Capítulo 7

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Sonó el timbre y ellos se miraron algo nerviosos, mantenían las manos entrelazadas desde hacía un buen rato y antes de separarse para ir a abrir Rick apretó su mano intentando transmitirle confianza y fuerza, ella le sonrió brevemente, le dio un beso y fue a la puerta. Respiró hondo y soltó un profundo suspiro mientras giraba el pomo de la puerta. Al abrir encontró a su amiga que no tardó en abrazarla fuertemente.

Cuidado Lanie, aún me tiran los puntos. Le dijo con una mueca de dolor.

Lo siento, pero te lo mereces. Le contestó soltándola.

Casi me da algo, llame al hospital cuando no me cogiste el teléfono y me dijeron que ya te habían dado el alta y luego no estabas tampoco en casa, me preocupaste mucho amiga.

Ya, ya, de verdad que no fue mi intención, ni me acordé del móvil. Vamos pasa, no nos vamos a quedar aquí. Le dijo cerrando la puerta tras ellas.

Vaya. Dijo la forense sorprendida al ver a Castle sentado en el sofá. Esto no me lo esperaba.

Esto tiene nombre doctora Parish. Dijo haciéndose el ofendido. Y un nombre bastante conocido. Dijo mientras se levantaba a saludarla.

Venga Rick, no empieces. Le dijo Kate sentándose en un sillón, dejando al escritor y la forense en el sofá.

¿Rick? Dijo confusa Lanie, notando que había algo raro, mirando a su amiga que hacia lo posible para no devolverle la mirada.

Sí, ese es mi nombre. Respondió este, viendo lo nerviosa que estaba la detective. Primero me llamas esto y luego no recuerdas mi nombre, pensaba que éramos amigos. Dijo intentando bromear.

¿Vosotros…? Les dijo la forense entre cerrando los ojos mientras miraba a uno y a otro. Kate, ¿dónde estabas ayer? Dijo mirando a su amiga.

Verás… Dijo algo avergonzada. Mi padre está de viaje, y no me podía quedar sola, y tú trabajas… Y dudando un poco antes de hablar. Castle me ofreció quedarme con él, bueno con ellos.

Oh dios mío, ¡estáis juntos! Dijo gritando y levantándose.

Sí. Contestó sin más la detective.

¿Sí? No intentas negarlo, ¿que le has hecho a mi amiga? Dijo sonriendo a Rick. Vaya, vaya, por eso ni contestabas al teléfono, estabas muy ocupada, ¿cierto? Le dijo divertida elevando una ceja.

No tiene sentido negarlo, porque es así. Dijo sonriendo a Rick el cual le devolvió el gesto.

¡Qué bonito! Ya era hora, guapa, de que te decidieras. Tenías al chico escritor aburrido de esperar. Le dijo abrazándola y sonriendo.

Me alegro de que se decidiera ya, pero que quede claro que la habría esperado lo que hiciera falta. Dijo mirando sonriente a las amigas separarse de su abrazo y viendo como su musa se ruborizaba por momentos.

¡Qué tierno! Eso se merece un buen beso. Le dijo codeando a su amiga. Venga que yo os vea.

Ellos se miraron y él estiró su mano la cual cogió y el escritor tiró de ella para juntar sus cuerpos. Ella se mordía el labio mientras él sonreía divertido. Acercó su boca a la de su musa y se dieron un profundo beso que fue acompañado por los aplausos de la forense. Se separaron sin aire y riendo a carcajadas.

Bueno pareja, creo que os vendría bien un poco de intimidad así que os dejo.

Lanie, una cosa, aún no lo sabe nadie en comisaría.

Tranquila cielo, no lo contaré. Y se despidió velozmente.

Como vino se fue, dejando a la pareja aún muy cerca el uno del otro, sin querer separarse. Se volvieron a besar, de pie en medio del salón, sonriendo cuando paraban a tomar aire, pues no necesitaban otra cosa que la compañía del otro.

¿Sabes? Ahora mismo me apetece un baño relajante, he extrañado mi bañera. Dijo sonriéndole pícaramente al escritor.

Si quieres te preparo la bañera y te espero.

No me he explicado bien, quiero un baño relajante contigo. Tú, yo y el agua templada.

Kate, yo… Dijo algo incómodo. No soy de piedra, no creo que pueda sólo bañarme contigo. Sólo de pensarlo… Buf. Suspiró. No creo que pueda controlarme.

No te controles. Le susurró sobre sus labios antes de besarlos y dejar leves roces de sus labios de camino a su cuello.

Dios, no me hagas esto. No quiero hacerte daño, aún es pronto. Dijo cerrando los ojos intentando no dejarse llevar.

¿Confías en mí? Dijo dejando su cuello para mirarle.

Claro. Contestó abriendo los ojos.

Pues yo se que no me vas a hacer daño. Venga Rick, hemos esperado bastante. Dijo besándole de nuevo pero esta vez con mayor intensidad, jugando con su lengua a conquistar su boca.

Se dejó llevar por el beso y sin que Rick fuera consciente su musa le llevo hasta el baño y se separó lo justo de él para abrir el grifo de la bañera. Le acarició los hombros y el pecho y le sonrió.

Quítate la ropa mientras yo preparo el baño.

E hipnotizado por su dulce y sexy mirada, obedeció empezando a desabrochar los botones de su camisa mientras Kate le miraba de reojo mientras echaba unas sales de baño al agua. Ella, cuando terminó su tarea, se giró para ver el espectáculo que tenía como protagonista a Richard Castle, ya descalzo, lanzando la camisa al suelo, mostrando su torso desnudo, era como un sueño, a cámara lenta. Cuando el estuvo solo con sus bóxer la miró viendo que aún estaba vestida del todo y se acercó despacio a ella, preguntándole con la mirada y ella sólo se mordió el labio admirando su cuerpo y asintiendo. Él le recorrió los brazos desde los hombros y desplazó sus manos al final de su camiseta, por la cual coló sus manos, acariciando su vientre y su cintura y le quitó la prenda. Ella le observaba para ver su reacción, él paso sus ojos desde el ombligo, el sujetador que dejaba ver en el escote la marca del momento en el que pensó que su historia acabaría , pero que en realidad no fue más que el comienzo y rozó levemente esa señal primero con sus dedos y luego con sus labios mientras notaba como la piel que admiraba se erizaba y la sonrió. Llevo sus manos al cierre del pantalón y lo deslizó por sus piernas hincando una rodilla al suelo. Cuando terminó esa prenda perdió sus manos en esas piernas de arriba abajo y de abajo a arriba, lentamente. Notó las manos de Kate en sus hombros, su cuello y enredadas en su pelo hasta que le hizo ponerse de pie de nuevo. Momento en el cual desabrocho el sujetador que liberó los pechos de la detective y ella misma se quitó la última prenda mientras él hacia lo propio. Se quedaron un rato observando el cuerpo con el que cada uno soñaba dormido y fantaseaba despierto. Ella le señalo la bañera y él se introdujo, cogiendo una mano a Kate para ayudarla a entrar. Ella se acomodó en sobre su pecho y el llevo sus manos a su abdomen, acariciándola. La detective cogió las manos del escritor y con ellas recorrió su propio cuerpo, desde los muslos, vientre, cintura hasta posarlos sobre sus pechos, los cuales él masajeó tímido al principio, pero terminando por provocar profundos suspiros sobre su cuello, el cual besaba la mujer con devoción mientras acariciaba los brazos de él.

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