Se despertó después de un par de horas, oyendo a alguien hablar. Se mantuvo con los ojos cerrados mientras inspiraba hondo y se estiró un poco, notando el cuerpo entumecido y aún algo dolorido. Se dio cuenta de que todavía tenía la mano del escritor entre las suyas y la acarició dulcemente mientras intentaba abrir los ojos. Cuando se acostumbró un poco a la luz y pudo verle sonrió casi sin fuerzas y este le apretó suavemente sus manos y la mano. Estaba hablando por teléfono, y en ese momento se despidió y colgó.
- Hola. Le saludó con una sonrisa tonta en la cara. ¿Cómo te encuentras? ¿Has dormido bien?
- Si, estoy bien. Me encuentro bien. Le dijo con una pequeña sonrisa. ¿Me puedes ayudar a sentarme? No sé como se sube la cama.
- Si, claro. Vamos a ver.
Rick buscó el mando de la cama por el lado de la cama en el que se encontraba y al no verlo se inclinó sobre la cama y sobre Kate para mirar al otro lado de esta y cogió el mando. Al ir a levantarse vio a Kate, que tenía su cara muy cerca de la suya y le miraba a los ojos. Se quedó un momento en esa posición observándola y cuando se iba a retirar la detective alzó su mano y le acarició la mejilla sonriendo, y de manera inesperada para el escritor Kate se impulsó débilmente para darle un corto beso. Rick abrió mucho los ojos asombrado y la vio con una gran sonrisa en la cara, aunque un poco avergonzada. Rick se sentó de nuevo, sin saber que decir ni hacer, pero feliz por lo ocurrido.
¡Vaya! Susurró sorprendido sonriendo. Antes de que se me olvide, he hablado con tu padre. Me ha llamado mientras dormías, va a venir en una hora o así.
Vale. Respondió sonriendo. Rick. Dijo, y él la miró a los ojos esperando a que ella hablara. Sé que no es el momento ni el lugar para hablar de esto, y más si viene mi padre de camino, pero... Bajó la cabeza buscando las palabras y ordenándolas en su cabeza. Yo, he estado dando rodeos mucho tiempo, con la relación que tenemos. Somos compañeros, somos amigos y... Cogió aire y lo soltó lentamente mientras levantaba la cabeza y miraba esos dos océanos azules que la miraban intrigados. Bueno, yo quiero estar contigo, ya sabes que soy una persona muy complicada y me has tenido una paciencia infinita, pero quiero intentarlo.
Rick sonrió ampliamente y se acercó a ella, le besó la mejilla, pero cuando se iba a separar la miró a esos dulces labios y no se contuvo más. La besó con ternura, un beso largo con el que le quiso agradecer el gran paso que estaba dando.
-Por si no ha quedado claro, me alegra mucho porque de verdad que yo también me muero por estar contigo. Le dijo después del beso, sobre sus labios. Y se sonrieron mientras se miraban a los ojos y mientras los cerraban para besarse de nuevo oyeron como llamaban a la puerta y se separaron bruscamente, viendo como entraba el padre de ella.
-Hola Katie, vaya, tienes buena cara. Dijo sonriendo dándose cuenta de que el escritor se encontraba ahí. Y bien acompañada, gracias por venir Rick, te lo agradezco de verdad. No he podido venir antes. Decía mientras se acercaba y besaba la frente de su hija. Tengo una cantidad de trabajo...
-Tranquilo papá, se que si pudieras estarías aquí conmigo, no te preocupes
-Es que estoy ahora con un caso que me está volviendo loco, bueno, ¿Qué tal te encuentras, tienes muchos dolores?
-No me quejo, con tantos calmantes no me duele nada.
En ese momento llamaron a la puerta y entró un médico.
Buenas tardes, soy el doctor Thompson, vengo a ver como va. ¿Cómo se encuentra?
Bien, estoy como sin fuerzas, pero supongo que es normal.
Bueno, estuvo en quirófano varias horas y después de dos días sedada, es completamente normal, tardará un tiempo en recuperarse, pero la veo muy bien. Le dijo el doctor, con una sonrisa que no gustó nada al escritor. Necesitará reposo durante unas dos semanas y después deberá tomarse las cosas con calma, pero con el tiempo se recuperará totalmente. Dentro de un momento le traerán la comida, seguramente no le apetezca demasiado comer pero haga un esfuerzo, mañana por la mañana le daré el alta.
De acuerdo, muchas gracias doctor. Dijo ella y cuando el médico iba a salir, Rick salió detrás de él.
Doctor, verás, van a venir mi madre y mi hija de visita y quería saber si podría traer comida casera, un poco de pasta, nada raro. Dijo el escritor al médico casi en la puerta de la habitación.
Bueno, no creo que haya ningún problema, no tiene ninguna restricción, salvo el alcohol por la medicación. Le comentó el médico.
Bien, gracias. Se despidió y se volvió a acercar a la detective, y vio que su padre se había sentado en el sillón cercano a la cama de Kate, así que se colocó de pie al otro lado de la cama.
¿Qué le has dicho al médico? Preguntó la detective al escritor cuando se acercó.
Nada, tranquila, quería saber si podías comer comida de fuera.
Vale. Le miraba con una pequeña sonrisa, ambos estaban algo cortados por la presencia de su padre.
Katie, cielo, no puedo estar mucho tiempo, esta tarde tengo que coger un avión, por temas de trabajo, pero no me gusta nada tener que dejarte sola. Tienes que hacer reposo y necesitaras ayuda. Le decía Jim a su hija triste.
No te preocupes papá, estaré bien. Le respondió intentando que se quedara más tranquilo.
Jim, no se preocupe, había pensado en que se viniera un tiempo a mi casa, así la podremos ayudar entre todos. Respondió Rick algo temeroso porque no le había comentado nada a ella.
Castle... Intentó Kate, pero el escritor le cortó.
Sé que no te hará gracia, pero es lo mejor Kate, no puedes estar en tu casa sola, y con nosotros estarás bien, y lo sabes. Le dijo alzando un poco la voz.
Rick. Respondió ella algo divertida. Sólo te iba a dar las gracias. Le dijo sonriendo tímidamente. Tienes razón, necesitaré algo de ayuda.
Oh, vale. Sonrió el escritor. Lo siento, pensé que te ibas a negar y a enfadar.
No importa. Entiendo que pensaras eso. Sonrió tímida.
Alexis y Martha fueron de visita y le llevaron la comida a la detective y al escritor, los cuales comieron mientas charlaban con las pelirrojas y Jim, el cual se despidió al cabo de un rato, puesto que tenía que prepararse para un viaje de trabajo. Las mujeres se marcharon al hacerse ya de noche y el escritor insistió en quedarse a dormir puesto que a la mañana siguiente ya se podrían ir juntos al loft.

ESTÁS LEYENDO
El Comienzo
FanficKate Beckett. Richard Castle. Un disparo. Una declaración de amor. Lo que habría pasado si Kate no fingiese la amnesia.