Una relacion de amigos. (Erotico-Gay)

Estos son mis dias...

Un bostezo que me hizo abrir la boca mucho mas de lo normal se llevo consigo un sueño bastante agradable.

Estaba sentado en la playa de pequeño, las olas rompían en la orilla como siempre haciendo un ruido relajante que me encantaba. Giro mi cabeza hacia la derecha y ahí estaba el, el chico al que amaba..

¡Y PUF! Aquí estoy, lanzando juramentos contra la almohada por haberme despertado de aquel verano que tanto me gustó.

Bueno, voy a presentarme. Soy Hermes, Hermes Deal. Si, mi apellido es americano. Y es básicamente por que mi madre se casó con el primer americano que vió, el primer estupido que encontró. Soy moreno, con ojos marrones y delgado de cuerpo, pero no musculoso, no me gusta ir al gimnasio ni hacer básicamente nada que este relacionado con el deporte.

- ¡Despierta Hermes!- gritó mi madre desde detrás de la puerta mientras acompañaba sus gritos con suaves golpes.

- Ya voy...- básicamente parecía un zombie, me desperté torpemente y busqué mis zapatillas con las manos, me las coloco y fui directamente al baño, me lave la cara y luego me moje un poco el pelo para refrescarme. Fui a mi cuarto y me vestí con lo primero que vi en mi armario, si, no soy de juntar ropas por que pegan y cosas así.

Al bajar las escaleras me encontré a mi padrastro.

-Hola Alberto- murmuré un poco adormecido aun.

- No se que haces aun aquí, ya deberías estar en el instituto lejos de mi- dijo de una mera muy seca.

¡Como narices se las apaña para que mi madre nunca le pille diciéndome lo que me dice! ¡¡Arrggg!!

Al acabar el desayuno recogí mi mochila. ¿Llevo ladrillos yo aquí dentro?. Bufé ya que sabia que esta tarde iba a tener dolor de espalda.

Salí de casa sin despedirme de nadie y me encaminé hacia el instituto. Estaba en 4 de la ESO pero me juntaba con chicos de 1 de Bachillerato. Al llegar a la entrada del insituto me apoye sobre la verja y deje la mochila en el suelo, saque un paquete de chicles y me comí uno, y bueno, tuve que repartir 3 o 4 entre mis amigos. ¡Gorrones!

Estaba empezando a aburrirme cuando veo subir a mis 3 amigos por las escaleras que dan al instituto.

Uno era moreno, 17 años, un poco gordito y con los ojos azules. Se llamaba Harry, otro americano como mi padre.

El segundo era pelirrojo, alto y muy muy guapo. Tenia a todas las tías detrás de el. Tenia un cuerpo musculoso y siempre llevaba camisetas que le marcaban todo. Su nombre era Victor.

Y el tercero era... aiihh... Pablo... un chico rubio, con ojos marrones pero muy claritos, alto, delgado y poco musculado al parecer, nunca lo había visto sin camiseta. Era con el que menos relación tenia de los 3, pero era... el chico que me gusta... pero el no lo sabia, solía mantenerme un poco alejado de el, ya que siempre que me hablaba me sonrojaba y no atinaba a juntar las palabras en mi mente para que salieran de forma ordenada de mi boca.

- ¡Hola pequeñajo!- me dijo Victor revolviendome un poco el pelo. Puse morros y este se rió, no me gustaba que me tocaran el pelo.

- ¿Como llevas tu examen de francés?- dijo Pablo mirándome fijamente.

- Ohm, em... bien... - me sonroje ligeramente mientras oía a Harry y a Victor reírse a carcajadas. Yo pensaba que ellos intuían algo, pero no me atrevia a preguntárselo.

- ¿Vamos ya a clase? Llegaremos tarde... - dijo Harry con su voz tenebrosa, yo me encuentro a este chico un día por la calle de noche y me da un infarto al escuchar su voz. ¡Que miedo!

Seguidamente todos entramos en el instituto y cada uno se fue a su clase, entré en la mia y me senté al fondo, solo como siempre, pero no me importaba en absoluto, así tenia tiempo para escribir.

Y aquí es donde sigue la historia, estoy escribiendo todo lo que me había pasado hasta ahora cuando de pronto veo que entra un chico moreno a clase, no sabia como se llamaba pero lo reconocia de vista de la otra clase.

-Pasa Michael, sientate donde quieras- dijo la profesora y siguió con la clase.

Desafortunadamente se sentó al lado mio, me habían dicho que era un chico borde y que solía meterse con todo el mundo sin ninguna razón.

De pronto se inclina hacia mi y me susurra casi al oído.

-Voy a ser tu nuevo compañero de clase, guapo...- dijo en un susurro.

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Bueeeenas, esta es mi primera historia. A si que no sean muy duros ¿Vale? :3
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Un saluuudo.