Capítulo 5

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Los tres tirados en el sofá viendo una película. Así se los encontró Martha, a media tarde, cuando llegó al loft que, al ver aquella estampa, se sorprendió gratamente pues no la esperaba. Los observó un momento pues ninguno se había percatado de su llegada y, notando la complicidad con que su imprevista invitada interactuaba con su hijo, incluso con su nieta, simplemente sonrió. Ya era hora de que estos dos estuvieran juntos pensó mientras se acercaba al sofá.

Hola a todos. Saludó con energía.

Hola abuela. Saludó la joven mientras se levantaba y le daba un beso en la mejilla.

Vaya, madre, no sabía que aún vivías aquí. Le devolvió el saludo con su toque ácido típico, levantándose también para besarla.

Siempre tan simpático hijo, no se qué has visto en él querida. Dijo la actriz acercándose a Kate para saludarla.

¡Madre! Regaño Rick a ésta, ya que las mejillas de su musa estaban notablemente ruborizadas por el comentario y se había vuelto a sentar en el sofá, pero esta vez encogida de la vergüenza.

No te enfades Richard, sabes que lo digo en broma. Sonrió. Me hace muy feliz que estés aquí querida, porque supongo que quiere decir que estáis… bueno, juntos, ¿cierto? Preguntó, aunque sólo para confirmar lo que ya se imaginaba.

Bueno… Dijo bajito muy avergonzada por la situación. Sí. Supongo. Dijo mirando al suelo.

¿Supones? Dijo el escritor alzando una ceja, mirando a Kate.

No. Bueno. Miró a Rick nerviosa. Claro que estamos juntos. Es que, no me una pregunta tan directa y eso.

Dejadla tranquila, ¿no? Les dijo la pelirroja a los miembros de su familia. Kate, no les hagas ni caso a ninguno, sólo te están intentando poner nerviosa. Dijo poniendo una mano en la rodilla de ésta.

No pasa nada, es sólo que es aún no me acostumbro a la idea de… pues eso, de que estamos juntos. Sonrió a Rick, que le miraba adorando el brillo de sus ojos al hablar y luego miró a Alexis y le dijo riendo. Y tú ahora te pones de mi parte, pero antes bien que te has reído de mí.

¿Yo? Preguntó haciéndose la ofendida. Yo no me he reído de ti, sólo te he gastado una pequeña broma para darte la bienvenida a la familia.

Parece que todos tenéis la misma forma de darme la bienvenida: haciéndome pasar un mal rato. Dijo Kate sonriente. Pero de todos modos quería, ahora que estáis todos, daros las gracias por dejar que me quede aquí.

Sabes que no tienes que agradecer nada. Le dijo Rick con una pequeña sonrisa. Ya has pagado la estancia en Casa Castle aguantando las bromitas, que espero que no se repitan. Dijo mirando a su madre y a su hija.

Tranquilo Rick. Dijo Kate entrelazando los dedos con él, mirándole sonriente y éste le sostuvo la mirada sonriendo igual.

Así estuvieron un momento, unidos por sus manos metidos en su burbuja mientras Marta y Alexis les observaban de reojo, se sonreían y murmuraban lo bonita que era la situación. Entonces Kate le dio un tímido beso en la mejilla, que alargó un momento y que, al irse a separar, el escritor convirtió en un pico en los labios. Al separarse después la detective se mordió el labio cortada pero con ganas de más. Fue entonces cuando les interrumpió el huracán Marta.

¡Por el amor de dios, daos un beso en condiciones! Que no nos vamos a asustar y se ve que os tenéis ganas. Soltó desesperada por la parsimonia de la pareja con la muestra de cariño. Kate miró con una pequeña sonrisa a Marta y luego a Alexis y se ruborizó un poco por su presencia.

Madre, es un poco incómodo si no dejáis de observarnos. Respondió molesto.

Oye, a mi no me importa que os beséis y eso delante de mí, pero si queréis os podemos dejar solos un rato. Dijo mirando a Kate, intuyendo que se avergonzaba por ella.

No, no, Alexis por favor, estás en tu casa. Dijo Kate algo apurada. Es sólo que se me hace raro y más con público, pero me tendré que acostumbrar.

Más vale que te acostumbres pronto. Murmuró para que sólo lo oyera Kate y ella frunció el ceño y le dio un golpe en el brazo, a lo que él le sonrió ampliamente. Lo digo en serio.

Entonces Kate miró a Alexis y ésta le sonrió señalando a su padre con la cabeza. La detective se mordió el labio nerviosa, cogió a Rick despistado de la cara y le dio un tierno y lento beso que sorprendió al escritor pero enseguida correspondió y sujetó a Kate de la nuca para alargar el beso. Las pelirrojas al ver cuanto duraba el beso empezaron a aplaudirles y silbarles, con lo que se separaron riendo.

Pues ya está. Dijo Kate roja de la vergüenza pero riendo alegre.

Papá, ya te ha cargado las pilas para que te vayas a hacer la cena. Dijo riendo.

Bueno, pues me tendré que ir a hacer la cena. Se levantó del sofá y antes de irse besó a Kate en la cabeza.

Rick hizo la cena mientras las mujeres hablaban en el sofá y después cenaron en familia entre anécdotas y risas. Volvieron al sofá, pero enseguida las pelirrojas dejaron sola a la pareja.

Estoy muerta. Dijo ella apoyándose en el hombro de Rick.

Pues vamos a acostarnos ya. Dijo levantándose y ayudándola a ella a hacerlo.

¡Vaya! No me he dado cuenta de que no he pasado por casa a coger ropa ni nada. Dijo haciendo una mueca de fastidio.

No pasa nada, mañana podemos ir. Le puedo pedir un pijama a Lex o te dejo uno yo. Dijo cogiendola de los hombros para dirigirla a la habitación.

Con una camiseta tuya me apaño, tus pantalones me tienen que estar enormes.

Aquí tienes el armario, sírvete. Dijo quitándose la ropa y quedándose en calzoncillos.

Vale. Dijo ella mirándole de arriba abajo sonriendo mordiéndose el labio.

Si te molesta que duerma en calzoncillos me pongo un pijama o algo.

Para nada. Le sonrió de nuevo mientras cogía la camiseta que se acababa de quitar el y se metía en el baño.

Salió del baño con la camiseta y sin pantalones, con un moño y la ropa en la mano. Rick la miraba atontado ya bajo las sábanas. Dejó la ropa en una butaca y se acercó a la cama.

Una cosa, ¿siempre duermes de ese lado? Le dijo antes de meterse en la cama.

Pues no sé, suelo dormir por el medio, ¿por qué? ¿me cambió de sitio?

Por favor. Dijo con un puchero.

Claro. Dijo deslizándose bajo las sábanas.

Gracias. Dijo sonriente metiéndose en la cama.

Según se metió en la cama le dio la espalda al escritor y éste suspiró con pena. Entonces ella fue retrocediendo de espaldas hasta tocar al escritor.

Es que de este lado no me molesta la herida para dormir abrazados. Le dijo tanteando con la mano en busca del brazo del escritor y se acomodó en sus brazos.

Él en cuanto la escuchó sonrió feliz y la abrazó por atrás poniendo su cara en el hueco de su cuello, el cuál besó haciendo que se estremeciera su musa entre sus brazos.

Buenas noches Kate. Murmuró aún en su cuello.

Buenas noches Rick. Le contestó ya con los ojos cerrados, inmensamente feliz.

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