entre los dos

-- ¿Ratonhnhaké:ton? -- la chica lo dijo con voz perpleja, no esperaba encontrarse donde estaba, este bajó su cabeza mirando a Nahimana a los ojos y le dedicó una pequeña sonrisa.

-- ¿Estás bien? ¿estás herida?

-- No, estoy bien, no te preocupes solo un poco trastornada

Mientras lo decia se hechó hacia atrás apoyandose lentamente en el pecho del asesino, este dio un pequeño saltito de sorpresa, no se esperaba este gesto de la joven, pero duró poco, al haberse apoyado Nahimana sobre este, Connor se quejó debido al dolor que sentía en el costado izquierdo, casi lo había olvidado debido a la preocupación de la joven, estaba herido, y estaba perdiendo sangre.

Cuando Connor se quejó Nahimana automaticamente se hechó hacia delante y se volvió de nuevo para hablarle

-- ¿Te ocurre algo? -- le dijo con tono de preocupación

-- No ... no es nada ...

La joven lo miró a los ojos enfadada, pero Connor seguía mirando hacia delante, sin devolverle la mirada, pese a que no la miraba ella captó en su expresión dolor, así que se dió un poco más la vuelta en el caballo quedando casi de lado, y lo vio, la parte izquierda de la tunica de Connor estaba empapada en sangre, Nahimana ahogó un grito y se alarmó

-- ¡Ratonhnhaké:ton! ¡Estás herido!

-- No es nada, es un simple rasguño -- mientras lo decía su cuerpo se iba poco a poco hacia delante dejandose caer sobre la joven, se quedó inconsciente debido a la gran perdida de sangre

-- Aguanta Ratonhnhaké:tonya casi hemos llegado

La chica le quitó las riendas del caballo a Connor y lo paró, bajó del caballo y hecho a Connor hacia delante haciendo que su cuerpo se posara sobre el caballo y ella se montó detrás, ahora era ella la que con su cuerpo impedía que Connor cayera al suelo.

Pasaron varios minutos cabalgando por el denso bosque y por fin Nahimana pudo divisar la hacienda, sintió alivio al ver el tejado de la casa de lejos, por fin ya habian llegado, pero no había tiempo que perder, la joven dejó el caballo justo en la puerta de la casa, intentó despertar a Connor pero este no se movía, sintió horror de que estubiera muerto y si así resultaba se culparía toda su vida.

La joven bajó a Connor del caballo como pudo, se tranquilizó al ver que el pecho del joven subía y bajaba, lentamente pero lo hacía, esto le dio esperanzas de que se salvara, Nahimana agarró a Connor como pudo, se hechó un brazo del joven por encima de su hombro e intentó así llebarlo hacia su habitación, la joven era pequeña al lado del asesino pero esto no quería decir que no fuese fuerte, Nahimana sacó fuerza de donde pudo y consiguió llevarlo a su habitación recostandolo en la cama.

Nahimana le quitó la túnica, la camisa y las botas, dejandole solo los pantalones, necesitaba curar su herida y fue a buscar vendas, unas gazas y agua fría para la fiebre, cuando llegó a la habitación de nuevo inmediatamente limpió la herida y la vendo, acto seguido mojó gazas en el agua y se las colocó en la frente.

Nahimana estaba realmente preocupada por él, era la primera vez en mucho tiempo que se preocupaba así por alguien, no quería que se muriera, quería pasar con él más tiempo, la joven se había enamorado de él sin darse cuenta.

Mientras le cambiaba la gaza de la frente, Connor empezó a murmurar su nombre, estaba delirando debido a la fiebre, Nahimana se sonrojó al oirlo, no pensaba que pese a la fiebre la fuera a llamar, Connor no era de las personas que dicen lo que sienten, sino más bien de las que  son personas frías y reservadas pero que en realidad son todo lo contrario, nunca daba a demostrar nada, su expresión no variaba en nada, excepto cuando estaba con ella, ella lo había visto sonreir, aunque sea un poco, y tambien con timidez, como cuando le dio aquel beso, al recordarlo la joven volvió a sonrojarse.

Connor dejó de llamarla, y Nahimana se levantó y lo tapó con las sabanas, se sentó en el suelo y apoyó la cabeza en la cama, dejando su cara justo en frente de la de Connor, la chica se le quedó mirando atónita, en realidad era muy atractivo, tenía el cabello oscuro esparcido por la almohada, sus labios suaves, su piel más oscura debido a la poca iluminación de las velas y su cuerpo fuerte y robusto, pero había una parte de su físico en la que se perdía completamente y era en sus ojos, sus oscuros ojos que reflejaban una vida dura y con sufrimiento, echaba de menos esos ojos, los quería volver a contemplar y perderse en ellos de nuevo.

Sin darse cuenta, Nahimana se quedó dormida mirando a Connor, pasó cerca de dos horas y cuando despertó allí estaban esos ojos que echaba tanto de menos, los oscuros ojos del asesino estaban mirandola, la joven se incorporó rápidamente

-- ¡Ratonhnhaké:ton, estás despierto!

-- ¿Dónde ... estoy?

-- En tu habitación, cuando veníamos de camino te desmayaste debido a la herida de bala que tenías, estabas perdiendo mucha sangre ... todo ha sido mi culpa ... -- dijo entre sollozos -- si te hubieran matado ... jamás me lo hubiese perdonado ... -- Hacia mucho tiempo que Nahimana no lloraba, no quería demostrar debilidad ante nadie, pero esta vez hizo una excepción, estaba realmente alegre de que el asesino despertara, estaba aliviada de verlo vivo.

-- No llores por favor, estoy bien ... -- el joven no sabía que decirle, no había mostrado antes sus sentimientos por nadie y le costaba trabajo expresarse -- ven acercate ...

Nahimana se acercó a la cama quedando de pie frente a él, Connor intentó quedar sentado en la cama pero ella no le dejó, cuando la joven se acercó para impedirselo, el la cogió de la muñeca y la atrajo hacia sí quedando tendida en la cama junto a él, Nahimana notó como se ruborizaba al tenerlo tan cerca y pudo apreciar en las mejillas de Connor que él también lo estaba.

-- ¿ qué ... ? -- pero Nahimana no pudo terminar la frase, los labios de Connor se lo impidieron, fue un beso suave, la verdad era que ella también lo quería besar, la chica enredó sus dedos en el cabello suelto del asesino y le devolvió el beso, está vez más intenso que suave.

Connor rodeó con sus fuertes brazos a Nahimana quedando los dos abrazados, cuando separaron sus labios, los dos estaban nerviosos, se quedaron callados, sin saber que decir, hubo silencio, solo se miraban fijamente a los ojos, Nahimana se podía ver reflejada en los ojos del asesino, hasta que este silencio se rompió

-- Siento no haberte podido ayudar la noche que te llevaron los soldados

-- No pasa nada, ahora estoy aquí contigo, por curiosidad, ¿dónde estabas?

-- Envuelto en los poderes del Fruto.






Memories of DavenportDonde viven las historias. Descúbrelo ahora