Capítulo 33

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Narra Nicole

Desperte debido a los rayos del sol, abrí lentamente los ojos, me senti rara, mejor dicho sola, mire al un lado de la cama y Alexander no estaba, ¿Que raro? ¿Donde estará? Tal vez se esta bañando, me quise levantar pero no pude debido a un dolor en mi parte baja, menor dicho mi intimidad, esperó que ese dolor sea normal, intente de nuevo y lo logre, aunque me tuve que aguantar el dolor.

Me dirigí hasta el baño, golpee la puerta y al no recibir respuesta entre, Alexander no estaba, quizás este en la cocina o en su oficina, me bañare para relajarme un poco.

No hizo falta desnudarme ya que lo estaba, abrí la llave de la tina y por mientras que está de llenaba me mire al espejo, mis pechos y cuello están llenos de chupetones, ¡maldito Alexander me dejo marcada! Y lo peor de todo es que son bastante grandes y muchos, cuando lo vea lo regañare, esto no se quedara así.

Cuando la tina estuvo llena decidí añadirle una fragancia que al mismo tiempo produce espumas, Alexander la trajo hace algún tiempo y por cierto me encanta, ya estando en la tina comencé a mover mis brazos para que se comiencen a hacer las burbujas, esta tienda tiene la tecnología para hacer burbujas pero no se como funciona y no quiero averiguarlo por mi parte porque la puedo dañar.

Después de un largo rato y vaya que largo, ya que mis dedos se pusieron como pasasitas, salí de la tina. me envolvi el cuerpo en  una toalla y lo mismo hice con mi cabello, me dirigí a la habitación para poder ir al closet en busca de mi ropa, elegí como ropa interior un conjunto negro de encanje que me regalo Alexander, ese hombre mando a alguien que espero que haya sido mujer a comprarme ropa interior y ropa normal.

Me moriría de vergüenza que uno de los hombres de Alexander me haya ido a comprar ropa interior, osea ¿se imaginan que este por ahí y el sepa cual es mi ropa interior?, con Alexander es diferente porque bueno él es mi.... Bueno él es "más cercano a mi" y él es el único que me a visto desnuda.

Me puse un jeans que por cierto es mi favorito desde hace mucho, es uno de los pocos que pude traer desde mi casa, lo acompañe con una polera negra y zapatillas del mismo color, ya estando vestida me peine, me puse crema en mis brazos y cara, para finalizar me perfume y baje a la cocina, al entrar me encontré con Dona, la salude y ella me sirvió un desayuno delicioso que consistía en; tostadas con huevo,   jugo y unas frutas picadas que estaban acompañadas de yogurt.

-Dona, ¿sabe donde esta Alexander?- pregunte

-Me dijeron los muchachos que salio en la madrugada-

-¿Para donde abra ido?- pregunte curiosa

-No lo se señorita-

-Debió ser importante para salir tan tarde- dije

-Eso creo- dijo

-Dona, ¿pasearías conmigo?- le dije sonriendo

-Claro, solo deje lavar la loza y vamos a dar una vuelta ¿pero a donde iríamos?-

-Seria en el jardín ya que Alexander no me deja salir- dije inflando mis cachetes

-Esta bien señorita- recogió los platos y vaso de mi desayuno para lavarlos

Espere a que terminara de lavar y salimos de la casa. Hemos recorrido bastante, no creí que la casa fuera tan grande, mejor dicho la mansión, sus jardines son inmensos estan decorados con: arbustos, flores, árboles bien cuidados, además de algunas fuentes de agua hermosas,  ahí unos caminos de piedras para que no dañen él césped, las piedras son de diferentes colores y me encantan sus combinaciones, todo esta muy hermoso, ¿cuándo me hubiera imaginado estar viviendo en un lugar así?, nunca.

Estar con Dona me hace sentir más en casa, es tan acogedora que la siento como si fuera parte de mi familia, a propósito intentare que Alexander me deje hablar con ellos los extraño mucho, no entiendo porque no me deja hablar con ellos, quiero saber como están, que han hecho estos días, como esta mi hermano y muchas cosas más.

Con Dona decidimos sentarnos para tomar un poco de sol, hoy es un día muy lindo, el sol brilla, pero no hace una calor sofocante, es un día perfecto como a mi me gusta.

Había una persona que daba vueltas y vueltas por mi cabeza, Alexander... Solo él esta en estos momentos en mis pensamientos, ¿donde estas? ¿Porqué no despertaste conmigo? Maldito infeliz ¡me dejo sola!, ni siquiera me aviso, pero esto no se quedara así, tendré algo a mi favor gracias a esto.



Propiedad De Alexander (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora