Se despertó sintiendo algo de frío, aunque estaba completamente tapada con la sábana y el edredón. Pero aun así notaba el frío de la cama en la que sólo se encontraba ella. Abrió los ojos disgustada, ya que se estaba acostumbrando a amanecer en los brazos en los que se sentía tan a gusto, protegida, amada, simplemente feliz. Levantó la vista hasta ver la hora en el reloj de la mesilla, eran las ¿8? Se levantó de la cama y se metió en el baño a lavarse la cara y hacerse de nuevo el moño que llevaba desecho y se dirigió confundida a buscar a Rick.
Le encontró en la cocina haciendo el desayuno y no pudo evitar que apareciera en su rostro una sonrisa tonta. Cuando se iba a acercar vio a Alexis bajar las escaleras preparada para ir a clase y fue a darle un beso a su padre, el cual la sujetó cariñosamente para seguir dándole besos, y en ese momento Kate pensó que no quería volver a su frío y solitario apartamento, aquí se sentía cómoda, en familia, y más cuando Rick se dio cuenta de que ella estaba y la sonrío aún con Alexis en sus brazos y la pidió que se acercara, y así lo hizo.
Buenos días. Le dijo, abrazándola con el brazo que le quedaba libre, achuchando a las dos juntas, las cuales rieron.
Papá, suelta. Dijo intentando zafarse aunque seguía riendo. Que tengo que desayunar o llegaré tarde.
Soltó a su hija pero a Kate no, al contrario, la abrazó ahora sí, con ambos brazos y la dio un beso lento y se separaron cuando ya les faltaba un poco el aire. Kate enrojeció levemente, ya que la pelirroja había empezado a colocar la mesa para desayunar sin perderse detalle y sonriendo, pero seguía con sus manos alrededor del escritor, mirándole a los ojos.
Buenos días. Le dijo con una gran sonrisa. No me has despertado.
Es que estabas preciosa durmiendo, tan relajada. Dijo sabiendo que ella se ruborizaría. Además, pensaba prepararle el desayuno a Lex y volver a la cama cuando se fuera a clase, es muy temprano, pero ya que éstas termino de preparar el desayuno para todos. Dijo dejando un pequeño beso en la punta de la nariz y girándose para terminar de cocinar.
Kate se quedó detrás de él, tentada de abrazarlo. Cruzó una mirada con la hija del escritor, que la sonreía brevemente sentada ya a la mesa esperando el desayuno y bajó la vista a su móvil, con el que distrajo chateando con alguien. No se lo pensó más y deslizó sus manos por esa espalda ancha que tanto le encantaba, bajándolas hasta rodear la cintura de Rick y posarlas en su abdomen. Dejó un par de besos en su espalda y luego reposó la cabeza ahí mismo.
¿Estás cómoda? Le preguntó sonriendo algo impresionado de lo cariñosa que se mostraba estando su hija.
Genial. Murmuró con la cara un poco aplastada en la espalda.
¿Qué te apetece con las tortitas?, ¿Fruta o chocolate? Preguntó mientras seguía cocinando.
¿Tengo que elegir? Contestó divertida.
Claro que no, Alexis se echa de todo, así que marchando dos con fruta y bien de chocolate. Dijo girando entre los brazos de Kate con los dos platos.
¿Y tú no desayunas? Preguntó soltándole para ir a desayunar.
Comeré un poco de fruta.
¿Tan malas están tus tortitas que no comes? Dijo intentando picarle.
¿Qué?¿Cómo te atreves? Dijo indignado. Mis tortitas son las mejores, y lo sabes.
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El Comienzo
FanfictionKate Beckett. Richard Castle. Un disparo. Una declaración de amor. Lo que habría pasado si Kate no fingiese la amnesia.